La metáfora climática tras la película «No mires arriba»

«No mires arriba» es una gran metáfora sobre el fracaso de la humanidad a la hora de luchar contra el cambio climático.

Mario Picazo

Mario Picazo

¿Cuántos habéis podido ver la película ¨No mires arriba¨ que protagoniza, entre otros, Leonardo DiCaprio? Se ha convertido en una de las películas más vistas del mes de enero en Netflix. Que lo sea es para muchos una grandísima noticia. Millones de personas se preguntan tras verla si el argumento de la película es sólo ciencia ficción o una amenaza de tales características, que un enorme meteorito pudiera impactar contra la Tierra, pudiera ocurrir. Sin embargo, esta no es la única reflexión que esconde la película.

«No mires arriba» es una metáfora amplificada. La clave de esta es cómo gran parte de la humanidad ha ignorado los mensajes que desde hace décadas ha ido lanzando la comunidad científica.

Especialmente los que hablan sobre el cambio climático. Como científico, profesor y divulgador científico, tengo que decir que muchas de las metáforas utilizadas son brillantes. Además, el balance global de la película es positivo. 

Aquí la metáfora que esconde el argumento de la película dirigida por Adam McKay: un enorme cometa que simboliza el cambio climático, se precipita hacia la Tierra y a nadie, excepto a los científicos, parece importarle. Pero, ¿consigue el director de «No mires arriba» transmitir con esta metáfora extendida el problema de la crisis climática? 

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En la película No Mires Arriba, un cometa recién detectado alcanzará la Tierra en cuestión de meses.

La ciencia deja muy claro el problema del cometa y el del cambio climático

Una y otra vez, en la película, los científicos analizan los números, esos datos esenciales sobre el tamaño, trayectoria y velocidad del cometa que determinarán si finalmente se estrellará contra la Tierra.

Los científicos han estado haciendo lo mismo durante décadas pero con el cambio climático. Han medido las emisiones de gases de efecto invernadero, la acidez de los océanos y la fusión del hielo polar. Y, cada año el consenso sigue siendo el mismo: la crisis climática aumenta a un ritmo exponencial y no estamos haciendo nada para ralentizarla. 

«No mires arriba»: cómo los políticos no actúan de acuerdo con la gravedad del problema

Aunque la amenaza del cometa es clara, en la película, la presidenta estadounidense Janie Orlean (interpretada por Meryl Streep), opta por minimizar su gravedad. Para ello, argumenta que se pueden tomar medidas en el futuro. ¿Cuál es la prisa? Luego se precipita negando el peligro del cometa y acuña la frase «No mires hacia arriba» durante un mitin político.

«No mires arriba» muestra cómo los políticos no toman en serio la amenaza del cambio climático al retrasar indefinidamente la acción climática

En realidad, la película esta mostrando cómo los políticos no toman en serio la amenaza del cambio climático al retrasar indefinidamente la acción climática. También obstruyen los esfuerzos tangibles para mitigar la crisis y niegan activamente su existencia.

Medios de comunicación que no informan debidamente al público

Durante la película, los presentadores de un programa de actualidad y noticias hacen caso omiso del problema. Están más interesados ​​en la relación sentimental de la cantante Riley Bina (Ariana Grande) que del cometa que impactará con la Tierra. 

Cada vez que el protagonista de la película, el doctor Mindy, o la estudiante de post-doctorado Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) intentan explicar la ciencia detrás del cometa y la urgente necesidad de actuar, se convierten en «memes» y los demás se ríen de ellos. Ellos, a diferencia de los políticos, sí recomiendan a la población ¨mirar hacia arriba¨.

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La película lanza el mensaje de que la información que recibimos sobre la crisis climática no es correcta y en muchos medios se distorsiona.

Mientras tanto, los principales periódicos parecen más interesados ​​en mantener vínculos con personas en el poder que en discutir extensamente el problema del cometa. Al final, las redes sociales se convierten en el modo principal de difundir información. Pero esa información es en la mayoría de los casos errónea y conduce al engaño.

La película viene a decirnos que, en la vida real, la cobertura mediática de la crisis climática ha sido en general escasa e incompleta. Especialmente por la envergadura del problema. Los incendios forestales empeoran y se dan con frecuencia en etapas invernales, las sequías se intensifican, las tormentas son más extremas y las temperaturas aumentan. Aún con todos sucesos, los medios no han tenido éxito a la hora de involucrar al público en ello.

Como resultado, muchas personas acaban recibiendo más desinformación sobre el cambio climático. Sobre todo a través de las redes sociales, ya sea vía infografías o a través de vídeos impactantes.

Como en «No mires arriba», las soluciones sensatas han dado paso a tecnologías no probadas

En un momento dado, parece que la amenaza del cometa puede ser neutralizada por un misil. Esto puede sonar a ficción, pero la NASA ya ha estudiado esta posibilidad con DART, una nave que se lanzó en noviembre de 2021 con este objetivo. Sin embargo, la operación acaba siendo abortada. La causa es que el multimillonario tecnológico Peter Isherwell (Mark Rylance) ve una oportunidad de ganar dinero extrayendo recursos de la roca espacial.

La situación refleja de alguna manera la realidad que vivimos en la actualidad. Las soluciones más sensatas, que incluyen entre otras cosas eliminar gradualmente los combustibles fósiles, se enfrentan a discusiones políticas para promover tecnologías no probadas.

En particular, son tecnologías de futuro pensadas para eliminar dióxido de carbono de la atmósfera o reducir la energía procedente del sol. Es la controvertida geoingeniería, un parche contra el cambio climático que tarde o temprano también formará parte del guion de una de las grandes producciones cinematográficas de Hollywood.