Olas de calor más intensas: 5 soluciones para combatirlas

El cambio climático está haciendo que las olas de calor sean cada vez más intensas. El mundo se está adaptando y estas son algunas soluciones.

Mario Picazo

Mario Picazo

Los datos corroboran que el cambio climático que estamos generando los humanos, amplifica el calor en nuestro planeta.

Lo hace más intenso de día, pero también lo hace más fuerte e insoportable de noche. Cuando sumamos día y noche los datos de temperatura media se disparan. 

Dado que esas olas de calor van a continuar y se van a hacer cada vez más intensas, los humanos tenemos que empezar a pensar seriamente en las soluciones que podemos aportar para mitigar el cambio climático.

También hace falta una urgente necesidad de adaptación a este intenso calor. Estas son algunas de las ideas que sugiere el Word Economic Forum:

  • Zonas verdes urbanas

Las ciudades verdes son más frescas que las que contienen menos vegetación. Construir edificios cubiertos de vegetación por paredes, techos y corredores ayuda a bajar la temperatura de la isla de calor urbana. 

Introducir más vegetación en nuestras grandes urbes ayuda, y mucho, a reducir las islas de calor urbanas. Imagen : Unsplash

Ese verdor urbano puede ser especialmente práctico en ciudades donde llueve más. El proceso de liberar vapor de agua durante las fotosíntesis refresca. Por eso, con más plantas en la ciudad la temperatura puede ser más baja que sin ellas. 

Un ejemplo reciente es el de Freetown en Sierra Leona, que tiene como objetivo plantar 1 millón de árboles para enfriar la ciudad.

  • Arquitectura tradicional

Aparte de los materiales empleados para construir, la propia estructura de los edificios de una ciudad también puede ayudar a enfriar el entorno.

En zonas muy cálidas, como el Golfo Pérsico, un estudio ha descubierto que construir callejones estrechos amplifica la presencia de refrescantes sombras. 

También ayuda utilizar materiales de construcción que repelen el calor y absorben la humedad. La piedra caliza ayuda a refrescar en zonas urbanas. 

Los colores también juegan un papel importante, ya que los edificios de color claro reflejan más radiación solar que los oscuros y eso reduce la temperatura.

Basta con viajar a regiones del sur de España para comprobar que muchos pueblos son totalmente blancos

El color de los edificios juega un papel fundamental a la hora de enfriar el entorno. El blanco refleja mucha radiación solar comparado con los colores oscuros. Imagen: Unsplash
  • Poner nombre a las olas de calor

En España ya se ha planteado y la razón principal es la misma que se tomó cuando se empezaron a nombrar las intensas borrascas que vivimos en Europa.

La idea es alertar y preparar a la población ante la llegada de una situación meteorológica extrema.

En Sevilla, el alcalde y Arsht-Rock están trabajando en una escala de categorización de tres niveles y nombrarán las olas de calor en orden alfabético inverso.

Las primeras cinco se llamarán Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao y Vega.

En Atenas, han nombrado a un director de calor, ahora también el primer oficial de calor global. Su misión es probar la categorización de las olas de calor por nivel de amenaza, similar a las advertencias de huracanes.

Un algoritmo utiliza predicciones meteorológicas y tasas de mortalidad pasadas para dar a los residentes una indicación de lo peligroso que podría ser el calor.

  • Refrigeración pasiva

En Estados Unidos han estudiado con detalle como la sombra y la ventilación natural pueden reducir el uso del aire acondicionado hasta en un 80%. 

Para ello han utilizado modelos numéricos con datos meteorológicos de 2021. Los resultados muestran que estas técnicas mantenían las temperaturas en varios apartamentos fuera del llamado «umbral de peligro por calor«, sin necesidad de usar aire acondicionado. 

Los resultados del estudio podrían usarse para establecer códigos de construcción alrededor de ventanas y persianas que proporcionan ese alivio térmico para proteger a los inquilinos.

Ciudades como Viena, en Austria, están preparando sus calles para que sean más frescas. Imagen : Unsplash
  • Lugares frescos

Dado que gran parte de la población mundial va a vivir en ciudades y son los puntos calientes del planeta, muchas están experimentando con técnicas de enfriamiento. 

Una de ellas es la «cool straßen» (calles frías) sin automóviles en Viena, Austria. Allí los aerosoles de niebla dispensan finas nubes de vapor que reducen la temperatura. 

También se ha desarrollado una aplicación que advierte sobre episodios de calor extremo en Europa y ofrece una lista útil de lugares a los que puede ir para refrescarse. 

En Tokio, se están construyendo túneles de viento para aumentar el flujo de aire en áreas calurosas. La ciudad de Tel Aviv ha optado por instalar parasoles de tela de colores claros con paneles solares que alimentan las luces por la noche.