Un iceberg de 15.000 kilos llega a Málaga desde Groenlandia
El trozo de hielo se expondrá en la calle Larios para concienciar sobre el calentamiento global del Ártico, aunque la acción ha sido criticada por Ecologistas en Acción
Redacción
Un iceberg de 15 toneladas de peso ha llegado a la costa de Málaga, en concreto a la popular calle Larios, desde Groenlandia. El enorme pedazo de hielo ha aterrizado en la ciudad andaluza para concienciar sobre el impacto del cambio climático y el derretimiento del Ártico.
Una acción promovida por el equipo de «Desafío Ártico», apoyada por la Fundación Dingonatura y la Diputación de Málaga.
El iceberg de 15.000 kilos se encuentra en un contenedor refrigerado a -22ºC. Se le someterá a varios estudios científicos y servirá también para que la ciudadanía pueda comprobar en primera persona cómo de rápido puede deshacerse un iceberg, con el fin de alertar sobre las consecuencias del calentamiento global.
El «iceberg de Málaga» es sólo el colofón final de la expedición «Desafío Ártico», promovida por el aventurero malagueño Manuel Calvo, que inició un viaje a Groenlandia el pasado 17 de julio junto a un grupo de cinco adolescentes que han superado un cáncer.
En la expedición, el grupo pudo visitar entre otros lugares el glaciar Qooqqut y sus múltiples iceberg,s o el glaciar de Qaleraliq, uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra.
Durante el viaje, en el que recorrieron 300 kilómetros po el sur de Groenlandia, comprobaron directamente la huella del cambio climático en Groenlandia, observando el retroceso de los glaciares y el deshielo, y tomaron evidencias y muestras científicas para su estudio en la Universidad de Málaga.
Es la octava vez que Manuel Calvo, de 56 años, viaja a Groenlandia para documentar los efectos del calentamiento global en esta enorme isla perteneciente a Dinamarca, una zona que se calienta casi cuatro veces más rápido que el resto del mundo.
Críticas a la acción
La ONG Ecologistas en Acción ha criticado esta acción, principalmente por el gasto energético que supondrán mantener el iceberg sin derretirse, además del coste en emisiones de su traslado hasta España.
Mantener al iceberg en un contenedor a -22ºC supondrá un gasto energético que precisamente va en contra de la lucha contra el cambio climático.