España se deshiela: las heladas disminuyen un 40% desde los 60

El número de días de helada en España ha descendido en las últimas décadas: desde los años 60, el descenso medio es del 40% en todo el país

Roberto Granda

Roberto Granda

El 1 de diciembre tuvo lugar el inicio del invierno meteorológico en España, que abarca desde diciembre hasta febrero. Sin embargo, el frío está bastante ausente, con temperaturas en el mejor de los casos normales para la época y con las heladas muy restringidas.

¿Qué está pasando? Los datos arrojan una dura realidad: el número de heladas ha disminuido en casi todo España desde los años 60.

España se queda sin heladas

Primero de todo, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de helada? En términos meteorológicos, si hablamos de temperatura, helada hay cuando la temperatura es igual o inferior a 0ºC. Se establece este criterio ya que es el único objetivo, si bien hay ocasiones en las que puede formarse hielo con temperaturas por encima de 0ºC.

Así pues, ¿cómo hemos analizado los datos? Hemos obtenido el número medio de días de helada para cada año, y tras eso, calculado las décadas. Los datos disponibles abarcan el período 1960-2022, y se han descartado aquellas estaciones con más de un 10% de años sin datos y las que no tienen heladas (por ejemplo, Cádiz).

Con los datos en la mano, hemos comparado las décadas 1961-1970 y 1971-1980 frente a la más reciente, 2013-2022. En ambos casos, si bien hay diferencias (la década de los 70 fue más fría), se observa una realidad: las heladas en España se han reducido entre un 30% y 40% por lo general.

Comenzando con la década de 1961-1970, se aprecia cómo el descenso más acusado se da en la mitad norte, áreas del interior y entornos del sistema Ibérico y Central. El caso más destacado es el Puerto de Navacerrada, donde en los años 60 había 154 días anuales de helada, mientras en la década 2013-2022 apenas hay 114.

En muchas zonas los valores son más neutrales, con descensos más suaves o nulos. Hay incluso algunas zonas donde se ha producido un incremento, como es el caso de Salamanca - Aeropuerto o Granada - Base Aérea. Podrían parecer errores, pero son zonas donde los procesos de inversión térmica son claves, y el incremento de la estabilidad en décadas recientes los favorecen.

Si comparamos la década 1971-1980 con la 2013-2022, los descensos son aún mayores. Una vez más, los descensos más acusados se dan en el norte y en zonas del interior, destacando en esta ocasión Ciudad Real, con un descenso de 41 días de helada al año. De nuevo observamos también subidas, concentradas en zonas del sur (incremento de estabilidad).

La evolución de la anomalía de días de helada es clara

Si obtenemos la media de días de helada anuales para el período 1991-2020 (el más reciente de 30 años), y comparamos esta media con los datos anuales de helada, podemos observar una realidad clara: desde los 60 el número de días de helada se está desplomando.

Cogiendo una vez más el caso del Puerto de Navacerrada, por ser de los más relevantes y ser además un lugar de alta montaña, observamos cómo las anomalías eran positivas en los años 60, 70 y 80. Esto nos indica que entonces helaba mucho más que ahora, donde incluso en los años más recientes las anomalías son negativas.

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La evolución muestra con claridad cómo cada vez hiela menos en el Puerto de Navacerrada. Gráfico: Eltiempo.es

El descenso de heladas tiene numerosas consecuencias negativas

El descenso del número de días de helada no es una cuestión menor: afecta negativamente a muchísimos ámbitos. Por ejemplo, el control de numerosas especies de insectos que pueden ser plagas depende directamente de que haga frío.

En ámbitos agrícolas, numerosos cultivos y árboles frutales necesitan horas de frío. Si no las tienen, su producción no es óptima. Además, las plagas que les afectan también se ven favorecidas por el incremento de las temperaturas.