El desperdicio alimentario que supone tallar calabazas para Halloween

Cada vez se celebra en más sitios la fiesta de Halloween. Por lo tanto, cada vez se desperdician más calabazas.

Jessica Rodriguez

Jessica Rodriguez

Lo que antes era una fiesta típica más del mundo anglosajón, se ha ido exportando a otras partes del planeta. Cuando llega octubre, la celebración de Halloween empieza a aparecer a lo lejos y todo el mundo se prepara para celebrarla.

En el imaginario colectivo, el símbolo por excelencia de Halloween es, sin duda alguna, la calabaza. Una fruta que se talla para darle un aspecto terrorífico e iluminarla en su interior con una vela. Con ellas se decoran millones de hogares de todo el mundo.

Como es lógico, cuantos más países se suman a la «Noche de brujas», más consumo de calabazas se origina en las semanas previas. Los datos recogidos apuntan a que, después de Halloween, millones de calabazas se tiran a la basura sin haberse aprovechado lo más mínimo.

Calabazas Halloween
Las cremas de calabaza son una manera fácil y deliciosa de consumir esta fruta de aspecto tan peculiar. Fuente imagen: Pixabay

Es decir, se genera un desperdicio alimentario considerable. Afortunadamente, se trata de una planta que no exige un nivel de riego importante pero, aún así, no aprovechar lo que ofrece esta fruta (más allá del aspecto decorativo para Halloween) es algo en lo que deberíamos poner nuestra atención.

Y es que, todas las partes de la calabaza se pueden aprovechar en mayor o menor medida. Si tienes pensado celebrar Halloween usando calabazas para la decoración, te contamos qué puedes hacer con los restos.

De esta manera, contribuirás a reducir el desperdicio alimentario en España que, si bien ha ido en descenso con el paso de los años, representa más de 1 millón de toneladas de alimentos al año.

¿Qué hacer con tus calabazas después de Halloween?

Puedes hacer cremas deliciosas, cocinar galletas o tartas, o asar las semillas para decorar tus platos (contienen muchos nutrientes). Incluso, puedes aprovechar para asar pan o usarla como tempura.

Además, si tienes un huerto o te gustar tener plantas en casa, puedes animarte a hacer compost. No es muy complicado y es una manera sostenible de abonarlas.