Deportes de verano en riesgo de extinción por la sequía

La sequía sigue sin dar tregua en España. Los embalses y pantanos continúan reduciéndose en todo el territorio, con el 41’9% de las reservas totales a 25 de abril de 2023.  El panorama es tan extremo que, incluso, en algunas zonas ya está habiendo restricciones de agua. Sobre todo en puntos de Andalucía y Cataluña, dónde la situación es más limitada.

En este contexto y con un verano cada vez más próximo, periodo en el cuál la disminución de precipitaciones es más habitual, ciertos deportes acuáticos pueden tener el riesgo de dejar de ser practicados ante la falta de agua y si perduran las condiciones meteorológicas actuales tan desfavorables.

Deportes en pantanos

De los más afectados. En pantanos destaca la práctica de kitesurf o paddle surf, además de la vela deportiva y el buceo. 

En el caso de las dos primeras, son actividades que se realizan sobre una tabla. Si bien el kitesurf necesita, además, una cometa para propulsarse y el paddle surf una pala como medio de desplazamiento. Ambos deportes requieren de, al menos, la lámina de agua para poder practicarse.

Sin embargo, llevarlo a cabo con profundidades mínimas supondría un peligro al estar cerca del fondo del pantano. Lo mismo sucede con la vela deportiva. Los obstáculos aumentan conforme disminuye el nivel del agua, como puedan ser estructuras rocosas.

Por otra parte, bucear en período de sequía puede llegar a suponer riesgos. Durante la etapa estival, dicho periodo suele coincidir con altas temperaturas. En estas circunstancias, la capacidad de transporte de oxígeno en el interior del agua disminuye.

Unido a esto, la estratificación del agua y la liberación de sustancias tóxicas procedentes del subsuelo afectarían a la calidad del agua. Ello supone la consiguiente muerte de especies. Por tanto, se reduciría la salubridad en el medio, impidiendo la práctica de buceo.

Deportes en ríos

Así mismo, los deportes típicos de las corrientes fluviales tendrían sus estragos si la sequía se continúa intensificando. Especialñmente el piragüismo, rafting y remo.

El piragüismo y remo normalmente se practican en aguas fluviales tranquilas si se trata de la modalidad de equipos. No es así en aguas bravas, donde la práctica es individual. 

En el remo, la propulsión se lleva a cabo desde las piernas si es de banco móvil o desde los brazos y el tronco si se trata de banco fijo. Por su parte, en el piragüismo se hace uso de una piragua y pala para remar.

En el caso del rafting, se trata de descender una corriente de aguas bravas a bordo de una balsa. El manejo de remos sirve para evitar el choque con rocas o vegetación. Existen dos modalidades: en ríos con bajo caudal o gran caudal.

Influye igualmente la velocidad de corriente, según la inclinación, así como las turbulencias del agua, la localización e intensidad de los remolinos. Sin olvidar el registro de obstáculos a lo largo del cauce.

Los deportes en piscina, perjudicados también por la sequía

Si la situación de sequía continúa empeorando, cabe la posibilidad que se prohíba el llenado de piscinas. El objetivo de esta medida es priorizar el abastecimiento de la población y así ahorrar agua.

Deportes como la natación o el waterpolo podrían verse afectados ante este panorama. No hay que olvidar que llenar una piscina olímpica necesita 3,375 metros cúbicos de agua para estar cubierta.