Los árboles no mienten: el periodo actual es el más cálido en 1.200 años

Analizar los anillos del interior de los árboles sirve para conocer cómo ha evolucionado el clima de la zona donde se encuentran. Los árboles son sensibles a las condiciones climáticas locales, como la lluvia y la temperatura.

Por ello, contienen valiosa información que puede servir a los expertos en dendrocronología (disciplina científica que estudia los cambios ambientales registrados en los anillos de crecimiento anual de los árboles) a entender el clima del pasado. 

Los anillos de los árboles suelen ensancharse durante periodos cálidos y húmedos y son más delgados durante los periodos fríos y secos. Con ese patrón en mente, podemos saber si un determinado periodo ha sido más seco o húmedo o más frío y cálido. 

Un estudio de 1.200 años para mostrar lo cálido que es el periodo actual

Científicos del Instituto Forestal de Suiza han realizado un exhaustivo estudio de los anillos de árboles escandinavos reconstruyendo 1.200 años de datos. Los resultados del análisis muestran que el calentamiento actual que vive nuestro planeta no tiene precedentes durante el periodo de tiempo estudiado. 

En el periodo de datos utilizados también quedan reflejados otros importantes periodos de anomalías climáticas como la Pequeña Edad de Hielo y el Periodo Cálido Medieval. 

En algunos documentos se hace alusión a este periodo tan cálido, donde las temperaturas fueron especialmente altas entre 1100 y 1200. Cuando se hacen reconstrucciones con anillos de árboles y otras técnicas, a menudo se describen como más altas que las temperaturas actuales.

Este periodo cálido ha sido en muchas ocasiones un interrogante para los expertos que no tienen una explicación científica que explique lo elevado de las temperaturas.

Nueva metodología para reconstruir el clima más allá de los anillos de los árboles

Hasta la fecha las reconstrucciones climáticas usando los anillos de los árboles como referencia se han basado en su anchura y la densidad. Esa configuración está principalmente determinada por la temperatura. Sin embargo, los expertos del equipo suizo apuntan que hay otros factores que se deben considerar.

Para entender mejor la información que proporcionan los árboles durante su crecimiento, han medido directamente el grosor de la pared celular de las células de madera presentes en los anillos de los árboles anuales. 

El principal autor del estudio Jesper Björklund explica que «cada célula individual en cada anillo de árbol registra la información climática bajo la cual se formó. Al analizar cientos, a veces miles de células por anillo, se puede obtener información climática pura y extraordinaria¨.

La nueva serie de datos construida contiene las paredes celulares de 50 millones de células. La procedencia unos 188 pinos silvestres suecos y finlandeses vivos y muertos. La serie de datos es amplia, ya que cubren un período de 1.170 años. 

Sobre la base de estas mediciones, los investigadores reconstruyeron las temperaturas de verano en esta región y las compararon con simulaciones de modelos climáticos regionales y con reconstrucciones anteriores basadas en la densidad de los anillos anuales.

Un periodo cálido medieval menos cálido y el actual sin precedentes

Combinando los resultados de los modelos numéricos con los de la nueva serie temporal, el resultado muestra cómo coinciden en el tiempo. Con los dos bancos de datos se puede mostrar de forma más rigurosa como han evolucionado los periodos climáticos del pasado. 

Por ejemplo, examinando el clima regional y concretamente las temperaturas más bajas durante la Edad Media, se observa que el periodo no fue tan cálido como inicialmente se pensaba. 

Sin embargo, si miramos a tiempos actuales, se observa que el calentamiento global actual no tiene precedentes, por lo menos en el último milenio. Un escenario de calentamiento global vinculado sin duda a el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Introducir datos más concretos sobre el crecimiento de los árboles en una determinada región ha probado ser muy útil. En este caso al de pinos de Escandinavia, la mejora de los datos ayuda a mejorar las reconstrucciones climáticas incluyendo periodos que hasta la fecha habían sido un rompecabezas para la ciencia como el Periodo Medieval Cálido.