Medicamentos y calor: precauciones a tener en cuenta
El calor puede afectar a los medicamentos y a las personas que los consumen. Conoce las recomendaciones para conservar los medicamentos adecuadamente durante las olas de calor
Elena Plaza
El calor es mortal. Con este lema directo, la campaña de prevención contra las olas de calor de la Generalitat de Cataluña busca concienciar sobre los peligros asociados a las altas temperaturas. Y la campaña tiene fundamentos sólidos.
En el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de 2022 se estimaron 4.744 defunciones atribuibles al exceso de temperatura a nivel nacional, según la estimación del último informe de Monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III
Julio fue el mes más crítico: un 47% de todas estas defunciones ocurrieron durante ese periodo. Además, el 85% se concentraron en el grupo de mayores de 74 años.
Entre el 01-06 y el 30-09 de 2022 se estimaron 4.744 defunciones atribuibles al exceso de temperatura en España.
Instituto de Salud Carlos III
La llamada enfermedad por calor es un término que abarca las dos complicaciones más graves que aparecen debido a las altas temperaturas: la deshidratación y el golpe de calor.
Durante las temporadas de calor, los medicamentos pueden agravar estas complicaciones, ya sea porque el calor altera sus propiedades o formas farmacéuticas, o porque los fármacos inducen cambios en la adaptación del organismo al calor.
Por ello, es crucial conocer algunas recomendaciones y grupos de medicamentos con los que hay que tener especial cuidado durante las olas de calor.
Conservación de medicamentos: temperaturas y precauciones
Existen tres rangos de temperatura a los que puede estar indicado conservar los medicamentos.
El primero es entre 2°C y 8°C. Son los medicamentos que deben conservarse en el frigorífico. Hay que evitar la puerta de la nevera porque es la zona que más variabilidad de temperatura tiene. Están señalizados con un copo de nieve en su envase.
Si necesitamos trasportarlos, debemos hacerlo en embalaje isotérmico refrigerado, es decir, en una nevera portátil con acumuladores de frío. Los transportaremos dentro de su cartonaje, para evitar la congelación por contacto con la fuente de frío.
Hay que utilizarlos tan pronto como se saquen de la nevera y en ningún caso debe romperse lo que llamamos cadena de frío.
Por otro lado, existen medicamentos que tienen indicación de conservarse entre 25°C-30°C. Deben transportarse en nevera o embalaje isotérmico, pero no es necesario el uso de condensadores de frío.
Y, por último, tenemos los medicamentos que deben conservarse a temperatura ambiente que no tienen ninguna indicación de temperatura.
¿Cómo afecta el calor a los medicamentos?
Es evidente que los que tienen que conservarse entre 2°C-8°C no pueden perder la cadena de frío porque se estropearían.
Así mismo, es muy interesante tener en cuenta que el calor también puede afectar a los medicamentos que no tienen que guardarse en nevera.
Evita guardar los medicamentos que tienen que estar en la nevera en la puerta.
En teoría, los que no deben superar los 30º no se ven alterados por subidas temporales y esporádicas por encima de las temperaturas indicadas.
De hecho, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, existen estudios que demuestran que esos medicamentos no se degradan incluso cuando son expuestos a temperaturas superiores a 40 °C durante 6 meses.
A pesar de esta afirmación, se recomienda conservar estos medicamentos en un lugar fresco y seco (no lo es ni el baño ni la cocina). Y hay que tener mucho cuidado con ciertas formas farmacéuticas más sensibles al calor: óvulos, supositorios, pomadas y cremas.
Los óvulos, supositorios, pomadas y cremas son las formas farmaceúticas más sensibles al calor.
Tendremos que desechar estas formas farmacéuticas si detectamos alguna alteración, como, por ejemplo, cambios en el color o la consistencia o cápsulas derretidas.
Por ello, hay que evitar almacenar durante mucho tiempo los medicamentos en la guantera del coche y en el maletero.
Los medidores de glucosa en sangre capilar y sus reactivos (tiras reactivas y soluciones de control) tienen indicaciones específicas. Estas indicaciones son, sobre todo, de luz, humedad y cambios de temperatura.
Ante cualquier duda relacionada con la medicación, lee el prospecto y consulta con tu farmaceútico y con tu médico de referencia.
¿Cómo los medicamentos pueden afectarnos con el calor?
Además de cómo afecta el calor a los medicamentos, también debemos tener en cuenta que el calor puede afectar a las personas que utilizan ciertos tipos de medicamentos.
Esto ocurre sobre todo en personas que tienen tratamientos crónicos, que toman muchos fármacos, y en ciertos rangos de edad o condiciones (niños, ancianos y embarazadas).
Los mecanismos por los cuales los medicamentos pueden agravar los efectos de las altas temperaturas se resumen en cuatro grandes grupos:
1.- Medicamentos que afectan al funcionamiento del riñón: con especial precaución en aquellos que de por sí ya pueden producir toxicidad renal (aminoglucósidos, ciclosporina, etc.).
2.- Medicamentos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor del cuerpo: porque reducen la sudoración o porque disminuyen la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel.
3.- Medicamentos que favorecen la pérdida de agua o electrolitos, como, por ejemplo, los diuréticos.
4.- Medicamentos que pueden aumentar de forma indirecta la temperatura corporal (algunos antipsicóticos y antidepresivos).
Además de estos medicamentos, hay que tener en cuenta otros dos grupos más: algunos medicamentos, como sales de litio, digoxina, metformina, estatinas, entre otros, pueden experimentar cambios en su distribución o eliminación en caso de deshidratación.
Ciertos medicamentos tienen el potencial de agravar de manera indirecta los efectos del calor, como aquellos que reducen la tensión arterial (antihipertensivos, antianginosos) y aquellos que inducen somnolencia.
Reacciones de fotosensibilidad por medicamentos: cuidado también con el Sol
Los medicamentos interaccionan entre sí, con la comida, con el alcohol y también lo hacen con el sol. Cuando pasa esto se pueden producir dos fenómenos distintos: una reacción fototóxica (95%) o una reacción fotoalérgica (5%).
Los medicamentos que pueden inducir fotosensibilidad tienen un indicativo de señar triangular de peligro con un sol y nubes dentro.
En la reacción fototóxica se produce una quemadura cutánea exagerada, que en una exposición normal no se habría producido. Lo más frecuente es que sean causados por medicamentos que se toman vía oral.
Es dosis-dependiente: cuanta más dosis y exposición al sol, más grande será la reacción sobre la piel. Además, pueden dejar manchas en la piel a largo plazo.
Las reacciones fotoalérgicas se producen principalmente por medicamentos aplicados por vía tópica. Se manifiestan con síntomas parecidos a un eccema de contacto: prurito (picor) muy intenso, vesículas (pequeñas ampollas), eritema y descamación. Puede extenderse a zonas no expuestas al sol.
En este caso estamos hablando de una reacción alérgica mediada por el sistema inmunitario. La radiación transforma al fotoalérgeno permitiendo que se una a las proteínas de la piel convirtiéndose en un fotoantígeno. Y es aquí cuando se desencadena la reacción inmunitaria.
En las reacciones fotoalérgicas el daño no depende de la dosis ni del tiempo de exposición a la radiación, ni tampoco de la vía de administración.
Pueden tardar semanas en desaparecer y puede volver a aparecer si se toma el mismo principio activo incluso si se toma vía oral.
Otro problema que tiene este fenómeno es que no se suele relacionar la alergia con la ingesta de fármacos y no se pueden evitar posteriores alergias tras una nueva exposición al fármaco.
Consejos para quien utilice medicamentos fotosensibles
Según Pablo García, farmacéutico y autor del blog medicadoo.es, podemos seguir los siguientes consejos si tenemos que usar medicamentos que inducen fotosensibilidad:
– Traslada la toma del medicamento a la noche, es una estupenda manera de disminuir la concentración cutánea de fármaco.
– Evita exponerte al sol en las horas en las que la radiación solar es máxima.
– Usa Protectores Solares con un factor de protección alto.
– Prepárate para el verano, puedes usar antioxidantes, que reducen algunas reacciones de fotosensibilidad. Tómalos antes y durante la temporada.
Recuerda, el sol y calor afectan a los fármacos o a las personas que usan ciertos fármacos. Si ingieres o has ingerido algún medicamento y notas algún síntoma de alarma, consulta siempre con tu médico y farmacéutico.
Sigue las recomendaciones de almacenamiento de los fármacos, evita dejarlos en guantera y maletero del coche, y desecha los medicamentos que presenten cualquier indicio de encontrarse en mal estado.
Bibliografía
– AEMPS. La AEMPS recuerda cómo conservar los medicamentos en verano. (2019, septiembre 11). Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/la-aemps-recuerda-como-conservar-los-medicamentos-en-verano/
– Comunidad de Madrid. (2017, septiembre 29). Medicamentos y calor. Comunidad de Madrid. https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/medicamentos-calor
– Consejo General de Colegios Farmaceúticos (s/f). ¿Qué debes tener en cuenta si tomas medicamentos y hay una ola de calor? Farmaceuticos.com. Recuperado el 20 de julio de 2023, de https://www.farmaceuticos.com/wp-content/uploads/2023/07/2023-04-Medicamentos-Ola-Calor-Voc-Oficina-Farmacia-def.pdf
– García, P. (2019, mayo 15). Sol y medicamentos… precaución con las reacciones de fotosensibilización. Medicadoo. https://medicadoo.es/2019/05/15/sol-medicamentos-precaucion-con-las-reacciones-de-fotosensibilizacion/
– Ministerio de Sanidad (s/f). Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud. Gob.es. Recuperado el 20 de julio de 2023, de https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/planAltasTemp/2023/docs/Balance_Plan_Calor_2022.pdf