El Mediterráneo alberga el 60% de la población mundial con escasez de agua

15 de los 20 países del mundo que experimentan más estrés hídrico se encuentran en el Mediteráneo afectando a 20 millones de habitantes

Mario Picazo

Mario Picazo

La región del Mediterráneo es una de las más vulnerables del mundo al Cambio Climático. Durante las últimas décadas, uno de los principales impactos que ha sufrido es el aumento de las temperaturas pero también la escasez de precipitación. 

El ritmo de calentamiento en este rincón del planeta, es un 20 por ciento superior que la media global. Un cambio térmico que también está transformando el régimen pluviométrico y forzando a muchas especies autóctonas a desplazarse lejos de sus hábitats a la vez que otras nuevas se instalan en la región. 

Estrés hídrico que afecta a millones de habitantes de la región

La región del Mediterráneo alberga cerca del 60 por ciento de la población mundial con escasez de agua. Son 20 millones de personas viven con menos de 1.000 metros cúbicos de agua al año. La situación es  especialmente crítica en los países del sur y del este de la región, donde el acceso a agua potable es muy limitado.

Con el paso de los años la escasez de agua se ha ido intensificando, y los vaivenes de las políticas de su gestión no ayudan. Generan desconfianza a nivel local e internacional, una situación que desemboca en tensiones y conflictos sociales.

El escenario de escasez de agua en el Mediterráneo es alarmante y las predicciones climáticas de futuro lo hacen más extremo aún. Los patrones de precipitación son muy variables, lo que reduce los ya escasos recursos hídricos y algunos años los lleva al límite en sectores como el turismo, la agricultura y la industria.

El sur del Mediterráneo alberga a 15 de los 20 países con mayor escasez de agua del mundo. Datos: World Resources Institure/
Mapa : Statista

A la vez que aumenta la variabilidad de las precipitaciones con valores cada vez más reducidos, aumenta la demanda. La región ha visto como este siglo el crecimiento demográfico ha ido aumentando rápidamente sobre todo en zonas urbanas. 

Más población en una zona históricamente turística implica mayor demanda de agua. Simultáneamente se ha notado un crecimiento importante en el sector de la industria donde la demanda de agua también es notable. A día de hoy hay un precario desequilibrio entre oferta y demanda, una fórmula que se traduce en un aumento de la escasez de agua.

Si el aumento de la población en la región del Mediterráneo sigue creciendo a un ritmo similar o mayor que el actual, los recursos hídricos no podrán satisfacer la demanda de sus habitantes y tampoco el desarrollo industrial que está experimentando.

España es uno de los países del Mediterráneo donde el estrés hídrico es mayor. Foto: Unsplash

España entre los países más afectados por la escasez de agua

Los países del Mediterráneo sur son de los más afectados por la escasez de agua. Solo en esta región se encuentran 15 de los 20 países que sufren mayor estrés hídrico

Según el portal iAgua, después de Israel y Corea, España es el país de la OCDE con mayor estrés hídrico. En julio de 2023, con las reservas de agua al 40 por ciento, casi nueve millones de personas en seiscientos municipios del país sufrieron restricciones de agua.

Tampoco ayuda que la eficiencia de los recursos hídricos sea tan baja. De hecho, las pérdidas de agua y las ineficiencias, incluidas las del transporte y el riego, ascienden a más de 100 kilómetros cúbicos por año. Es una cantidad significativa ya que representa aproximadamente el 45 por ciento de la demanda total de agua de la región.

España es el país de la OCDE con mayor estrés hídrico

La tecnología una de las soluciones para aliviar el impacto de la sequía

Para preservar la poca agua que recogen algunas zonas del Mediterráneo, hace falta una buena planificación. La estrategia que se proponga debe cuantificar con precisión el agua disponible, a la vez que se plantea la instalación de una infraestructura sólida y eficaz para moverla.

Desarrollar resiliencia en la región del Mediterráneo pasa por invertir en tecnología para ayudar a mejorar la transparencia en la gestión del agua. Recopilar y analizar datos del volumen de agua disponible proporciona información sobre los patrones de consumo de agua. 

Esa información es fundamental para predecir las necesidades de agua en determinadas zonas y así optimizar la asignación de recursos hídricos. Si conseguimos entender mejor los hábitos de consumo de agua, se pueden diseñar estrategias para que ese consumo sea lo más óptimo posible.