Cómo el cambio climático dificulta la labor de los médicos

La huella del Cambio Climático está cada vez más presente en el día a día de los medicos y su vital trabajo

Mario Picazo

Mario Picazo

El cambio climático afecta a todos los que habitamos la Tierra, y a un sinfín de sectores vitales de los que dependemos día a día. Afecta al turismo, a la economía, a los deportes, al mundo del espectáculo…pero también a uno de los más importantes, el de la salud. Está comprobado que dificulta las labores diarias de muchos médicos, por lo que merece la pena entrar en detalle en ello.

La lista del impacto del cambio climático es larga y entre todo lo que se genera llama la atención el impacto que este nuevo clima está teniendo en el trabajo de los médicos en todo el mundo. Los casos a tratar están más condicionados por un clima cada vez más extremo.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los médicos es el impacto que tiene sobre la población el intenso calor. Cada día es más frecuente, intenso y duradero en muchas regiones. 

médicos y cambio climático
Una intensa ola de calor afecta a gran parte de España el 10 de julio de 2023. Mapa: ESA

El calor descontrolado colapsa las consultas

Las elevadas temperaturas, que se registran con más frecuencia, son un serio riesgo para la salud de un buen sector de la población. Los niños menores de 5 años y ancianos son los más vulnerables, aunque también embarazadas o trabajadores que lo hacen al aire libre. 

Más allá de la labor que los médicos llevan a cabo en temas relacionados con el corazón o la deshidratación, hay casos en los que la atención se centra en problemas de salud mental.

Para evitar estas situaciones extremas, se recomienda no desarrollar actividades durante las horas de calor intenso aunque no siempre es posible.

En Las Vegas, una de las ciudades más calurosas de Estados Unidos, los médicos preguntan a sus pacientes sobre el acceso que tienen al aire acondicionado.

Por llamativo que parezca, las encuestas muestran que un buen sector de la población no puede permitirse el lujo de mantener el aire acondicionado encendido durante los sofocantes meses de verano.

La otra opción que puede ayudar a reducir el impacto del calor en la población es alentar a los ciudadanos a apoyar aquellas iniciativas que implican reducir el calor urbano. Hay un buen número de ellas, pero las más eficaces pueden ser plantar más árboles y hacer que la ciudad en general sea más verde

Devastadores incendios que aumentan la concentración de humo 

El cambio climático está haciendo que los incendios forestales sean cada vez más frecuentes, más intensos y en muchos casos más extensos y devastadores. El humo que generan es tóxico, y las partículas viajan largas distancias afectando a millones de personas con problemas respiratorios

Uno de los problemas más recurrentes en los tiempos que corren, con más humo y partículas, lo viven los pacientes asmáticos. Los médicos lo están notando, y su día a día para mantener estables a los pacientes con asma se vuelve cada vez más difícil sobre todo cuando hay mala calidad del aire.

El humo también puede reducir la función pulmonar, causar bronquitis e incluso dañar el corazón. Un escenario que aumenta el riesgo de atención de emergencia por paros cardíacos, insuficiencia cardíaca y ataques cardíacos.

Un clima más propenso para la propagación de enfermedades infecciosas

Con el cambio climático muchas regiones del planeta están experimentando nuevos patrones de temperatura y precipitación. A más temperatura y humedad, hay una serie de enfermedades infecciosas que lo tienen más fácil para instalarse en regiones donde antaño no eran habituales

Una de las que más se está extendiendo hoy en día desde latitudes tropicales hacia regiones extra tropicales es el Dengue. Los mosquitos portadores de la enfermedad ya se han propagado desde los trópicos hacia el sur de Estados Unidos.

Ya se contabilizan casos en Hawái, Texas, Arizona y Florida. También hay otras enfermedades como la Malaria que empiezan a viajar con más facilidad hacia los polos. Sin ir más lejos, este pasado verano de 2023 se han dado casos de Malaria en estados como Florida, Texas y Maryland, aunque ya hubo algunos casos por primera vez hace 20 años.

En algunas zonas de norte América, el calor y la humedad también están favoreciendo que las garrapatas portadoras de la bacteria que causa la enfermedad de Lyme, se propaguen mucho más allá de su área habitual.

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El huracán Otis convertido en un categoría 5 n escasamente 24 horas. Foto: NOAA

Huracanes de mayor impacto en zonas vulnerables

Los fenómenos tropicales están también en la lista del impacto que tiene el cambio climático en la población en bastantes regiones del mundo. Muchos de los países afectados por huracanes, ciclones o tifones (son el mismo fenómeno en diferentes zonas geográficas) tienen recursos económicos más limitados y un sistema de salud precario.

Viento, lluvia y olaje son un riesgo y un desafío para la salud y los sistemas sanitarios por varias razones. Habitualmente cuando impactan, limitan la atención sanitaria en la zona debido al daño que han recibido numerosas infraestructuras. 

Edificios dañados, agua contaminada o el simple hecho de los daños que puede sufrir de forma directa la población llevan al caos. La saturación de un sistema sanitario habitualmente se ve desbordado. Cuando la intensidad del fenómeno se amplifica, hace que el trabajo de los sanitarios se convierta en una tarea casi imposible

Atención médica limitada por el cambio climático

La situación se complica más aún para los sanitarios cuando las condiciones climáticas dificultan la atención de los pacientes. En ocasiones los medicamentos que se administran están dañados o la simple rutina de los tratamientos que se siguen con rigor se ven interrumpidos

El calor no es un buen aliado a la hora de mantener ciertos medicamentos en condiciones óptimas. Muchos países vulnerables al cambio climático y expuestos a una meteorología más extrema, no tienen ni los medios para refrigerar ciertos medicamentos que expuestos al calor dejan de ser efectivos. 

Con la llegada de prolongadas e intensas olas de calor la eficacia de algunos medicamentos desciende, aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor. El impacto más común se observa en afecciones habituales como la elevada presión arterial o la depresión. 

Un medicamento que pierde eficacia con las altas temperaturas es el albuterol. Es un inhalador usado con frecuencia que ayuda a controlar los síntomas del asma. Con el calor se torna menos eficaz y millones de personas se ven afectadas por problemas respiratorios. 

El mayor impacto lo suelen tener los ciclones tropicales. Cuando se hacen más intensos, y eso parece ser cada vez más habitual, provocan destrozos cuantiosos. También afectan a las cadenas de suministro y los medicamentos de primera necesidad empiezan a escasear.