Las siete playas más extrañas del mundo

Las playas más extrañas del mundo, propias de un cuento de fantasía y ficción. La playa de cristales en Asturias, entre ellas.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Es en los meses de invierno cuando nuestra cabeza piensa más en una escapada hacia algún país exótico. Coger la maleta y esfumarse a algún lugar recóndito en donde sacar las camisetas de manga corta y tirarse en la playa.

Aunque ya os hemos adelantado que este mes de febrero será más cálido de lo normal, aún no sabemos si las temperaturas serán lo suficientemente altas como para poder escaparte a la playa. Por eso, desde eltiempo.es te traemos algunas de las playas más extrañas del mundo.

Para que, si las costas locales no nos dan opción a darnos un baño, lo puedas hacer en alguno de estos recónditos lugares que seguro llamarán tu atención.

Las Maldivas

Sin duda, una de las playas más extrañas jamás vistas se encuentra en Las Maldivas, en donde podrás ver un espectáculo de luces estelares entre los dedos mientras caminas por la orilla.

Son las playas de luces azules de la isla de Vaadhoo; aunque estos destellos no son exclusivos de este archipiélago. Existen un par de explicaciones para comprender este curioso fenómeno.

La primera es por el fitoplancton, unos organismos microscópicos que producen su propia luz a través de un proceso de bioluminiscencia, especialmente cuando son empujados por las olas o sandalias de los turistas. Otra explicación es que estos pequeños seres son en realidad crustáceos ostrácodos, que experimentan periódicas extinciones en las Maldivas.

Sea lo que sea, esta playa ofrece a los visitantes un paseo nocturno que sería difícil de igualar en otros lugares.

Playa de Papakolea, Hawaii

Una larga y continua historia de la actividad volcánica de esta zona convierten a la playa de Papakolea en una de las más singulares del planeta.

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Con un poco de paciencia y algo de espíritu de exploración, puedes encontrarte con las arenas verdes de la Playa de Papakolea en la «Isla Grande» de Hawai.

Se trata de arena real, compuesta en su mayoría de cristales de olivino, un silicato de hierro y magnesio, subproducto del pasado volcánico de la zona. La playa realmente se asienta en el borde de lo que es técnicamente el cono de un volcán que tuvo una erupción hace 50.000 años. A través de los eones, el mar entró por la pared del cono, formando la bahía.

Isla Harbour, Bahamas

Los diversos centros turísticos de la Isla de Puerto en las Bahamas no tendrán que hacer mucho hincapié para que los turistas vayan a conocer los kilómetros de arena rosa de esta playa.

Bañada por las cálidas aguas tranquilas del Caribe, el color rosado de esta playa proviene de incontables millones de microorganismos llamados foraminíferos. Son abundantes en los mares, alimentándose y viviendo debajo de las rocas, en las cuevas submarinas, en el fondo marino y en otros lugares.

Playas de cristales (Galicia y Asturias)

Por desgracia el ser humano ha utilizado el mar como vertedero en muchas ocasiones. Sin embargo, existen lugares que han sido capaces de transformar la dejadez del hombre en un rincón de ensueño. Son las llamadas playas de cristales, formadas por miles de botellas de vidrio que acaban en el mar, y que con el paso del tiempo acabaron por hacerse añicos.

Aunque algunas de las más famosas se encuentran en California, también puedes encontrar playas de cristales en Asturias (Playa de Bigaral) y en Galicia (Playa de Laxe).

Jökulsárlón, Islandia

Islandia parece estar sacada de un cuento hadas. Y no sólo por sus espectaculares auroras boreales. La playa de la laguna de Jökulsárlón es totalmente única en el mundo.

Al igual que en muchos lugares en Islandia, las arenas de la laguna -alimentadas por el cercano glaciar Breidamerkurjokull- son de un negro volcánico incomparable; pero lo que realmente diferencia al lugar son sus icebergs.

El lago glaciar tiene una salida al mar, que fluye en la marea alta. Es una vía de escape para los icebergs del glaciar, pero no todos ellos lo hacen al mar abierto. Algunos se quedan en la costa o en las orillas de la laguna. El resultado es estos montículos de hielo en plena playa.

Isla Rábida, Las Galápagos

Como Hawaii e Islandia, las Islas Galápagos tienen un gran pasado volcánico; y consecuencia de ello, son sus atractivas playas de arenas rojas, como la de Isla Rábida.

El alto contenido de hierro en el suelo es el responsable de este color rojo, aunque otros expertos señalan que el coral puede ser la explicación. Además, no es raro encontrar a una banda de focas dormitar en las orillas.

Pfeiffer Beach, California

Al igual que otras de esta lista, la Playa de Pfeiffer en California es una recompensa para los exploradores, no sólo por su belleza natural, sino también por las arenas de color púrpura que la han hecho famosa.

A diferencia de otras, este color sólo ocurre en algunos parches en la arena. Proviene de los minerales en las colinas que han sido erosionadas gradualmente, por lo que la cantidad de púrpura depende de la entrada del mar y de la concentración.

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