Ola de frío: ¿cuándo se produce?
¿Qué es una ola de frío y cuándo se produce? No siempre que hace frío se puede decir que estamos ante una ola de frío.
Mar Gómez
Cuando bajan las temperaturas, todos escuchamos que se acerca una ola de frío. Enseguida nos viene a la mente que se acerca un frío intenso. Sin embargo, si nos preguntaran qué es, qué temperatura se necesita o los requisitos necesarios para considerarla como tal, pocos sabrían responder.
En invierno es normal que haga frío y no podemos hablar de ola de frío, cuando las temperaturas, aún siendo bajas o incluso muy bajas, sean relativamente habituales en el periodo invernal. Os contamos con detalle:
¿Qué es una ola de frío?
Una definición muy general podría ser «un episodio de temperaturas anormalmente bajas que se mantienen durante varios días y que afectan a una parte importante de nuestra geografía».
¿Qué criterio se debe cumplir?
No hay una definición de forma global para poder saber cuándo se puede hablar de ella. Y es que, como es lógico, no es lo mismo la temperatura en Canadá que en España. Mientras a una temperatura determinada en España se considera como ola de frío, en otros lugares del mundo se consideran valores normales.
No siempre que hace frío se puede decir que estamos ante una ola de frío como tal.
Por eso, en el mundo de la meteorología se ha optado por crear la siguiente definición. Podemos considerar este episodio cuando coinciden diversos factores. Los más importantes son:
Se considera ‘Ola de frío’ a un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de temperaturas mínimas diarias de los meses de enero y febrero del periodo 1971-2000.
Como veis en el mapa, existen diferencias para decretar una ola de frío según la zona geográfica. Pongamos como ejemplo Molina de Aragón (considerado el pueblo más frío de España) y Sevilla. Dos localidades con climas muy diferentes donde se necesitan temperaturas diferentes para poder hablar de forma oficial de este fenómeno.
En Molina de Aragón un 40% de los días invernales registran mínimas por debajo de los -4 grados y un 20% no llegan a los -7 grados. Por lo tanto, un día con una mínima de -7 grados no podrá ser considerado como una ola de frío.
Muy diferente es la situación si nos vamos hasta Sevilla. La temperatura mínima absoluta registrada en el aeropuerto de la capital andaluza es de -5,5 grados. Si en este caso llegáramos a los -7 grados centígrados, y se prolongara en el tiempo sí que hablaríamos de una ola de frío.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que dependiendo del clima de la zona consideraremos ola de frío a unas temperaturas u otras. Básicamente se tienen que dar temperaturas muy fuera de lo normal para la época del año y prolongarse durante al menos 3 días.
Tipos de olas de frío
Las olas de frío en España pueden nombrarse con ciertos adjetivos que van vinculados a la procedencia de las masas de aire.
Las masas de aire se clasifican en grupos según sus características básicas de temperatura y humedad. Por lo tanto, las olas de frio pueden tener procedencia polar o siberiana.
Ola de frío siberiana
Esta producida por una masa de aire muy fría de origen ártico/ polar continental. Son masas de aire con temperaturas muy bajas en superficie (-25 ó –30 ºC) y muy escaso contenido de humedad. Suelen producirse por la presencia de altas presiones en la región de Siberia durante el invierno, algo que hace que la región se enfrié notablemente y por lo tanto se refuerce aun más el anticiclón en esta zona, pudiendo producirse entradas de este aire frío hacia el resto del continente europeo.
Ola de frio polar marítima
Esta ola de frío polar se origina en el Atlántico norte, entre Groenlandia y las Islas Británicas. Estas masas de aire vienen cargadas de humedad y a la vez de temperaturas no demasiado frías con valores que rondan los cinco grados.
Ola de frío ártica marítima
Esta masa de aire se origina en el océano Ártico y es una masa de aire muy fría y seca. Cuando llega a España suele dar lugar a nevadas en invierno.