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de vida, hoy a penas consiguen mantener en pie un puñado de vestigios. Una vez más la historia de algo que fue y hoy a penas si figura en algún mapa. Este es el caso del enclave que asomo a vuestras pantallas, Velasco en Soria, provincia especialmente castigada por el fenómeno de la despoblación. Según el catastro de 1749 realizado por el Marqués de la Ensenada, ministro de Fernando VI, Velasco contaba con una población de más de 100 personas y 26 casas. En el censo de 1879 ordenado por el Conde de Floridablanca, ministro de Alfonso XII, su población alcanzaba los 126 habitantes y una escuela con 12 alumnos. Mientras que ya en 1842 su población descendía a los 82 vecinos y 21 hogares. Sus tierras eran de regadío y se dedicaban al cultivo de hortalizas, así como al cereal y al cáñamo. Ovejas, cabras, vacas y cerdos componían su cabaña ganadera. Destacaba la fabricación de queso de cabra. Carrascas y enebros se encuentran fácilmente en su término. Velasco se encuentra sobre un pequeño altozano a cuyos pies discurre la N122, a unos 300 metros, que habrán de hacerse andando. A 9,5 km. se encuentra la localidad de El Burgo de Osma. Un tan deseado como retrasado y que nunca parece llegar proyecto, pretende el desdoblamiento y transformación de la actual N122 en la A11 (Autovía del Duero). Proyecto complicado por el hecho de que gran parte de su trazado coincide con las tierras bajo la denominación vinícola de Ribera del Duero, topando con importantes intereses económicos. Parece ser que en la redacción de este proyecto se contempla que parte del trazado de la futura A11 discurra por Velasco, lo que supondría la definitiva desaparición de cualquier vestigio del poblado que allí hubo. Un lugar con un encanto muy particular, a mi forma de ver. Quizás ese encanto que surge al volver con nostalgia la vista hacia atrás. Espero que estas imágenes hechas una tarde de verano os provoquen esas mismas sensaciones que yo tuve mientras visitaba Velasco, en la provincia de Soria.-