¿Qué cantidad de agua tiene el cuerpo humano? Porcentajes y mitos

¿Es cierto que hay que beber 8 vasos de agua al día? ¿Somos realmente un 60% de agua?

Elena Plaza

Elena Plaza

El agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, involucrada en la regulación de la temperatura, el rendimiento físico y mental, y numerosas funciones vitales. Siendo el componente mayoritario del cuerpo humano, con un 60% del peso en adultos y hasta 75% en niños, su ingesta adecuada es vital para compensar la incapacidad del cuerpo de producir o almacenar agua.

Los hombres suelen tener un porcentaje mayor de agua corporal que las mujeres debido a diferencias en la composición corporal, como mayor masa muscular.

La gestión del agua en el organismo implica un equilibrio entre la ingesta y la excreción, regulado por mecanismos como la sed y el metabolismo. La absorción del agua comienza en el estómago e intestino delgado, y su tiempo de tránsito hasta la vejiga puede variar.

Con recomendaciones de ingesta líquida sujetas a factores individuales y condiciones de vida, se desacredita la regla universal de los ocho vasos diarios, subrayando la importancia de adaptar el consumo de agua a las necesidades personales para prevenir la deshidratación y promover la salud general.

¿Qué es el agua en el cuerpo humano?

El agua representa el componente químico fundamental de nuestro cuerpo. Nuestro organismo es incapaz de producir agua por sí mismo, ni de almacenarla de manera eficiente, lo que hace indispensable asegurar una ingesta diaria adecuada para contrarrestar las posibles pérdidas y conservar un balance hídrico óptimo.

Imprescindible para numerosas funciones vitales: el agua juega un papel importante en la regulación de la temperatura corporal, así como en el desempeño físico y mental.

Además, contribuye a la hidratación de la piel, la lubricación de las articulaciones, el mantenimiento de la presión arterial, la eliminación de residuos, la distribución de oxígeno a través del cuerpo y la facilitación de los procesos digestivos.

¿Qué cantidad de agua tiene el cuerpo humano? ¿Cuál es el porcentaje del agua en el cuerpo?

El organismo humano es fundamentalmente acuoso, con una proporción de agua que varía dependiendo de factores tales como la edad, el sexo y la constitución física.

De manera promedio, el agua representa el 60% del peso corporal en los adultos. En el caso de los niños y bebés, este porcentaje puede alcanzar hasta el 75% o incluso más.

El control del agua se rige por el concepto de balance hídrico, que implica mantener una armonía entre la cantidad de agua ingerida y excretada. Este equilibrio es esencial para el funcionamiento adecuado de los procesos metabólicos.

Diariamente, el cuerpo regula este balance a través de mecanismos naturales como la sed y el apetito, los cuales nos incitan a reponer las pérdidas hídricas mediante la ingesta de líquidos y alimentos.

El consumo de agua se efectúa principalmente a través de la hidratación directa con agua, que comprende entre el 70% y el 80% del total. Pero también hay que tener en cuenta que los alimentos contienen agua y aportan el 20% al 30% restante.

Además, el organismo genera una cantidad menor de agua a través de la respiración y el metabolismo aeróbico.

En lo que respecta a la excreción de agua, esta se realiza a través de diversas formas: la orina, la evaporación cutánea insensible, el sudor, el vapor acuoso exhalado y el contenido de agua en las heces.

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El cuerpo de un hombre adulto está compuesto por cerca del 60% de agua, mientras que el de una mujer adulta posee entre un 50% y 55%. Fuente: banco de imágenes de Canva

¿Quién tiene más agua en el cuerpo, el hombre o la mujer?

En términos de composición corporal, existe una diferencia entre hombres y mujeres en relación con el contenido de agua.

Los hombres, caracterizados por una mayor proporción de masa muscular y menor cantidad de tejido adiposo en comparación con las mujeres, presentan, por tanto, un mayor porcentaje de agua en su organismo. Esto se debe a que el tejido muscular alberga una mayor cantidad de agua que el tejido adiposo.

De media, el cuerpo de un hombre adulto está compuesto por cerca del 60% de agua, mientras que el de una mujer adulta posee entre un 50% y 55%. Sin embargo, estos porcentajes pueden variar de una persona a otra al estar influenciados por factores como la edad, el grado de actividad física y la propia composición corporal del individuo.

Por lo que, si te preguntas cómo subir tu nivel de agua en el cuerpo, haz ejercicio y gana masa muscular ya que los músculos se componen de un 75% de agua y la grasa de un 10%. Aunque aquí lo importante es realizar ejercicio físico e hidratarse correctamente, no aumentar el nivel de agua en el cuerpo ya que este aumento no tendría ningún beneficio.

¿Dónde se encuentra la mayor parte del agua en el cuerpo humano?

Dijo Lorca: “Agua, ¿dónde vas?» Y en el cuerpo humano lo tenemos claro: dos terceras partes de líquido corporal total es fluido intracelular, y el tercio restante es fluido extracelular. Todo esto no es agua, está mezclado con otros elementos, pero puede hacernos una idea del reparto del agua.

Respecto a los órganos, las cifras varían según las fuentes consultadas, pero más o menos coinciden. La sangre está compuesta de un 83% de agua, el músculo de un 75,6%, el hueso de un 22%, el tejido adiposo de un 10% de agua, el cerebro de un 75% y la piel de un 72% de agua.

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Fuente iconos: Canva. Elaboración propia.

¿Cuántos litros de agua se debe tomar al día?

No hay un consenso mundial sobre cuál es la recomendación de ingesta adecuada diaria de líquido en el adulto, aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda de 2.5 litros para los hombres y 2 litros para las mujeres.

Como se ha mencionado, hay que tener en cuenta que el 75-80% del líquido total es suministrado por bebidas, mientras que el 20-25% restante es suministrado por alimentos sólidos.

Por lo que no sería necesaria la ingesta de tanta agua ya que también la recibimos de frutas, verduras y otras bebidas que también contribuyen a la hidratación diaria. Parece que hay un error de concepto entre la ingesta total de agua, sin contar con su procedencia. Además, esta recomendación de la EFSA es de un documento antiguo del año 2010.

Otra de las reglas de oro que carece de evidencia científica es que hay que tomar 8 vasos de agua al día. Se ha ido recomendando a lo largo de los años y quizás se ha malinterpretado.

Un estudio reciente publicado en la revista Science nos dice que beber ocho vasos de agua es demasiado, que no tiene evidencia científica y que solo sería necesaria la ingesta de entre 1,5 y 1,8 litros por día, según apuntan los científicos.

Eso sí, recalcan que la cantidad óptima de agua varía entre personas dependiendo de factores como el clima, la actividad física y la salud personal. Por tanto, deberíamos personalizar nuestra ingesta de agua según nuestra temperatura y nivel de actividad.

Quienes viven en ambientes cálidos y húmedos y en grandes altitudes, así como los atletas y las mujeres embarazadas y lactantes, necesitan beber más agua que otros, dicen los expertos.

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Beber ocho vasos de agua es demasiado, es un mito y no tiene evidencia científica. Fuente de la imagen: creada mediante DALLE-ChatGPT.

¿Cuánto podemos estar sin beber sin agua?

El ensayista y poeta W H Auden dijo: «Miles de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua». Y es así, si no bebemos agua nos morimos.

Todavía se debate en gran medida exactamente cuánto tiempo puede sobrevivir una persona sin agua. Las cifras oscilan entre 3 a 7 días, dependiendo de la fuente que se consulte.

La temperatura, la actividad física y la ingesta de alimentos son variables que influyen. Si no se bebe agua, pero se ingieren alimentos, el cuerpo puede aguantar más tiempo dado que los alimentos contienen agua. Pero esta cantidad de agua aportada por los alimentos no es suficiente y tiene consecuencias sobre el cuerpo humano.

Y esto lo “sufrieron en sus carnes” dos científicos que en 1944 voluntariamente dejaron de beber agua. Ingirieron alimentos tales como queso, pan, mermelada, chocolate, mantequilla, jamón, patatas. Pero no bebieron agua. Aguantaron 3 y 4 días respectivamente y pararon el experimento antes de empeorar más.

Por otro lado, el caso más largo registrado de supervivencia sin comida ni agua es el de 18 días. Este Récord Guinness del Mundo lo ostenta Andreas Mihavecz, en el momento del suceso tenía 18 años.
Ocurrió en 1979 en Austria, Andreas fue puesto bajo custodia policial tras un accidente de tráfico con varios muertos y heridos. En teoría él era pasajero en el accidente automovilístico y no era responsable del accidente.

Además, fue olvidado por la policía en su celda, y su madre que lo reclamaba también fue ignorada. Lo descubrieron 18 días después, con 22 kilos menos, al borde de la muerte, y solo ingirió la condensación del agua de las paredes de la celda.

¿Qué pasa si una persona no toma agua?

La deshidratación en el cuerpo humano se manifiesta en varias etapas, comenzando por la sensación de sed, que es el primer indicativo de una deshidratación incipiente, ocurriendo al perder aproximadamente el 2% del peso corporal. Esta pérdida provoca que los riñones conserven agua, resultando en una orina más concentrada y oscura.

A la vez, la sudoración disminuye, elevando la temperatura corporal. La sangre se espesa, ralentizando su flujo y obligando al corazón a incrementar su ritmo para mantener la oxigenación y la presión arterial adecuadas.

Al alcanzar una pérdida del 4% del peso corporal en agua, se observa una disminución en la presión arterial, pudiendo ocasionar síncope o desmayos.

La situación se agrava al perder el 7% del peso corporal, etapa en la cual se producen daños orgánicos significativos. Es en esta fase donde el cuerpo enfrenta dificultades para mantener la presión arterial, reduciendo el flujo sanguíneo hacia órganos no esenciales como riñones e intestinos, ocasionando daños sustanciales.

Comienza aquí un fallo renal que impide la depuración sanguínea, acumulando desechos celulares de manera rápida y severa, lo que podría resultar fatal sin intervención inmediata.

Además, la deshidratación afecta las funciones cerebrales, alterando el estado de ánimo y la claridad mental. Incluso una deshidratación leve a moderada (pérdida del 2% del agua corporal) puede deteriorar la memoria a corto plazo, la atención, las capacidades aritméticas y la coordinación motriz, especialmente bajo esfuerzo físico en condiciones de calor.

¿Dónde se absorbe el agua en el cuerpo humano? ¿Cuánto tarda en llegar a la vejiga el agua que bebemos?

La absorción del agua inicia en el estómago y continúa en el intestino delgado casi inmediatamente después de su consumo. Este proceso de absorción puede comenzar tan solo cinco minutos después de beber agua y extenderse hasta aproximadamente 120 minutos.

Posteriormente, el agua absorbida se traslada al torrente sanguíneo y de allí es conducida hacia los riñones, donde se filtra y transforma en orina. La orina luego es transportada desde los riñones hasta la vejiga por los uréteres, quedando almacenada hasta el momento de su expulsión.

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Sistema urinario: riñones, uréteres y vejiga. Fuente: banco de imágenes de Canva.

En condiciones normales, el agua ingerida puede empezar a llegar a la vejiga entre 40 y 60 minutos después de su consumo. Este tiempo puede acortarse si se ha ingerido una cantidad considerable de agua o en situaciones de deshidratación intensa.

Por el contrario, el proceso puede ralentizarse si se ha comido recientemente o si se ha consumido bebidas con cafeína o alcohol, ya que esto puede influir en la velocidad de absorción y, por tanto, en el tiempo que tarda el agua en alcanzar la vejiga.

Es importante destacar que estos tiempos son estimaciones generales y pueden variar significativamente de persona a persona, en función de factores como el metabolismo individual, el nivel de actividad física, el estado general de salud y la presencia de determinadas enfermerdades.

¿Cuántos litros de agua se debe tomar para bajar de peso?

El consumo de agua como estrategia para la reducción de peso ha sido objeto de estudio; sin embargo, las pruebas de su eficacia son aún limitadas. Según investigaciones recientes, se registró una disminución promedio del peso corporal del 5.15% entre los participantes.

Estos resultados se obtuvieron aplicando diversas técnicas, como el aumento del consumo diario de agua, la sustitución de bebidas con alto contenido calórico por agua y la ingesta excesiva de agua antes de las comidas.

La táctica más exitosa, según el estudio, fue la sustitución de bebidas calóricas por agua. Sin embargo, la calidad de la evidencia científica generada varía de baja a moderada, y el período de seguimiento del estudio es insuficiente como para poder fundamentar una recomendación sólida basada en la evidencia científica acerca del uso del agua como método para perder peso.

Por otro lado, se ha difundido el concepto erróneo de que un alto consumo de agua puede causar retención de líquidos, cuando en realidad, la situación es justo lo contrario. La falta de agua en el cuerpo activa mecanismos de defensa destinados a retenerla. Beber agua facilita la eliminación de toxinas y puede contribuir a disminuir la retención de líquidos.

En el contexto de la pérdida de peso, una adecuada hidratación puede favorecer al metabolismo y promover una sensación de saciedad y esto puede producir una menor ingesta calórica. Sin embargo, los estudios sobre la relación entre la sensación de saciedad y el consumo de agua muestran resultados variados y contradictorios.

Si estás buscando reducir tu peso corporal, lo recomendable es consultar a un profesional de la nutrición o un endocrino. Estos expertos pueden personalizar el consumo de agua según la actividad física, el aporte calórico y realizar una evaluación detallada, considerando que la respuesta a dichas intervenciones es claramente individual.

Esperamos haber aclarado dudas sobre el agua y el cuerpo humano en El Día Mundial del Agua. Pero, sobre todo, espero que mejore y se garantice el acceso universal a este recurso vital fundamental para preservar nuestra salud y la del planeta. Algunos tenemos mucha suerte de abrir el grifo y tenerla en segundos al alcance de nuestra mano.

Bibliografía

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