Los invernaderos de los campos de Níjar nos aseguran el tomate todo el año para las ensaladas, para el pan con tomate y aceite, para el Kétchup, y para el sofrito de todo guiso que se precie de la dieta mediterránea. En cuanto al calabacín decir que estos invernaderos lo garantizan, así podremos disfrutar de un producto que la naturaleza creó para los paladares con capacidad de apreciar lo sutil
de su aroma. Estos invernaderos almerienses inundan Europa, con estas verduras frescas y apetitosas que en esta época del año no se cultivan en otro lugar.
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Jesús García Toledano
Buena pinta tiene, tanto la cosecha de tomates como la de calabacines ANTONIO, ya puedes moverte para que salgan al mercado, si necesitas envases me lo dices, que es lo mio.
Un abrazo para Níjar desde el Niu.
En las corridas donde se subastan estos productos te proporcionan los envases que cada vez son de mejor calidad, aunque sean de cartón. La cosecha es buena pero otra cosa serán los precios que cada vez son más bajos, ese es el gran problema de la agricultura que en demasiadas ocasiones te pagan el producto por debajo del precio de coste. La Comunidad Europea permite que Marruecos inunde el mercado de tomates a bajo precio, allí los jornales son muy bajos, lo que es bueno para el consumidor pero malo para el agricultor que no puede sobrevivir. Afortunado tu Jesús, que no tienes con tu huerto tantos problemas de distribución, jajaja. Un abrazo para el Niu desde los campos de Níjar.
Jesús García Toledano
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