Tipos de medusas y picaduras

¿Te preocupa encontrarte con medusas en la playa? Aprende cómo identificar las medusas más frecuentes en España y qué hacer en caso de picaduras.

Elena Plaza

Elena Plaza

Las medusas generan sentimientos encontrados. Una mezcla de miedo mezclado con fascinación dada la belleza que tienen. A pesar de su apariencia frágil y delicada, tenemos registros fósiles que se remontan a más de 600 millones de años, lo que las convierte a las medusas en uno de los organismos más primitivos de nuestro planeta.

Aunque poseen células nerviosas y órganos de los sentidos, son los animales más simples que nos podemos encontrar. Tienen una cavidad gastrovascular, en donde se realiza la digestión. Pero la misma cavidad lo utilizan también como sistema excretor y de distribución de oxígeno y nutrientes.

Tipos de medusas

Las medusas forman parte del grupo zoológico de los cnidarios. La palabra «cnida» proviene del griego y significa ortiga. Con aproximadamente 10.000 especies conocidas, los cnidarios constituyen un grupo diverso y adaptativo en el reino animal.

El 99% de estas especies habitan en ambientes marinos, aunque algunas excepciones, como las hidras, pueden encontrarse en agua dulce.

Existen medusas de todos los colores, formas y tamaños. Por ejemplo, medusa melena de león (Cyanea capillata), puede tener tentáculos de hasta 60 metros. Superan en longitud incluso a la majestuosa ballena azul. No están por España, pero se han visto hace años por las costas de Francia.

En contraste, la medusa nomura es notable por su masa, alcanzando más de 200 kilogramos de peso y medir hasta 1.20 metros de diámetro, siendo una de las más grandes que se encuentran en las aguas de China, Japón y Corea.

Como curiosidad, en 2013, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) incluso recomendó el consumo de medusas como una estrategia para contrarrestar su proliferación.

Pero eso ya lo hacen desde hace muchos años en China, Japón y Corea y en alguna zona de EEUU. En España se ha intentado con la medusa huevo frito sin mucho éxito.

Medusa Melena de león. Fuente: medusas.org

¿Por qué pican las medusas?

Las medusas poseen cnidocitos, que son células urticantes especializadas utilizadas tanto para la alimentación como para la defensa. Estas células están distribuidas por todo el cuerpo de la medusa, aunque se encuentran principalmente en los tentáculos.

Cada cnidocito contiene una cápsula con un filamento espinoso y enrollado que termina en un dardo, el cual puede inyectar un veneno proteico. Los cnidocitos se activan mediante estímulos mecánicos, como el contacto físico, y químicos.

Al activarse, el dardo se dispara desde la cápsula y penetra la piel del animal objetivo en menos de una millonésima de segundo, aplicando una fuerza de impacto que alcanza más de 70 toneladas por centímetro cuadrado. Este proceso es uno de los movimientos más rápidos conocidos en el mundo natural, según la Guía de identificación de medusas y otros organismos gelanotinosos.

Las medusas con tentáculos largos y densos causan más lesiones por la mayor cantidad de cnidocitos por centímetro, frente a otras con tentáculos más cortos que pueden resultar menos peligrosas.

Importante: las picaduras pueden ocurrir incluso si la medusa está muerta o si solo entramos en contacto con sus tentáculos.

¿Qué tipos de medusas hay en España?

El litoral español alberga aproximadamente 200 especies de medusas. Aunque la mayoría son de un tamaño casi microscópico y forman parte del plancton, existen algunas que son conocidas por su tamaño y peligrosidad.

Aunque es importante saber que las costas españolas están libres de medusas con picaduras mortales, algunas poseen un veneno potencialmente nocivo para los seres humanos.

Entre las especies más frecuentes en España, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Guía de identificación y tratamiento de picaduras de medusas y otros organismos gelatinosos de la costa mediterránea española.

Las medusas más peligrosas de España

La carabela portuguesa

Conocida científicamente como Physalia physalis. Es un organismo marino cuya picadura, aunque muy dolorosa y potencialmente peligrosa debido a su veneno neurotóxico, citotóxico y cardiotóxico, no es mortal.

Esta especie, que se encuentra principalmente en el Atlántico, ha empezado a aparecer también en el Mediterráneo.

Caracterizada por un flotador azul y tentáculos que pueden superar los diez metros, esta medusa posee células urticantes que pueden causar desde escozor y dolor intenso hasta reacciones más graves como temblores y convulsiones en casos poco comunes.

Carabela portuguesa (Physalia physalis). Fuente: banco de imágenes de Canva
Carabela portuguesa (Physalia physalis). Fuente: banco de imágenes de Canva

Cubomedusa o avispa de mar

Conocida científicamente como Carybdea marsupialis. Es la única cubomedusa (se llama así porque la umbrela tiene forma de cubo) reconocida en el Mediterráneo. Esta medusa es casi transparente, lo que la hace difícil de detectar en su hábitat natural en aguas poco profundas del Atlántico tropical y, recientemente, en el Mediterráneo.

Se mueve desde el sustrato arenoso a la superficie durante la noche y su picadura provoca efectos intensos y dolorosos, incluyendo quemaduras, dolores musculares y articulares, además de vómitos, cansancio y ansiedad, que pueden ser de corta duración. Su picadura es muy dolorosa y urticante, pero tampoco es letal.

Pelagia noctiluca, o medusa luminiscente

Es notable por su coloración rosada o rojiza y su capacidad bioluminiscente. Esta medusa es abundante en el Mediterráneo occidental, especialmente durante la primavera y el verano.

Con un diámetro de hasta 20 cm, sus tentáculos largos y finos liberan un veneno que provoca una picadura extremadamente dolorosa, acompañada de quemaduras, ampollas, y en algunos casos, náuseas y dificultad respiratoria.

Chrysaora hysoscella

Conocida también como acalefo radiado o medusa de compás, es común en las aguas del Atlántico y Mediterráneo, especialmente en temporadas templadas y durante la primavera. Esta especie se distingue por su umbrela de color blanco amarillento adornada con 16 bandas marrones.

Al igual que la Pelagia noctiluca, posee una picadura dolorosa que puede causar lesiones eritematosas y edema, con síntomas que incluyen picor y quemazón intensos.

Carybdea marsupialis Medusa cubomedusa Holger Krisp España
Carybdea marsupialis. La única medusa del tipo cubomedusa que está presente en España. Autor: Holger Krisp. Fuente https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mittelmeer_Seewespe_Carybdea_marsupialis_1.jpg

Las medusas menos urticantes de España

Rhizostoma pulmo

Comúnmente conocido como acalefo azul, es frecuente en las aguas costeras europeas desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo.

Su apariencia es notable por la umbrela acampanada de color blanco azulado con un ribete violeta y carece de tentáculos marginales, contando en cambio con ocho brazos orales gruesos y fusionados.

La picadura de esta medusa es generalmente leve, causando un escozor ligero e irritación que tiende a desaparecer por sí solo en poco tiempo.

Medusa huevo frito

Su nombre científico es Cotylorhiza tuberculata, es una especie endémica del Mediterráneo. Esta medusa se distingue por su color amarillo y marrón y su forma abombada, que recuerda a un huevo frito.

Aunque su picadura puede provocar irritación y picor, generalmente no es grave y raramente requiere atención médica, a menos que se presente una reacción alérgica. Esta especie es más abundante a finales de verano y principios de otoño.

Medusa luna

Conocida como Aurelia aurita, es otra especie común en los mares, incluido el Mediterráneo. Su cuerpo transparente y azulado, que puede alcanzar hasta 40 cm de diámetro, tiene una forma que se asemeja a un plato con cuatro órganos reproductores de color púrpura en forma de herradura.

Aunque su picadura es generalmente leve, puede causar una pequeña molestia similar a una quemadura.

Alexey Masliy. Cotylorhiza tuberculata, medusa huevo frito España Mediterráneo
Cotylorhiza tuberculata, llamada comúnmente medusa huevo frito. Es una espécie endémica del Mar Mediterráneo. No es una de las más venenosas, aunque su picadura puede producir picor e irritación. Autor: Alexey Masliy. Fuente: Banco de imágenes de Canva

Las medusas menos peligrosas de España

Velella velella

Comúnmente denominada vela de mar o medusa velero, es frecuente especialmente en el Mediterráneo durante la primavera.Esta especie se caracteriza por tener una estructura superficial rígida de color azul que funciona como una vela, permitiéndole desplazarse con el viento.

A pesar de que su picadura es considerada leve, es recomendable evitar el contacto directo con esta medusa.

Medusa bombilla, Mnemiopsis leidyi

Es un ctenóforo, un tipo de organismo que, a diferencia de las medusas cnidarias, no posee células urticantes y, por tanto, es inofensiva para los humanos.

Sin embargo, esta especie es altamente dañina para los ecosistemas marinos que invade, ya que puede alterar significativamente la cadena alimentaria y la biodiversidad local. Está presente tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

Rhizostoma luteum

Es la medusa más grande que se puede encontrar en las aguas del estrecho, apareciendo ocasionalmente y, algunos años, es relativamente frecuente en aguas de Andalucía y Murcia.

Aequorea forskalea

También se encuentra en el Mediterráneo español y es más común en la primavera, es notable por su bioluminiscencia y por formar grandes enjambres ocasionales. Su campana aplanada y transparente con bordes de filamentos finos, la hace visualmente distintiva, aunque su picadura no representa un riesgo para los humanos.

medusas velella
Medusas Velella velella. Fuente: medusas.org

¿Qué efectos produce la picadura de una medusa?

Como hemos visto, en general, la mayoría de los tipos de medusa pican. Sin embargo, la gama de efectos que su veneno puede tener sobre los humanos varía considerablemente. Algunas especies tienen un veneno que es relativamente inofensivo para nosotros, mientras que otras pueden causar reacciones más graves.

Tras una picadura, la primera reacción suele ser un dolor agudo y punzante que puede ser seguido por una lesión cutánea persistente. La duración de la picadura de una medusa puede durar desde días hasta meses.

En algunos casos, la reacción puede extenderse más allá de la piel, causando síntomas sistémicos como temblores, fiebre, vómitos y calambres. Estos efectos secundarios dependen de la sensibilidad individual al veneno, de la cantidad de veneno que ha sido inyectado y del tipo de veneno.

Los venenos se clasifican en cuatro categorías principales: enzimas, neurotoxinas, citolisinas y componentes bioactivos no proteicos.

Algunos actúan invadiendo células y replicándose, como un virus. Otros tipos de veneno atacan principalmente al sistema nervioso central y periférico, causando diversos daños que pueden afectar gravemente a otros sistemas corporales, e incluso resultar en efectos degenerativos en el sitio de la picadura.

Y otros venenos son menos dañiños pero causan un dolor más agudo en la zona afectada y pueden intensificar la acción del veneno.

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Si preguntas cuánto dura una picadura de medusa, te diré que entre días, semanas o incluso meses. En la foto vemos una picadura de medusa a las dos semanas. Se ve como la lesión es alargada, producida por uno de los tentáculos. Autor: Erin G. Fuente: Flirck https://www.flickr.com/photos/character/3813929862/in/photostream/

¿Qué se debe hacer en caso de picadura de medusa?

Lo más importante que tenemos que saber es que ante síntomas graves como dificultad para respirar o hinchazón de la lengua o garganta, busca atención médica de emergencia inmediatamente, ya que podría tratarse de una reacción alérgica grave que puede acabar en shock anafiláctico e incluso la muerte.

Ante una situación normal sin esta reacción alérgica grave, el manejo general de las medusas es el que se va a explicar a continuación.

Aunque en algunas ocasiones, los profesionales (sanitarios, socorristas, etc) pueden reconocer las medusas y modificarlo. Por ejemplo, con la Carabela Portuguesa, se aplica calor en vez de frío. Y en otras sí se aplica vinagre. Pero, si no reconocemos las medusas, los pasos comunes a aplicar son los que se cuentan a continuación.

– Salir del agua tranquilamente para no agitar las células urticantes y evitar nuevas picaduras.

– Fuera del agua, hay que retirar los restos de tentáculos con precaución utilizando pinzas, guantes o una tarjeta plástica para evitar el contacto directo con las células urticantes que aún puedan estar activas.

– Luego procederemos a lavar la zona con agua salada que ayuda a limpiar la herida sin activar las células urticantes que aún puedan quedar en la piel.

– Tras el lavado, se aplicará frío localizado durante 15 minutos (en lapsos de 3’ +2’ de descanso) en la zona afectada con una bolsa de plástico con cubitos de hielo (nunca directamente en la picadura.

– Es importante aplicar el hielo rápido, entre los primeros 5 a 10 minutos tras la picadura para aliviar el dolor, la infamación y reducir la efectividad del veneno.

– Los días posteriores hay que cuidar la herida para prevenir infecciones utilizando soluciones antisépticas y cubriendo con gasas estériles. Mantener la herida limpia y cubierta ayuda a prevenir infecciones secundarias, muy frecuentes en este tipo de lesiones.

Si la picadura es extensa o tenemos dudas sobre su gravedad, se recomienda consultar con el médico para que evalúe la situación. En ocasiones será necesario que nos prescriban antihistamínicos, antiinflamatorios y calmantes.

Picaduras de Carabela portuguesa. Arriba, a la izquierda: picadura después de 2 h en el dorso de un paciente. Arriba, a la derecha: picadura después de 12 h en la parte lateral del pecho; observe que el paciente está acostado. Abajo, a la izquierda: picadura después de 12 h en el dorso. Abajo, a la derecha: picadura de 24h en la muñeca. Fotografías: Shirley Pacheco de Oliveira y Vidal Haddad Junior. Obtenidas del artículo con creative commons: Haddad Junior, V., Virga, R., Bechara, A., Silveira, F. L. da, & Morandini, A. C. (2013). An outbreak of Portuguese man-of-war (Physalia physalis – Linnaeus, 1758) envenoming in Southeastern Brazil. Revista Da Sociedade Brasileira de Medicina Tropical, 46(5), 641–644. https://doi.org/10.1590/0037-8682-1518-2013

¿Qué NO hacer ante una picadura de medusa?

Evita frotar o rascar con toallas o arena la zona afectada ya que manipular la zona afectada puede causar la liberación de más veneno.

No utilizaremos agua dulce, que al contrario de la salada, sí puede provocar la reactivación de las sustancias urticantes.

No utilices remedios caseros como orina, vinagre o amoniaco o alcohol. Algunas picaduras sí se benefician del uso del vinagre, pero hay que reconocerlas y esto debe ser realizado por un profesional. Estos remedios pueden no ser efectivos y, en algunos casos, pueden empeorar la situación.

– Y, por último, no hay que aplicar vendajes a presión.

¿Cómo evitar que las medusas te piquen?

Como siempre se dice, es mejor prevenir que curar. Así que, si te encuentras con una medusa en el agua, es vital mantener la calma y alejarte de forma suave para evitar agitar los tentáculos, que podrían rozar la piel y provocar una picadura.

Las medusas no atacan intencionadamente, sus picaduras suelen ser accidentales. Por lo que, si es absolutamente necesario, se puede intentar desplazar la medusa empujando la parte superior de su cuerpo, la menos urticante, con mucha precaución.

En cuanto a la seguridad, es fundamental seguir las recomendaciones de vigilantes y socorristas. Las playas suelen tener sistemas de banderas para indicar la presencia de medusas y el nivel de riesgo: una bandera amarilla señala precaución y una roja indica prohibición de baño.

En algunos lugares se utilizan banderas específicas para advertir sobre medusas y existen protocolos sobre el tipo y la cantidad de medusas y de cuando hay que desalojar las playas y cuando no.

medusas purpura velero velella valencia
Medusas Púrpura velero, Velella velella en Valencia. Aunque en este caso son poco urticantes, se recomienda no manipular las medusas que quedan en la arena porque pueden continuar inyectando veneno hasta pasadas 24 h. Autor Flickr/Dan, Licencia CC Attribution2.0 Generic

No es recomendable bañarse cerca de la orilla si hay medusas, ya que fragmentos como tentáculos pueden estar presentes y siguen siendo activos. Ten en cuenta que la zona de rompiente se considera especialmente peligrosa cuando hay presencia de medusas, ya que es probable que se acumulen fragmentos urticantes desprendidos.

Los trajes de neopreno ofrecen cierta protección, pero áreas expuestas como el cuello y las muñecas pueden ser vulnerables a picaduras.

Utilizar cremas solares puede ser útil, ya que además de protegernos de los rayos UV, pueden formar una barrera ligera contra el contacto con medusas, aunque esta protección no es absoluta.

Por otro lado, es aconsejable evitar usar cubos para coger agua del mar en presencia de medusas, pues fragmentos invisibles pueden causar picaduras.

Finalmente, es importante evitar el contacto con medusas muertas o sus restos que quedan en la arena, ya que su capacidad urticante puede permanecer activa hasta 24 horas después de secarse.

Si observas medusas y no hay señalización visible, es tu responsabilidad informar a los vigilantes de playa más cercanos para que puedan tomar las medidas apropiadas.

Como conclusión, las medusas son criaturas marinas fascinantes pero pueden representar un peligro cuando entramos en contacto con ellas. Es fundamental conocer los tipos de medusas, especialmente en áreas propensas a su aparición, y entender los tratamientos adecuados para las picaduras de medusas.

Recuerda siempre buscar asistencia médica si las reacciones son severas o no sabemos manejar la situación, mantener la calma, seguir estas pautas y, sobre todo, las que nos proporcionen los socorristas y puestos de atención de emergencias.

Bibliografía

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