París enfría sus edificios con agua del río Sena

París, como un buen número de capitales europeas, experimenta olas de calor cada vez más intensas en verano. Este pasado mes de julio el mercurio llegó a superar en varias ocasiones los 35ºC en algunas zonas de la capital y el uso del aire acondicionado se ha disparado durante la última década.

Para evitar el uso excesivo del aire acondicionado en los principales edificios, la ciudad lleva desarrollando desde hace años un sistema de refrigeración que utiliza agua del mítico río Sena. Es una manera de reducir la factura de la luz y de enfriar algunos edificios de manera más sostenible. 

La ciudad de las luces ha visto como desde la intensa ola de calor del verano de 2003, que afectó a media Europa, los episodios de elevadas temperaturas son cada vez más frecuentes y persistentes en el tiempo. 

Eso ha llevado a las autoridades a plantear sistemas de refrigeración más eficientes a la vez que sostenibles en muchos edificios. París no ha sido en el pasado una ciudad refrigerada y muchos edificios no han contado con sistema alguno para regular la temperatura interior. 

Agua de río para enfriar los edificios de la ciudad

El sistema de refrigeración desarrollado en París es el más grande de Europa. Ha crecido durante los últimos años coincidiendo con el aumento de las temperaturas sobre todo durante los meses de verano, y con la idea de apoyar el sistema de refrigeración de cara a los Juegos Olímpicos que se celebran en verano de 2024.

El sistema permite evacuar el calor de la central y devolverlo al Sena. Mientras en invierno, se utiliza el agua fría del río para enfriar el sistema. El agua fría ayuda a enfriar el aire en algunos edificios, sustituyendo así el uso de unidades de aire acondicionado individuales.

El agua fría llega a los principales edificios de la ciudad a través de una red de cerca de 90 kilómetros de tuberías.

Pese al ejercicio de bombeo de agua que conlleva, el ahorro energético es considerable.  También se reduce de manera considerable la emisión de gases contaminantes derivados de generar electricidad para el uso del aire acondicionado. 

Planes de expansión de la red durante los próximos años 

La ciudad pretende seguir aumentando su red de transporte de agua refrigerante durante los próximos meses y años. La prioridad es poner más kilómetros en operación de cara a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París el próximo verano, ya que contarán con nuevas instalaciones. 

Entre los edificios más frecuentados que se benefician de esta tecnología está el Museo de Louvre, el museo Quai Branly y la Asamblea Nacional. En un futuro el plan es extender el sistema a otros edificios públicos más allá del centro urbano como hospitales, colegios o el metro. 

Un sistema sostenible y económico para la ciudad de París

Con este sistema no sólo se reduce el consumo energético, se reduce la isla de calor urbana de una gran urbe como es París. Si cada edificio tira de aire acondicionado autónomo el gasto es elevado, se consume más energía y se calienta aún más el entorno urbano. 

El sistema de refrigeración con agua de río puede reducir la temperatura media del centro de la ciudad hasta 1º. Un valor que, a priori, puede parecer poca cosa pero que es significativo.

El ayuntamiento de París pretende ampliar la red hasta los 252 kilómetros para el año 2042 y convertirla así en la mayor del mundo. El sistema es cada vez más sólido y extenso y puede servir como modelo para otras grandes urbes cuya isla de calor sigue aumentando años tras año a medida que las olas de calor que llegan en verano se hacen más intensas.