¿Qué estudia la meteorología y la climatología?

En el contexto climático actual, resulta inevitable preguntarse qué es la climatología y la meteorología, qué estudian y para qué sirven realmente. Aunque todos nos hacemos una idea de su definición, lo cierto es que son dos ciencias que marcarán el camino de la humanidad durante los próximos años. 

Este artículo tratará de desentrañar las claves de estas dos ramas que se dedican al estudio de la atmósfera terrestre y los fenómenos meteorológicos.

¿Qué estudia la meteorología y la climatología?

A través del estudio de fenómenos atmosféricos y los mecanismos que producen el tiempo, la meteorología tiene como objetivo predecir a corto y medio plazo la situación del clima. Dentro de esta ecuación, se introducen una serie de variables, como la temperatura, la humedad, el punto de rocío, la lluvia, la dirección y la velocidad del viento, la nubosidad y, por último, la radiación solar.

Por su parte, la climatología se enfoca en el estudio de los patrones climáticos a largo plazo, así como las tendencias climáticas en escalas temporales más amplias, que pueden ser de décadas, siglos e incluso milenios.

En este caso, los climatólogos analizan datos históricos relacionados con la temperatura media global, las precipitaciones o los vientos y la acidificación del mar, además de otros parámetros que ayudan comprender cómo el clima ha variado a lo largo del tiempo y qué factores influyen en el cambio climático.

¿Qué es la meteorología y ejemplos?

Existen diversas definiciones, pero la más acertada es la que da el Instituto Nacional de Estadística y Censo de Panamá, que explica la meteorología como una ciencia interdisciplinaria que analiza el estado del tiempo, el medio atmosférico, la producción de eventos atmosféricos y las leyes que los rigen. 

En este caso, los fenómenos que se incluyen en el estudio de la meteorología son el clima diario (la velocidad del viento, la probabilidad de lluvia), los frentes atmosféricos, las tormentas eléctricas, los ciclones tropicales (huracanes, tifones, etcétera) y las anomalías de temperaturas procedentes del Océano Pacífico, como El Niño o La Niña.

¿Qué se estudia para meteorología?

La demanda de profesionales cualificados en meteorología ha aumentado, ofreciendo perspectivas laborales diversas tanto en el sector público como privado. Por lo general, el estudio de esta ciencia depende de cada país, así como el plan de estudios implementado.

En España, por ejemplo, las universidades suelen ofrecer programas de licenciatura en meteorología que requieren al menos cuatro años de estudio, donde se incluyen materias como física, química, geografía, estadística e informática. Cualquiera de estas carreras profesionales da pie a especializarse posteriormente en un posgrado de meteorología, si bien también se puede acceder por oposición pública si se cuenta con un grado en Matemáticas, Física o Química, entre otras especialidades.

Por último, si se opta por un estudio de posgrado, se puede acceder a través de un Máster Universitario en Meteorología y Geofísica en la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona o bien la Universidad de Granada.

¿Cuáles son las ramas de la meteorología?

A día de hoy, existen multitud de ramas relacionadas con la meteorología, dependiendo del ámbito al que esté destinada, como pueden ser la meteorología agrícola o la aeronáutica. Sin embargo, la Universidad Carlemany prioriza la segmentación de esta ciencia en tres ramas: la meteorología sinóptica, la macrometeorología y la mesometeorología.

La primera se centra en el estudio de los sistemas meteorológicos a gran escala, conocidos como sistemas sinópticos. Su principal función es la de analizar la evolución y el comportamiento de estos sistemas a través de la observación de datos meteorológicos, como mapas de superficie, mapas de altura y otros fenómenos, para predecir situaciones a corto y medio plazo.

Si hablamos de la macrometeorología, se trata de una subdisciplina que se centra en el estudio de los fenómenos meteorológicos a gran escala y su interacción con la topografía y otros factores geográficos. Al igual que la rama sinóptica, se ocupa de fenómenos que abarcan áreas extensas, como el clima regional, la circulación atmosférica a gran escala y los efectos del relieve en el clima. No obstante, a diferencia de la anterior, analiza el impacto de la vegetación, los cuerpos de agua y la presencia de montañas en la distribución y variabilidad del clima en una región.

En cuanto a la mesometeorología, se define como una rama intermedia entre las dos anteriores que se centra en el estudio de los fenómenos meteorológicos a una escala intermedia, generalmente de decenas a cientos de kilómetros. La rama en cuestión se ocupa de fenómenos como sistemas convectivos de mesoescala, circulaciones locales y efectos orográficos en el clima.

¿Cuántos años se estudia para meteorología?

Tras la introducción del Plan Bolonia en el marco europeo, la duración de los estudios relacionados con la meteorología se estima en cuatro o cinco años. Si accedemos a algunas de las carreras universitarias que incluyen asignaturas como matemáticas, física y química en su plan de estudio, el tiempo estimado es de cuatro años.

Asimismo, si decidimos cursar un posgrado para especializarnos en la rama de meteorología, la duración de la mayoría de másteres es de un año, por lo que el tiempo total transcurrido es de cinco años desde que se inicia la carrera profesional.

¿Qué tiene que ver la física con la meteorología?

Junto con las matemáticas y la química, la física es la rama más importante para comprender los fenómenos atmosféricos y predecir el tiempo. De hecho, la mayoría de exámenes de oposición al Estado incluyen problemas físicos en los que se introducen diferentes conceptos relacionados con el clima.

En concreto, el estudio de la física aplicado a la meteorología abarca campos como la termodinámica, que estudia el intercambio de energía, o la dinámica de fluidos, que se centra en el movimiento de los fluidos, como el aire en la atmósfera. La óptica atmosférica, la radiación solar o el electromagnetismo para estudiar el impacto de la luz solar, la generación de tormentas eléctricas o la dispersión, reflexión y refracción de la luz, son otros de los campos que comprende esta materia.

¿Qué diferencia hay entre la meteorología y la climatología?

Si atendemos a la definición inicial, podemos decir que la principal diferencia se encuentra en el periodo de análisis, ya que la climatología abarca lapsos de tiempo más amplios. Asimismo, esta ciencia trata de identificar patrones y tendencias para conocer la evolución del clima a largo plazo, a diferencia de la meteorología, la cual está destinada a la predicción a corto plazo del tiempo.

Lo mismo sucede con los fenómenos asociados a su estudio. En este sentido, la climatología aplica un análisis más integral, en vez de centrarse en eventos tan concretos. Variaciones de temperatura a medio y largo plazo, comportamiento de las corrientes de aire en las diferentes estaciones a lo largo de los años, etc.

¿Cuál es la diferencia entre el clima y el tiempo?

Por su definición, el tiempo describe las condiciones atmosféricas en un momento específico, mientras que el clima se refiere a los patrones climáticos a largo plazo en una región determinada. En este caso, los períodos de referencia climáticos indicados por la OMM, es decir, la Organización Meteorológica Mundial, son de 30 años.

En definitiva, el tiempo está destinado a conocer el estado de la atmósfera durante un periodo corto de tiempo, a diferencia del clima, que examina las condiciones de una región durante un lapso mucho mayor para evaluar, por ejemplo, las consecuencias del cambio climático.

¿Cómo se llama la estación dónde se puede pronosticar el estado del tiempo?

Para pronosticar el estado del tiempo, los diferentes instrumentos y equipos especializados para medir diferentes variables atmosféricas se denominan estaciones meteorológicas. Estas están destinadas a cuantificar aspectos como la como temperatura, la humedad, la presión atmosférica y la velocidad y dirección del viento. También se emplean para observar fenómenos como la lluvia, la nieve y la visibilidad.

En España, por ejemplo, existen varios tipos de estaciones meteorológicas (completas, termométricas, pluviométricas y automáticas), distribuidas por diferentes provincias y puntos de la región, como Daroca, Tortosa, Izaña y Madrid, entre otros. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), antiguamente conocida como Instituto Nacional de Meteorología o IMM, cuenta con una extensa red de más de 3.000 estaciones que recopilan información sobre diversos parámetros atmosféricos, tanto de forma manual como automática