Asma: cómo el calor y la sequía empeoran esta enfermedad

El asma es una enfermedad que el calor y la sequía pueden desencadenar y agravar sus síntomas, como la dificultad para respirar, la tos y la opresión en el pecho. Se trata de una enfermedad crónica de las vías respiratorias que causa inflamación y estrechamiento de los conductos bronquiales, lo que dificulta la respiración.

Se caracteriza por episodios recurrentes de sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración según las personas.

El diagnóstico de asma generalmente se basa en la historia clínica, los síntomas, las pruebas de función pulmonar y la respuesta al tratamiento.

¿Qué nos puede provocar asma?

El asma puede ser desencadenada por diversos factores, como alérgenos (polen, ácaros del polvo, pelo de animales), irritantes respiratorios (humo, contaminación del aire), infecciones respiratorias, ejercicio físico y emociones fuertes.

Cuando las temperaturas aumentan y el ambiente se vuelve más seco, el aire tiende a estar más contaminado y cargado de partículas irritantes, como el polen, el polvo y los contaminantes del aire. Estas condiciones pueden desencadenar y agravar los síntomas del asma, como la dificultad para respirar, la tos y la opresión en el pecho.

Hya mucha información al respecto sobre esta relación. Por ejemplo, un estudio realizado en Alaska determinó que el asma estaba positivamente asociado con las visitas a departamentos de emergencia (ED) después de eventos de calor, en concreto, al día posterior al pico de calor.

¿Cuáles son los síntomas más característicos del asma?

Los síntomas del asma pueden variar de leves a graves e incluyen:

– Sibilancias: Son silbidos o pitidos al respirar, especialmente durante la exhalación.

– Falta de aliento o disnea: Es una sensación de dificultad para respirar o falta de aliento.

– Opresión en el pecho: Se experimenta como una sensación de presión o constricción en el pecho.

– Tos: La tos es común en el asma y a menudo es peor por la noche o temprano en la mañana.

Estos síntomas pueden ser intermitentes o persistentes y pueden variar en intensidad de una persona a otra.

¿Puede el cambio climático tener efectos negativos para nuestra asma?

El cambio climático tiene efectos significativos en la salud respiratoria y puede contribuir al desarrollo de enfermedades alérgicas respiratorias y asma.

La alergia y el asma están estrechamente relacionados, y muchas personas que padecen asma también tienen alergias. La conexión entre ambos se debe a que la mayoría de los casos de asma son de origen alérgico.

En una reacción alérgica, el sistema inmunológico de una persona responde de manera exagerada a una sustancia inofensiva, como el polen, los ácaros del polvo o los pelos de animales.

Los alérgenos de polen y moho tienen la capacidad de desencadenar la sensibilidad a las partículas y por tanto provocar alergia. El cambio climático altera la capacidad de las moléculas a inducir una respuesta inmunológica y afecta la duración, intensidad y momento de la temporada de polen.

Esta respuesta alérgica puede desencadenar síntomas en las vías respiratorias, como inflamación, estrechamiento de los bronquios y producción excesiva de mucosidad. Estos síntomas son características del asma.

Calor y asma ¿dónde está la relación?

El calor no es un buen amigo de los alérgenos y puede influir directamente en muchos cosas. Por ejemplo:

Mayor liberación de polen: Las altas temperaturas pueden acelerar y prolongar los períodos de polinización de las plantas, lo que aumenta la cantidad de polen en el aire. Esto puede desencadenar síntomas alérgicos en las personas sensibles al polen, como la fiebre del heno y la rinitis alérgica.

Aumento de la concentración de alérgenos en el aire: El calor y la sequedad pueden provocar la liberación de alérgenos, como el polen y los ácaros del polvo, en el aire. Esto puede aumentar la exposición a estos alérgenos y desencadenar síntomas alérgicos en las personas sensibles.

Mayor proliferación de ácaros del polvo: Los ácaros del polvo, que son una causa común de alergias en interiores, tienden a proliferar en ambientes cálidos y húmedos. Durante los meses más cálidos del año, la temperatura y la humedad pueden crear condiciones favorables para el crecimiento

La relación entre el cambio climático es evidente. Un estudio realizado en California ha demostrado que el aumento en la cantidad de esporas fúngicas atmosféricas se asocia a un mayor número de admisiones y visitas de emergencia por asma.

¿Qué podemos hacer para prevenir un ataque de asma en plena ola de calor?

En general, el cambio climático y la exposición a contaminantes ambientales tienen consecuencias alarmantes para la salud humana y pueden contribuir a las exacerbaciones del asma y al inicio y empeoramiento de la rinitis alérgica.

Durante una ola de calor, es importante tomar medidas adicionales para prevenir los ataques de asma y mantener los síntomas bajo control. Algunas de las recomendaciones a seguir:

– Evita la exposición al calor extremo: Permanece en lugares frescos y bien ventilados durante los días calurosos. Si es posible, utiliza aire acondicionado en tu hogar y en el automóvil para mantener una temperatura agradable.

– Hidrátate adecuadamente: Bebe suficiente agua para mantenerte hidratado. La deshidratación puede empeorar los síntomas del asma. Evita bebidas frías o con hielo, ya que pueden desencadenar el cierre de las vías respiratorias en algunas personas.

– Evita la exposición a alérgenos y contaminantes: Durante los días calurosos, los niveles de polen y contaminantes en el aire pueden aumentar. Si eres alérgico a algún alérgeno en particular, trata de evitar su exposición. También es recomendable mantener las ventanas cerradas para evitar la entrada de alérgenos y contaminantes.

– Protégete de la exposición al sol: Si vas a estar al aire libre durante la ola de calor, protégete del sol usando protector solar, ropa ligera y sombreros. La exposición prolongada al sol y el calor intenso pueden desencadenar síntomas del asma en algunas personas.

Es importante que las personas con asma estén atentas a las condiciones climáticas y tomen medidas preventivas. En caso de experimentar un empeoramiento significativo de los síntomas del asma durante períodos de sequía o calor extremo, es recomendable buscar atención sanitaria para una evaluación exhaustiva.  

Bibliografía consultada

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