Así es el imán que podría controlar toda la basura espacial

La compañía Airbus ha presentado un dispositivo de lo más interesante para enfrentarse a la gestión de la basura espacial. El aumento de misiones a la órbita baja de nuestro planeta obliga a tomar medidas para controlar lo que sucede con los satélites al final de su vida…

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

La compañía Airbus ha presentado un dispositivo de lo más interesante para enfrentarse a la gestión de la basura espacial. El aumento de misiones a la órbita baja de nuestro planeta obliga a tomar medidas para controlar lo que sucede con los satélites al final de su vida.

Un imán para poder controlar mejor los satélites al final de su vida

La basura espacial es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el ser humano en la exploración espacial. Al final de su vida, los satélites y las fases de cohetes que permanecen en el espacio se convierten en basura espacial.

En función del diseño de los satélites (y esto es especialmente cierto en los más antiguos) puede que ni siquiera sea posible controlar la órbita que describe el objeto. O que su reentrada, cuando finalmente se adentre en la atmósfera, sea descontrolada.

La industria aeroespacial está experimentando un crecimiento muy rápido. Cada vez son más la empresas, de todo el mundo, que están embarcándose en la aventura de lanzar satélites al espacio. Esto provocará un aumento de la basura espacial.

La Tierra, observada por el satélite DSCOVR el 27 de junio de 2019. Crédito: NASA

Por ello, se está trabajando en diferentes frentes desde organismos como la Agencia Espacial Europea. Se ha planteado la necesidad de tener sistemas de control, en los satélites que se lancen próximamente, para evitar colisiones y garantizar que el final de su vida sea controlado.

Pero, hay un reto que ninguno de estos propósitos puede solucionar. Aunque estas medidas son muy positivas, sólo afectan a satélites que se lancen en los próximos años y a aquellos objetos que se mantengan operativos.

Qué sucede, sin embargo, ¿si se pierde el control de uno de estos satélites? ¿Qué hacer con aquella basura espacial que no puede controlarse? La basura espacial es un problema serio, porque cada colisión en el espacio genera más fragmentos.

Las misiones activas de retirada de basura espacial

Esos fragmentos, a su vez, se convierten en nuevos objetos que pueden provocar más colisiones. Hay un escenario, llamado el síndrome de Kessler, que plantea que, si la cantidad de basura espacial es lo suficientemente alta, la órbita baja sería inutilizable.

La órbita baja de la Tierra comprende, aproximadamente, el espacio a entre 200 y 2.000 kilómetros de altura sobre la superficie de nuestro planeta. Cuando dos satélites colisionan en el espacio, se generan miles de fragmentos que, a su vez, son nuevas oportunidades de provocar otras colisiones.

El síndrome de Kessler es el escenario en el que, en esencia, la órbita baja de la Tierra es inutilizable porque cualquier satélite que se despliegue terminará siendo impactado por la basura espacial que ya está presente en la región.

Por ello, se viene planteando desde hace ya unos años, la necesidad de retirar basura espacial de manera activa. Es decir, una misión que tenga como propósito retirar aquellos fragmentos, o incluso viejos satélites, que no pueden ser controlados desde la superficie.

El inconveniente para estas misiones es que es importante saber en qué estado se encuentra la pieza u objeto que se vaya a retirar. Lo peor que puede suceder es que su movimiento sea errático, porque eso dificultará la captura por parte de una misión de retirada de basura espacial.

Aunque todavía no se ha planteado ninguna de manera concreta, Japón (por ejemplo) está trabajando en un concepto que permitiría retirar basura espacial de una manera controlada. Siempre y cuando, claro está, que esos fragmentos (u objetos) estén en una situación predecible.

La utilidad del imán que ha presentado Airbus

En este sentido, resulta especialmente interesante el anuncio de Airbus, que ha presentado un dispositivo, llamado Detumbler, que se puede incorporar en futuros satélites con sencillez. Este pequeño instrumento permitirá retirar satélites inertes con facilidad.

El instrumento tiene como propósito garantizar que los satélites, al final de su vida útil, se mantengan en órbita con un movimiento lo más suave posible. Detumbler mitiga el movimiento errático (a lo largo de su órbita) de un objeto por las perturbaciones orbitales.

Detumbler es un dispositivo de amortiguación magnética diseñado para acoplarse a satélites. Durante el funcionamiento normal del satélite, el dispositivo se comporta como una brújula, alineándose con el campo magnético.

El dispositivo «Detumbler» de Airbus. Crédito: Airbus

Sin embargo, si su movimiento se vuelve errático, actúa como amortiguador, estabilizando el movimiento del satélite. A principios de 2024, la misión SpaceVan, de la compañía ExoTrail, realizará una demostración de este dispositivo.

Si todo funciona bien, se integrará en satélites en el futuro, permitiendo que se mantengan estables incluso en caso de fallo de sus sistemas. Así, en misiones de retirada de basura espacial, ese movimiento más lento y predecible será una gran ayuda.

Permitirá que se puedan retirar de manera segura, en el futuro, y que así la órbita baja de nuestro planeta siga siendo accesible y utilizable. En los próximos años veremos muchas más iniciativas en este sentido, porque parece que, por fin, se está entendiendo el reto que supone la basura espacial.