Pesca de río y sequía, ¿son compatibles?

Analizamos si es posible practicar pesca de río en situación de sequía.

José Mastral

José Mastral

La creciente sequía en España amenaza la conservación de los ecosistemas acuáticos presentes en los cursos fluviales del territorio. Y, con ello, la preservación de especies.

Con un 48’9% de agua embalsada actualmente en el conjunto del país, prácticas recreativas y deportivas en el medio acuático caben el riesgo de desaparecer en algunas zonas si no se gestionan adecuadamente en las próximas semanas los recursos hídricos disponibles.

Es el caso de la pesca de río, una práctica muy extendida en España de la que merece hablar al respecto.

pesca de río
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¿Qué es la pesca de río?

La pesca de río o fluvial es una modalidad de captura de peces en aguas de interior. Su práctica depende de las condiciones del río donde se quiera pescar, pero lo más habitual es hacer uso de cañas, carretes, anzuelos, sedales y señuelos.

Cada uno de estos elementos tendrán unas características u otras según el pez a pescar. También es común utilizar botes o kayaks para llegar a zonas del curso fluvial donde es más complicado acceder a pie.

La pesca fluvial en España

En territorio español la pesca en aguas dulces se sitúa muy extendida. Destacan grandes ríos como el Ebro, el Guadalquivir o el Tajo. En ellos habitan peces de mayor tamaño: carpas, lucios, luciopercas, siluros. Su captura es más difícil dada la fuerza que muestran y por su astucia y agilidad.

En el caso de Asturias, la zona de salmoneras es un atractivo para la pesca deportiva de truchas y salmones. Los ríos Sella, Eo, Navia, Narcea, Nalón y Caudal son lugares idóneos para ello, al igual que en las Rías Baixas en Galicia.

La trucha es muy apreciada por los pescadores deportivos de España. Tanto es así que su pesca es muy popular. La encontramos en zonas de llanuras y montañas en buena parte del país. En ríos como el Júcar en su cuenca alta, el Carrión en Palencia y el Cares en Asturias son donde más abundan.

pesca de río
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¿Cómo le puede afectar la sequía a la pesca de río?

En situaciones de sequía los cursos de agua que conforman el paisaje continental son los más afectados. A través de ellos observamos y analizamos las consecuencias, el grado de gravedad y de qué manera se ven perjudicados los diferentes ecosistemas acuáticos.

Además, el nivel de impacto no es igual en grandes cauces de ríos que en riachuelos o arroyos. En ríos que mantienen un caudal casi constante de forma natural con pequeñas variaciones ordinarias, podrán tener más posibilidades de conseguir riqueza ecosistémica, con mayor población de peces.

Otros factores como la temperatura del agua y la cantidad de corriente también son determinantes. Con el cambio climático presente y las sequías cada vez más frecuentes, las variaciones de caudal son más pronunciadas. Registrar niveles mínimos de caudal en grandes cauces origina la consiguiente falta de oxígeno en el medio acuático y la muerte masiva de peces.

Es por tanto que llegar a esta situación supondría la contaminación del medio acuático y una deficiente salubridad del agua. La práctica de pesca fluvial, por lo tanto, sería imposible. De hecho, las especies de carpa y trucha, tan valoradas en la pesca de río, son muy sensibles a la calidad del agua, por lo que la tasa de crecimiento y supervivencia se ven fuertemente condicionadas.

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Entonces, ¿es compatible la pesca de río con la sequía?

Para que sea viable practicarla en momentos de sequía es esencial el establecer con anterioridad un caudal mínimo que corresponda con el caudal ecológico del río. Y determinar así su nivel de regeneración. Es decir, encontrar por medio de diferentes indicadores, una situación de equilibrio para dar continuidad al ecosistema acuático y compatibilizarlo con otros usos.

Por ello, sí que sería posible la práctica de la pesca de río si existe una correcta gestión del agua y los caudales destinados para diferentes actividades son proporcionados y equilibrados. Además de cumplir como mínimo el caudal ecológico previamente calculado y seguir las normativas y regulaciones de pesca para evitar daños en los ecosistemas acuáticos.

pesca de río
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Restricciones por comunidades autónomas

La sequía se está recrudeciendo en 2023 y, ante esta situación, las comunidades autónomas toman medidas para afrontarla. Sobre todo en las zonas donde la falta de agua es superior.

En Cataluña se limita al 40% el uso de agua para destino agrícola y el 15% para usos industriales. Además se prohíbe el riego en zonas verdes y para la limpieza de la calles o vehículos con agua potable. El uso recreativo del agua se reduce igualmente, así como se disminuye el suministro de agua media por habitante a 230 litros por día.

En Aragón, en el municipio de Huesca el riego de zonas verdes se ha reducido de cinco a tres días y en la localidad de Aínsa se prohíbe el llenado de piscinas privadas con agua de la red de abastecimiento.

En Andalucía, en la ciudad de Sevilla está prohibido el riego con agua potable en jardines y zonas deportivas públicas y privadas, además de la limpieza de calles y el llenado de piscinas, público o privadas, que no dispongan de sistema de recuperación.

En Cantabria, por su parte, aunque no se esperan restricciones en los próximos meses, la sequía se empieza a notar, por lo que se ha decidido cerrar la pesca de salmón en algunos tramos de los ríos.