Vivir del bosque: clave en la lucha del cambio climático en España

En el Día de los Bosques queremos resaltar las posibilidades del uso sostenibles de los recursos forestales para «vivir del bosque».

María José Montesinos

María José Montesinos

Los árboles producen oxígeno, conservan el agua, preservan el suelo y sostienen la biodiversidad. Pero no solo eso, también nos proporcionan recursos que podemos aprovechar, siempre que sea de manera sostenible.

«Vivir del bosque» es una opción factible que promueve la creación de empleo y la generación de riqueza según los expertos, que subrayan que los bosques son además agentes decisivos en la lucha contra el cambio climático. Algo que es importante recordar este 21 de marzo, en que se celebra el Día Internacional de los Bosques.

La revolución industrial iniciada en el siglo XIX brindó un desarrollo económico sin precedentes, a costa de basar ese progreso en la energía fósil. Desde los años 1950 se ha producido una fuerte aceleración que ha traído aumentos “en las emisiones de dióxido de carbono, metano y ozono, temperatura, acidificación, pesca y pérdida forestal”, señala el informe del Ministerio de Transición Ecológica ‘Los bosques españoles como solución al cambio climático’.

Los bosques, agentes contra el cambio climático

Los bosques están llamados a desempeñar “un papel nuevo y catalizador porque son los principales hospedantes de la biodiversidad terrestre; los sumideros de carbón más grandes; la principal fuente terrestre para la generación de lluvias y la mayor fuente de recursos biológicos no alimentarios y no alimentarios” explica Marc Palahí, presidente del European Forest Institute.

Como sumideros de carbono, los bosques tienen un papel determinante contra el cambio climático

Sin embargo aprovechar su potencial requiere “una nueva visión que vea nuestros bosques no como una herramienta para ‘compensar’ para el sistema económico roto existente, sino más bien como un sistema transformador para crear un nuevo paradigma económico”, advierte Palahí.

Los bosques cubren en España una superficie aproximada de 18,5 millones de hectáreas. Fuente: Pixabay

En España, el sector forestal supone el 1,4% del PIB y, según datos de la Unión Empresarial de la Madera y el mueble de España (Unemadera), da empleo a 150.000 personas. La fabricación de mueble es con 63.000 profesionales, el subsector con más empleo mientras que la industria de la madera da trabajo a otros 60.000. La gestión forestal mantiene otros 23.000 empleos.

España, tercer país de Europa en bosques

En España existen unas 18,5 millones de hectáreas de bosque según el Inventario Forestal Nacional (IFN). “España es el tercer país de la Unión Europea en superficie forestal, solo superado por Suecia y Finlandia, pero el sector está desaprovechado”, afirman Carmen Avilés y Manuel López-Quero, autores del informe ‘Innovación medioambiental en las empresas del sector forestal’.

Los bosques ocupan unas 18,5 millones de hectáreas de la superficie española

Esos expertos demandan una mayor innovación en el tratamiento de la madera y productos forestales, ya que se trata de “materias primas básicas en la producción de outputs de consumo masivo como pueden ser el papel y derivados, mobiliario o energía renovable a través de la biomasa”. Todo un potencial para vivir del bosque.

Las ventajas de la biomasa

La biomasa, apuntan estos científicos, posee algunos aspectos favorables frente a otras energías renovables, como son “su no estacionalidad y su tecnología más competitiva económicamente”. Los pellets y la astilla son los  productos de biomasa forestal más conocidos y más utilizados en el mercado actual de bioenergía forestal.

Pellets dispuestos a usarse como biomasa. Fuente: Pixabay

Avilés y López-Quero estiman que “la bioenergía puede generar en el futuro en España entre 50.000 y 60.000 empleos, existiendo además un potencial productivo de 10 millones de toneladas de biomasa en los bosques por aprovechar, que equivalen a 20 millones de barriles de petróleo anuales”.

Una oportunidad para la independencia energética

Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, ha llamado la atención este mismo mes de marzo sobre la oportunidad que la biomasa representa en “estos convulsos tiempos en los que el precio del petróleo y el del gas aumentan sin tregua día tras día”.

“Contamos con más de 20 millones de toneladas de biomasa agrícola y forestal de menor calidad, perfectamente utilizable para generar energía eléctrica, que podrían abastecer de forma sostenible una potencia superior a 2.500 MW eléctricos”, afirma Díaz.

La madera ofrece buenos resultados como elemento de construcción. Fuente: Pixabay

Existen otros usos para los recursos forestales, como su utilización en muebles o en la construcción, donde cuenta con la ventaja de ser una materia renovable. Desde la organización de certificación sostenible FSC explican que “la madera no resulta más frágil o peligrosa frente al fuego que otros materiales como el hormigón o el acero. Se quema a una velocidad lenta a partir 400°C y es difícil que colapse de forma repentina. La capa carbonizada genera además una superficie de protección de la parte interna”.

«El aprovechamiento responsable de los recursos forestales mejora la conservación de los bosques»

También se dan otros aprovechamientos como la fabricación de papel y cartón, otro ejemplo de las oportunidades para vivir del bosque. Desde FSC se defiende que “el aprovechamiento responsable y bien gestionado de los recursos forestales mejora la conservación de los bosques, extrae siempre menos madera de la que se produce de forma natural, previene incendios y evita la despoblación en entornos rurales”.

Equilibrio en la gestión forestal para poder vivir del bosque

“La gestión forestal permite un equilibrio entre la producción y la sostenibilidad del sistema y el abandono de la gestión puede conducir a masas muy densas, más vulnerable a las sequías o los incendios”, se indica en el informe del Ministerio de Transición Ecológica ‘Los bosques españoles como solución al cambio climático’.

El uso de los recursos naturales debe hacerse de forma sostenible. Fuente: Pixabay

La profesora Avilés se refiere también a esos aprovechamientos para vivir del bosque como ejemplo de bioeconomía que “no se centra solo en objetivos económicos sino en usar recursos naturales que aseguren el futuro a través de una gestión sostenible”. En este mismo sentido, Palahí advierte sobre la necesidad de “poner en valor los sistemas forestales” a fin de “frenar la deforestación, pues muchos bosques desaparecen por la implantación de otros usos”.

Poner en valor los bosques para frenar la deforestación

El papel de los bosques como sumideros de carbono y como guerreros de primera fila en la lucha contra el cambio climático es imprescindible. Los bosques españoles fijan alrededor del 19% de las emisiones totales de CO2 producidas en España, afirmaba hace unos años un estudio de Gregorio Montero, aunque otro más reciente del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Cataluña cifraba esa captura del carbono en el 15%.

Las funciones ecológicas de nuestros bosques son múltiples. Fuente: Pixabay

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza  el papel de los bosques frente al cambio climático se basa en la captura del CO2 atmosférico, pero también en el prevenir la pérdida de carbono que ya está presente en la vegetación y los suelos. En este último apartado, los bosques españoles tienen almacenadas más de 2.858 millones de toneladas de CO2.