Combustible para aviones usando dióxido de carbono capturado

Esta empesa de Nueva York ha desarrollado una novedosa tecnología que permite reusar el carbono capturado para elaborar combustible para aviones

Mario Picazo

Mario Picazo

Cada vez es mayor el número de empresas que buscan fórmulas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.  Atrapar dióxido de carbono, el gas más nombrado cuándo se habla de cambio climático, se ha convertido en todo un reto.

Reutilizar dióxido de carbono puede ayudar a reducir la contaminación y el calentamiento global. Por eso, una pequeña startup ubicada en el corazón de Brooklyn, Nueva York, trabaja en  generar combustible para aviones usando el dióxido de carbono capturado de diferentes fuentes.

Combustible
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los aviones puede ayudar y mucho a limitar el calentamiento global en un futuro. Tanto este sector como el de la navegación buscan alternativas a los combustibles convencionales. Foto: Unsplash

Convirtiendo dióxido de carbono en gasolina para aviones

La empresa, Air Company, está llevando a cabo las primeras pruebas para generar unos miles de litros de combustible cada año. La idea es testarlos principalmente en aviones del ejército de Estados Unidos. De momento, Stafford Sheehan, el principal responsable de la empresa, lo presenta como un proyecto piloto que espera evolucione a gran escala. 

El prototipo de elaboración de combustible cuenta con un sistema de tuberías conectadas a un tanque que contiene dióxido de carbono. También está formado por un par de electrolizadores que generan hidrógeno usando electricidad limpia, consiguiendo de esa manera dividir las moléculas de agua.

El hidrógeno y el dióxido de carbono reaccionan entre si gracias a un catalizador metálico formado por un ingrediente secreto, unas pequeñas pastillas metálicas de color negro. Sheehan se refiere a ellas como la ¨salsa especial¨ , y es el ingrediente de futuro que puede abrir la puerta a la elaboración de miles de millones de litros de combustible libres de fósiles.  

Combustible limpio para un futuro más sostenible

Lo que ha empezado como una instalación modelo, podría convertirse en el futuro en plantas adicionales para generar millones de litros al año. Usar electricidad limpia y dióxido de carbono capturado de la atmósfera servirá para generar un carbono que aunque no sea del todo neutro.

El actual procede de una fuente de emisiones y por lo tanto su origen si tiene relación con la quema de combustibles fósiles. Sin embargo el producto resultante si podría ser un firme candidato para sustituir los combustibles fósiles recortando futuras emisiones.  

Pero no todo se queda en la Tierra, Air Company también está trabajando codo a codo con la NASA. El proyecto espacial tiene como misión principal poder ayudar en un futuro a los astronautas que viajen al planeta rojo a producir combustible para sus cohetes. Dado que la atmósfera de Marte es rica en dióxido de carbono, sería una fuente inagotable de combustible.

Conseguir combustibles sostenibles para el transporte y la movilidad en general es uno de los grandes retos de esta y futuras décadas. El sector de la aviación, pero también el de la navegación, son dos de los que más alternativas sostenibles buscan para acabar con el uso de los combustibles fósiles. 

Menor consumo energético usando un catalizador secreto

Entre esas fuentes más limpias se barajan productos como el e-metanol. Es un tipo de combustible, que según los expertos, puede ser caro y requiere mucha energía para producirse, la mayor parte destinada a generar hidrógeno.

En los procesos más convencionales realizados en un reactor a alta temperatura y presión, el hidrógeno se utiliza para convertir el dióxido de carbono en monóxido de carbono. Luego ese monóxido de carbono junto con más hidrógeno se lleva a un segundo reactor para producir lo que finalmente será un combustible de hidrocarburo

En Air Company, la tecnología empleada ha simplificado pasos a la hora de generar lo mismo. Todo se lleva a cabo en un solo reactor donde el dióxido de carbono se combina directamente con hidrógeno. Luego con la ayuda de ese catalizador sólido (bolitas metálicas) se acaban generando los hidrocarburos.

El proceso es mucho más sencillo y supone utilizar unas cinco veces menos energía por litro de combustible líquido, en comparación con la operación convencional. Poco se sabe hasta la fecha de la composición de los catalizadores que emplea Air Company aunque tarde o temprano la tecnología viajará a otras plantas de generación.

La información referente a las características del catalizador se mantiene hermética y no hay datos suficientes para que los expertos hagan una evaluación sobre sus propiedades y su papel ahorrando energía.  

Sheehan está convencido de que el proceso que utilizan es el mejor presentado hasta la fecha. Una metodología que acabará sustituyendo con creces al convencional método Fischer-Tropsch que lleva ya cerca de un siglo operativo y necesita evolucionar.