¿En qué zonas y ciudades hay ya cortes de agua por la sequía?

Las lluvias en lo que va de 2023 están siendo muy escasas (casi inexistentes) en buena parte de España. El periodo de sequía que se está viviendo es muy preocupante y no se daba desde el año 1970.

En este contexto, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, señaló el pasado 20 de abril que debemos ser «cautos» en el consumo de agua. Es más, tildó de alarmante la situación actual y la posibilidad de que se produzca una ausencia casi total de lluvias hasta el verano en muchos puntos del país. 

A pesar de estas predicciones, la ministra también recalcó que con las reservas de aguas actuales y los pozos, se puede cubrir la demanda hasta finales del verano y no recurrir a cortes de agua severos.

No obstante, inquirió a las autoridades locales a que adopten medidas extraordinarias destinadas a ahorrar agua y reducir su consumo aunque todavía no se han planteado restricciones de forma generalizada.

Restricciones de agua Andalucía y Cataluña

En varios puntos de España, aunque no se ha llegado a los cortes de agua, ya está habiendo restricciones. Por ejemplo, en el norte de la provincia de Córdoba, el bajo nivel de los embalses ha provocado que el agua no sea óptima para el consumo humano.

De hecho, la comarca del Guadiato y de Los Pedroches están teniendo que abastecerse con camiones cisterna hasta solucionar el problema.

Una situación parecida está sufriendo Cataluña. Más de 200 municipios catalanes se encuentran en situación de excepcionalidad por la sequía. Esto está afectando a más de 6 millones de personas, especialmente en las zonas de Ter-Llobregat y del acuífero del Fluvià Muga.

Este panorama que ha obligado a tomar medidas, como la reducción del 40% del agua para uso agrícola, la reducción del 15% para usos industriales y reducción del agua para usos lúdicos.

También se ha disminuido su utilización al 50% en el riego, prohibiendo el riego de zonas verdes (tanto públicas como privadas) inhabilitando de la limpieza de calles con agua potable y reduciendo el abastecimiento de agua a 230 litros (por habitante y día).

«Se toman estas medidas por el riesgo de desabastecimiento y porque nos acercamos a la primavera con un volumen de reservas muy bajo (27%) debido a la falta de lluvias», apuntan desde la Generalitat de Catalunya. 

Cortes de agua y otras medidas contra la sequía 

Hace unas semanas, la Confederación Hidrográfica del Ebro advirtió a los municipios afectados de la necesidad de adoptar medidas de forma temprana para ahorrar agua. Y, llegado el caso, a poner en marcha restricciones para asegurar el suministro en un año sumamente seco. 

De este modo, ayuntamientos como Aínsa, en pleno Pirineo aragonés, se están planteando la prohibición del llenado de piscinas particulares en los próximos días. 

Además de las limitaciones y restricciones al consumo de agua, su escasez también tiene otras notables consecuencias. En los embalses del río Ter (Cataluña), el bajo volumen de agua ha obligado a implementar un plan de reducción controlada de la densidad de peces. 

Por ejemplo, en áreas como el embalse de Sau y Susqueda, se retirarán peces para evitar que se mueran masivamente y perjudiquen drásticamente la salubridad del agua.

«El objetivo es preservar la calidad de los hectómetros que existen actualmente en Sau para atender al uso prioritario que es el abastecimiento de la población. El volumen de agua que hay en el embalse de Sau permitiría abastecer a 1 millón de personas durante 3 meses», estiman los responsables.