Escalada en roca en otoño: destinos perfectos y consejos para escaladores

Los mejores lugares para disfrutar de la escalada este otoño y recomendaciones para practicarla adecuadamente

José Mastral

José Mastral

En otoño se dan muchas condiciones favorables para practicar escalada. El paisaje va cambiando antes de la llegada del invierno, por lo que se puede disfrutar de los colores y de la naturaleza.

Dependiendo del lugar elegido para llevar a cabo esta actividad se debe tener en cuenta el clima, ya que en ubicaciones montañosas es muy probable la llegada de las primeras nieves y heladas. Por lo que las superficies rocosas podrían estar resbaladizas en ese caso.

escalada en otoño
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Las mejores zonas para practicar escalada en otoño en España

Chulilla, en Valencia

Enclavado en la cuenca del río Turia encontramos un cañón con numerosos sectores para ascender. La roca caliza, muy compacta, es ideal para escaladores que prefieren poner a prueba su fuerza y resistencia. La mayor parte de las rutas se desarrollan sobre placas.

Etxauri, en Navarra

Considerada como la mejor zona de escalada en la comunidad navarra, con cerca de 600 vías, recoge una gran variedad de modalidades adaptadas a cualquier nivel, desde principiantes hasta expertos.

Las rutas se encuentran equipadas con anclajes y predomina la orientación sur. La superficie sobre la que se asciende es de roca caliza en buen estado de conservación.

Riglos, en Huesca

Los Mallos de Riglos presentan varias vías de escalada preparadas para todos los niveles. Es un lugar de referencia para practicar esta actividad.

Actualmente, predominan las rutas equipadas con parabolts y anclajes fijos a lo largo de las paredes. Por lo que la escalada tradicional no es la preferente.

El Chorro, en Málaga

Desde hace décadas es uno de los puntos de referencia en Europa en cuanto a escalada sobre roca. Se caracteriza por sus peculiares formaciones rocosas de calizas y su peligrosidad al localizarse un desfiladero conocido como «el de los Gaitanes», sobre el cual discurre el llamado «Caminito del Rey».

Enclavado en la cuenca del río Guadalhorce, destacan las placas verticales, las regletas y las fisuras dispuestas paralelamente. Además, las orientaciones son variadas, integrando cientos de vías y con desniveles en torno a los 250 metros.

Por otra parte, seguro que si vas a probar a escalar necesites que te aconsejen. Aquí traemos algunas recomendaciones, porque en este deporte los consejos valen oro.

Escalada en otoño: calienta y estira antes y después de escalar

Es importante para mejorar la circulación y la flexibilidad. Antes de iniciar la escalada es aconsejable esperar unos minutos hasta que se caliente un poco el cuerpo, con pulsaciones algo más elevadas que en reposo.

Además, al comienzo y al finalizar la actividad es necesario realizar estiramientos, ya que la escalada es un deporte muy agresivo para músculos y articulaciones.

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Controla la técnica

Se debe adoptar una posición relajada del cuerpo para no desgastar demasiado los antebrazos. Cuanto mayor sea la tensión, el rendimiento de escalada se verá reducido.

Además, es recomendable conseguir concentrarse en la fuerza de agarre, siendo consciente de la energía que se emplea, para así alcanzar una mejor resistencia y dominar el equilibrio.

Para ello es importante detectar el punto de gravedad corporal en cada uno de los movimientos que se realicen. Normalmente, el centro de gravedad se ubica en la parte central del cuerpo. Dominar el equilibrio supone conocer el reparto de fuerzas entre pies y manos.

Por otra parte, la parte inferior del cuerpo generalmente es más fuerte que la superior, por eso hay que procurar mantener el peso sobre los pies y escalar apoyándose en ellos.

Domina la lectura de la ruta

Es fundamental conocer el recorrido que se va a seguir durante la escalada, donde se colocarán las manos y los pies, y los puntos que requieren tener una mejor técnica y un equilibrio adecuado.

Así mismo, es conveniente acordar el punto de reunión entre escaladores antes de ascender, al igual que los signos a utilizar para comunicarse y así avisar ante cualquier problema.

Por otra parte, la ruta debe ajustarse al nivel de experiencia y a la destreza de quién escala. Si es más complicada de lo que podemos soportar, puede resultar peligroso y además generarnos frustración o desmotivación.

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Descansa adecuadamente

Durante la escalada es valioso encontrar zonas de descanso en la pared de roca sobre la que se trepa, sobre todo si se tratan de rutas altas. Se pueden detectar antes de iniciar el ascenso o bien conforme se escala.

Por ejemplo, sobre voladizos o bordes de roca para apoyar las piernas. Lo ideal es descansar cada tres metros. Notarás tus músculos más resistentes tras recuperar energía.

También puedes aprovechar mientras descansas a dejar caer los brazos y sacudirlos para estimular la circulación y ayudar a la recuperación.

Se puede dar el caso de que de repente tiemblen las piernas al mismo tiempo que se escala. Es probable que la causa sea la falta de oxígeno. Así que es recomendable respirar profundamente en cada uno de los movimientos que se lleven a cabo y si es posible, buscar descansar.

Aproxímate a la pared

Es necesario para conseguir el equilibrio y continuar avanzando. Tener las rodillas apuntando perpendicularmente respecto a la superficie rocosa es un indicador de una buena técnica. Por otra parte, es común no estar en una posición totalmente recta, ya que sino se puede perder el equilibrio.

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Verifica la seguridad antes de escalar

La escalada es una modalidad deportiva que puede llegar a ser muy peligrosa si no se ejecutan adecuadamente las medidas de seguridad para evitar accidentes.

Los escaladores deben comprobar que los arneses y los cascos estén ajustados correctamente. Así como revisar que las cuerdas se encuentren en el sistema de aseguramiento, con su correspondiente arnés y mosquetón, suficientemente sujeto.

Da ejemplo y respeta el entorno

Cuando se escala en roca se debe comprender donde se está realizando la actividad. Normalmente en medios naturales con ecosistemas ya instalados y geomorfologías particulares. Por eso es de vital importancia que no dejes rastro y que abandones el lugar tal como te lo encuentras.

Se debe dar ejemplo y respetar el entorno. Es conveniente intentar evitar la saturación de personas sobre paredes rocosas para no contribuir a su degradación, además de controlar los ruidos que se emiten para no molestar a otras especies.