Filias meteorológicas: atracción por la meteorología y la naturaleza

Si hace poco hablábamos sobre fobias meteorológicas hoy, Día de San Valentín, vamos a repasar las filias meteorológicas y relacionadas con la naturaleza, la meteorología y el clima y, por qué no, algunas filias sexuales.

Según la RAE, una filia es «afición, atracción o amor a algo». El término se considera opuesto a fobia. Esta atracción puede darse por objetos o situaciones mundanos y cotidianos y no tiene por qué estar relacionado con la sexualidad.

El mundo de las filias es tan amplio como fascinante. Desde la fascinación por los pies hasta la atracción por los objetos inanimados, las preferencias humanas no dejan de sorprendernos. Pero ¿qué hay de aquellos que encuentran su pasión en los fenómenos meteorológicos o en la naturaleza?

Filias meteorológicas y naturales

Comenzamos con nuestro astro rey. Si eres amante de la luz o los rayos solares y tienes deseos irrefrenables de estar bajo el Sol, tienes heliofilia.

Además, si alguna vez te has sentido extrañamente “alegre” bajo el sol del mediodía, quizás sólo estabas experimentando actirastia, no una sobredosis de vitamina D. La actirastia es una filia que se define como excitación sexual por los rayos del sol. Esto nos recuerda que un poco de sol puede hacer mucho más que sólo broncearnos.

Si, por el contrario, disfrutas de una buena tormenta con truenos y relámpagos y este sería el entorno perfecto para una cita romántica, posiblemente tengas astrafilia y keraunofilia. Nada como un cielo tormentoso para encender la chispa del amor.

Si piensas que la lluvia es un fenómeno bello y placentero tienes pluviofilia. Esta filia, que quizás la podríamos catalogar dentro de las filias bonitas, se distingue por una predilección hacia cualquier situación que brinde la oportunidad de experimentar de manera sensorial el placer de la lluvia.

Por eso, no es necesario mojarse, y los pluviófilos disfrutan con cielos nublados, observando la lluvia desde la ventana y mirando las gotas que quedan en ella, o sólo con su sonido u olor.

Para los amantes de las noches sin luna que se sienten más en su salsa cuando apagan las luces y hay completa oscuridad, tenemos la filia llamada nictofilia.

Si te sientes especialmente cariñoso durante una ola de frío, quizás no sea sólo el instinto de buscar calor lo que te motiva. Quizás tengas psicrofilia, la filia que se define por sentir excitación producida por el frío o al ver a personas con frío.

Agua y fuego: las caricias de los elementos

Si lo que sientes es una atracción inmensa por el mar, los océanos y mares, tienes talasofilia. Si nos lo llevamos a un terreno más sexual, se le llama albutofilia a la atracción por los baños, las duchas calientes y, en general, por el contacto con el agua.

Si crees que el baño es la mejor habitación de la casa y tienes atracción por tener relaciones sexuales en una bañera (en concreto), tu filia es la alveofilia.

En el lado más caliente de las filias, tenemos la pirofilia o también llamada pirolagnia, que aumentan la temperatura para aquellos fascinados por el fuego. Aunque todos amamos el calorcito de una buena fogata, para algunos, el calor significa mucho más.

Adrenalina y naturaleza: las filias de la aventura y el riesgo

La búsqueda de emociones fuertes y experiencias al límite puede llevar el deseo a nuevos horizontes, donde el riesgo y la aventura se entrelazan con la pasión de formas inesperadas.

Si eres de aventuras acuáticas y te gusta montar en barco o en cosas que floten, a lo mejor tienes undinismo, la filia que identifica a quienes les encanta el vaivén del mar.

Si eres más de volar, cuadras más con la filia llamada aerofilia, que captura la atracción por el vuelo y todo lo relacionado con volar.

Por otro lado, la crematofilia y la electrofilia o electrocutofilia (filia relacionada con encontrar placer al quemarse y con la electrocución y las descargas eléctricas) nos recuerdan que el filo entre el placer y el peligro es fino. Eso sí, siempre con un ojo en el consentimiento y el otro en la seguridad: protección siempre, en todos los sentidos…

Del tacto al olfato: explorando filias sensoriales

El tacto y el olfato, nuestros sentidos más primarios, pueden ser una fuente de placer inexplorado y sorprendente.

Seguimos con las filias meteorológicas y de la naturaleza con la dendrofilia, que nos invita a abrazar la naturaleza de una manera literal, encontrando en el frote o contacto con los árboles una fuente de placer.

Si tienes formicofilia, tras abrazar al árbol te encantará que se te suban encima insectos y recorran absolutamente toda la piel. La formicofilia etimológicamente significa amor por las hormigas, pero se utiliza también para otros insectos.

Respecto al olfato, tenemos la antolagnia, la filia para aquellos que encuentran excitante oler flores y que seguro que disfrutan mucho de recibir un ramo en un día como hoy.

Delicias y deseos: la gastronomía como fuente de placer sensorial y sexual

La relación entre la comida y el sexo es tan antigua como la humanidad misma, pero algunas preferencias llevan esta conexión a niveles completamente nuevos, mezclando el placer gastronómico con el erótico de maneras creativas y sorprendentes.

De esta mezcla sale un nuevo catálogo de filias curiosas. En general, tenemos la cibofilia, que es la atracción sexual por la comida o por ver a otros comer.

Si nos metemos en el uso de alimentos no sólo por su sabor, sino también por su potencial erótico, tenemos, por ejemplo, la filia llamada picacismo. El picacismo es la excitación sexual al introducirse alimentos en alguna de las cavidades del cuerpo con el fin de que la pareja los recupere con la boca.

Si tienes trullafilia, seguro que sientes placer sexual vinculado a los instrumentos de jardinería y las palas de cavar (alucina, más que con la filia -yo no juzgo-, con que exista y esté descrita). Cuidado si cultivas pepinos, plátanos y melones y cómo los usas porque nos vamos a la última fobia llamada fitofilia. Creo que no hace falta que concrete más.

Y no, no me lo puedo creer, pero no, no existe filia relacionada con el chocolate, otra joya que nos da la Tierra. Pero sí tenemos lo que se llama «sploshing«, una práctica fetichista que consiste es embadurnar nuestro cuerpo o el de otros con alimentos, bebidas o cualquier sustancia líquida con el fin de elevar la excitación sexual.

Cuidado esta noche si te invitan a cenar y te preguntan si tienes alguna preferencia, quizás quieras pensarlo dos veces antes de responder.

¿Qué es una filia? ¿Qué diferencia hay entre filias y parafilias?

Ahora me pongo seria, hay que diferenciar entre filia, parafilia y trastornos parafílicos. Como te he explicado, la filia no tiene por qué estar relacionada con nada sexual. En el caso de la parafilia, el término es más usado en psicología para referirse a patrones (no trastornos) de conducta sexual.

Hay filias raras, y otras menos raras, pero ¿quién determina qué es «normal»? Durante muchos años, las parafilias se asociaban a «desviaciones sexuales«. Sin embargo, hay comportamientos catalogados como parafílicos en siglos pasados (por ejemplo, el sexo oral) que son prácticas sexuales aceptadas y normalizadas por la sociedad en el presente.

Por tanto, las filias y las parafilias no son un trastorno a no ser que dependamos de un fetiche, un objeto, y que dependamos por completo de él para tener una respuesta sexual (la cual no conseguimos sin él).

Trastornos parafílicos: cuando las filias cruzan el umbral y la ley

En ciertas situaciones, cuando las parafilias involucran a individuos sin su consentimiento, complican las dinámicas de una relación de pareja y la vida de quien la sufre, pasamos a hablar de trastornos parafílicos.

Aquí ya nos adentramos en trastornos mentales que suponen un diagnóstico médico y que están recogidos en la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM- 5).

Estos trastornos parafílicos se extienden por más de 6 meses: existe y excitación sexual recurrente y deseos sexuales irrefrenables que se llegan a cumplir con personas que no han dado su consentimiento. Estos deseos y fantasías causan deterioro en lo social, laboral u otras áreas.

Muchos de estos trastornos parafílicos están recogidos en el código penal. Estoy hablando de, por ejemplo, froteurismo, exhibicionismo, voyerismo, pedofilia, etc.

En conclusión y tras ver esta lista de filias, lo mejor es no juzgar. No hay filias normales ni filias raras, aunque como hemos visto, sí que hay filias sexuales.

En este caso, lo importante es que dejes volar tu imaginación y que disfrutes. Eso sí, siempre con sexo sea seguro, y mientras que haya consentimiento, consenso, respeto, se cumpla la ley, no modifique tu comportamiento normal y no haya ningún peligro.

Bibliografía

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