Es un índice que evalúa el nivel de agua dulce disponible en una región en relación con los recursos disponibles.
Se obtiene como el cociente entre la cantidad total de agua dulce extraída por los principales sectores económicos y el total de recursos hídricos renovables. En este cálculo, se consideran también las necesidades ambientales de agua.
Este indicador también llamado intensidad de extracción de agua, se utiliza para evaluar el avance hacia el objetivo número 6.4 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas), que busca incrementar significativamente el uso eficiente de los recursos hídricos antes del año 2030.