Formas de hidratarse sin beber agua
Claves para hidratarse sin beber agua y mantener una hidratación adecuada para el funcionamiento de nuestro organismo.
Pablo Ramos
Mantener una hidratación adecuada es un aspecto fundamental para el funcionamiento de nuestro organismo. El agua es el elemento esencial que no debemos obviar. Aún así, hidratarse sin beber agua es posible (aunque no recomendable).
Se estima que una persona media necesita entre 3 y 4 litros de líquidos al día para mantenerse sana. Estos líquidos no tienen por qué ser ingeridos de manera líquida. De hecho, se calcula que el 20% de la hidratación de una persona procede de la alimentación de frutas, verduras, caldos, infusiones, yogures, etc tal y como recalcan los expertos de la prestigiosa Clínica Mayo.
Hidratarse sin beber agua: ¿qué tomar para reemplazarla?
Aunque el agua debe ser un elemento básico de la dieta, existen diferentes opciones que se pueden tomar para reemplazar el agua. Leches vegetales, leche de vaca, infusiones, batidos, caldos o purés pueden ser buenas soluciones para mantener una hidratación suficiente cuando no se dispone o no apetece beber agua.
Igualmente, se puede optar por bebidas como el café o las bebidas gaseosas para conseguir el consumo necesario de agua para el organismo. Sin embargo, debido a su composición, no se aconseja abusar de este tipo de bebidas más aún si son azucaradas.
Otras alternativas al agua para la hidratación
Además de los líquidos, ciertos alimentos también son una fuente muy importante para hidratarse sin beber agua. Las frutas y las verduras están formadas, en gran parte, por agua. Por esta razón, ingerir varias piezas durante el día también puede contribuir a que el cuerpo pueda adquirir los líquidos que necesite.
En estos casos, frutas como el melón, la sandía, el mango, las naranjas, los pomelos, las mandarinas o las uvas, así como verduras como las espinacas, el calabacín, la lechuga o el tomate contribuyen a que el cuerpo obtenga líquidos para su correcto funcionamiento. Especialmente el de los órganos, el de los diferentes sistemas y el de los procesos celulares.
Otras opciones más elaboradas para hidratarse sin agua son las gelatinas, los helados, los zumos o los smoothies.
¿Qué pasa si no se bebe agua?
Si no se bebe agua o no se mantiene una hidratación suficiente, el cuerpo puede sufrir importantes daños. Esto puede llegar a perjudicar seriamente la salud a todos los niveles tanto físico como mental.
Entre los síntomas más comunes de la deshidratación destacan los mareos, la fatiga, el cansancio o una menor agilidad mental. También una disminución de la capacidad de retención, de memoria y aprendizaje.
En los casos más graves, un paciente con deshidratación puede llegar a sufrir aceleración del ritmo cardíaco, baja presión arterial, dolores musculares, espasmos, diarrea e incluso convulsiones, pérdida de conocimiento o (en el caso más fatal) el fallecimiento.
De todos modos, mantener una hidratación adecuada puede conseguirse ingiriendo líquidos que no sean agua o alimentos como las frutas. Aunque beber agua de forma frecuente y abundante debe ser la base de una dieta equilibrada y saludable.
Fuente información: Mayo Clinic.