Depresión postvacacional tras el verano: ¿realidad o exageración?

¿Tienes tristeza, ansiedad, fatiga y/o irritabilidad? ¿Te cuesta descansar y concentrarte? ¿No tienes ganas de hacer nada? ¿Te pasa esto justo cuando acabas de volver de un maravilloso mes de vacaciones y desconexión total?

Formas parte del 30%-68 % de españoles que tienen depresión postvacacional tras el verano. Pero… ¿Es esto una realidad o una exageración?

¿Qué es la depresión postvacacional?

La depresión postvacacional, también llamada síndrome postvacacional o estrés postvacacional, se trata de un conjunto de síntomas que aparecen en algunas personas tras la vuelta a la rutina tras un periodo de descanso.

Según Díaz-Bretones (2017), «el término está descrito desde 1955 en la revista “Psychoanalytic Review“, donde ya se mencionaba el “holiday syndrome”, como aquel que ocurría desde unos días antes del Día de Acción de Gracias (cuarto martes de noviembre) hasta unos días después del Año Nuevo, estando asociado al regreso tras una larga temporada de vacaciones».

¿La depresión postvacacional es una enfermedad?

El término depresión postvacacional no está reconocido como diagnóstico en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (actualmente está vigente la quinta edición: DSM-5).

Es decir, a pesar de su existencia, no se clasifica como una patología, un síndrome, una enfermedad ni un cuadro clínico que pueda diagnosticarse y tratarse.

Por esta razón, es fundamental distinguirlo de otros trastornos depresivos relacionados con las estaciones, como el Trastorno Afectivo Estacional, que sí se encuentra registrado en el DSM-5.

Los expertos definen la depresión postvacacional como un período normal de adaptación a la rutina tras un periodo de relajación.

A pesar de que no se clasifica como una enfermedad, es importante reconocer y abordar los síntomas de la depresión postvacacional para el bienestar mental de las personas.

¿Cuánto dura la depresión post vacacional?

Sabemos que nuestro organismo es muy sensible y responde mal a cambios bruscos. Sucede con el cambio de hora de verano y de invierno y con el famoso “jet lag”. Estos cambios duran horas o días.

Sin embargo, la depresión postvacacional, dura un poco más. Los síntomas que afectan negativamente a nuestra salud mental y emocional y a nuestro bienestar diario dura días, a veces incluso hasta dos semanas tras la reincorporación, según los expertos

La depresión postvacacional puede interferir en el desempeño del trabajador hasta las dos primeras semanas tras la reincorporación, afectando también a su vida personal.

Si los síntomas de la depresión postvacacional duran más de 15 días o detectamos otros nuevos o problemas relacionados, sería aconsejable pedir ayuda profesional.

Síntomas del síndrome posvacacional

Los síntomas del síndrome postvacacional tras el verano son: fatiga, desmotivación, irritabilidad, tristeza, ansiedad, falta de concentración y cambios en los patrones de sueño y alimentación.

Estos síntomas pueden afectar a todas las personas, independientemente del tipo de trabajo que desarrollen o de la edad que tengan. Están producidos por el cambio brusco entre el periodo de descanso y la vuelta a las responsabilidades laborales o vitales, ya que a veces ocurre sin estar asociado al trabajo.

Madrugar, volver a empezar, el cambio de rutina, asumir nuestras responsabilidades, enfrentar nuestra realidad cotidiana de nuevo, la falta de tiempo y el acúmulo de trabajo pueden dejarnos unos días con el ánimo por los suelos.

A esto se le suma en muchas ocasiones la carga de conciencia por los excesos económicos y con la comida. Y encima, todo empeorará si hay una disminución de las horas de luz o volvemos con mal tiempo, como ha ocurrido estos días en España con las lluvias que ha dejado la DANA.

Además, según Díaz-Bretones, esta vuelta para algunas personas puede significar la vuelta también a problemas más serios «del tipo organizacionales tales como acoso, violencia, o problemas con compañeros y supervisores, y en donde las vacaciones se convierten de facto en un escape de situaciones conflictivas».

Consejos para superar el síndrome postvacacional tras el verano

Para mitigar los efectos del síndrome postvacacional tras el verano, se pueden llevar a cabo algunos consejos. Por ejemplo, planificar la vuelta al trabajo para reducir el impacto negativo. Una de las recomendaciones es volver uno o dos días antes de comenzar a trabajar para ir “aclimatándonos” y que el cambio sea lo menos brusco posible.

También se recomienda mantener el equilibrio entre las horas de trabajo y tiempo libre. No es bueno intentar acabar el primer día con la pila de papeles de tu mesa o los cientos de emails que hay que contestar. Es mejor ponerse pequeños objetivos a corto plazo e ir alcanzándolos poco a poco.

Hacer ejercicio, descansar las horas necesarias y llevar una correcta alimentación puede también disminuir estos desagradables síntomas. Es importante mantener estos hábitos y el cuidado de la salud mental todo el año, así que estos consejos tan sencillos y difíciles a la vez, valen para todo el año.

Cuidado con las redes sociales, no te compares con nadie. Es posible que, como decía la canción, cuando tu vas otros vuelven, y viceversa. Si ahora te toca volver, deja de ver fotos en redes sociales de los afortunados que actualmente están con el bañador en la playa. Comparar nuestra vida actual con las vidas de los demás en redes sociales solo empeorará la situación y te hará perder el tiempo.

Del síndrome postvacacional a la ilusión postvacacional

Aunque a veces es difícil, hay que intentar sacar lo positivo y pasar del síndrome postvacacional a la «ilusión postvacacional«. Esto lo podemos hacer valorando que tenemos trabajo, pensar en los nuevos proyectos que podemos desarrollar y planificando actividades y rutinas nuevas que enriquezcan nuestra mente y cuerpo.

Si seguimos en la línea de ser positivos, tenemos que pensar que ahora disponemos de menos tiempo libre para aprovechar con nuestros familiares y amigos, pero, aunque el tiempo sea menor en cantidad, no tiene por qué de peor calidad. Así que desconecta del todo en estos momentos y disfruta.

Si a pesar de implementar estas estrategias, los síntomas persisten y comienzan a afectar significativamente tu calidad de vida, interfiriendo en el sueño, el apetito, el trabajo y las relaciones personales, es esencial que consideres buscar apoyo profesional.

No dudes en consultar a un especialista en salud mental, en cualquier época del año, no solo después de las vacaciones. La ayuda profesional puede ser fundamental para mantener una buena salud mental y superar estos desafíos.

En conclusión, aunque algunas personas piensan que la depresión o síndrome postvacacional son una exageración mediática y que ahora tendemos a patologizar todo lo que nos pasa, sí es real que a determinadas personas le cuesta más la adaptación a la rutina laboral.

Estas personas sufran de un conjunto de síntomas que no son una enfermedad, simplemente son un proceso de adaptación normal del organismo y la mente frente a una vuelta brusca al trabajo o la rutina cotidiana.

Estos síntomas le pueden ocurrir a cualquiera y no suelen durar más de dos semanas. Si notas demasiado estrés o que los síntomas se prolongan en el tiempo, acude a un profesional de la salud mental para ver cómo poder solucionar el problema.

Bibliografía

• Bretones, F. D. (2017). Facing the post-holiday blues. Safety Management, Octubre, 13. Recuperado el 1 de septiembre de 2023, de la web Ugr.es: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/62633/Afrontando%20el%20s%C3%ADndrome%20postvacacional%20AUTOR.pdf?sequence=1

• NIMH. (2020, diciembre). Trastorno afectivo estacional. Recuperado el 1 de septiembre de 2023, de la web National Institute of Mental Health (NIMH): https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-afectivo-estacional

• Sissons, B. (2022, octubre 11). Post-vacation depression: Is it real? Prevention, how to cope. Recuperado el 3 de septiembre de 2023, de la web Medicalnewstoday.com: https://www.medicalnewstoday.com/articles/post-vacation-depression