El asteroide que NO caerá en la Tierra el 6 de mayo de 2022

El próximo 6 de mayo, el asteroide 2009 JF1 pasará cerca de la Tierra. La posibilidad de que pueda impactar con el planeta es muy pequeña.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Como suele ser habitual, algunos medios han comenzado a crear alarma con un asteroide, el 2009 JF1, y su supuesta colisión con la Tierra el próximo 6 de mayo. ¿Qué es lo que pasará, realmente, en apenas dos meses? Analizamos las verdades y muchos bulos que han corrido sobre este asteroide.

Las cosas que sí son interesantes del asteroide del 6 de mayo

2009 JF1 es un asteroide que nos sirve para ilustrar la dificultad de observar aquellas rocas espaciales que son muy pequeñas. Y es que este asteroide no es uno de los más grandes jamás detectados que se acercan a la Tierra. Su diámetro, aproximadamente, está entre los 8 y 17 metros.

Los datos de observación apenas abarcan un día. Esto quiere decir que la cantidad de información al respecto es muy limitada, y que no se puede, por tanto, determinar con toda la precisión deseable en qué lugar se encontrará en una fecha en particular. El próximo 6 de mayo, 2009 JF1 va a pasar cerca de la Tierra… pero lo hará a unos 30 millones de kilómetros.

Es una distancia que solo resulta cercana en la escala astronómica. Sin embargo, como solo se ha observado durante poco más de un día, no hay suficientes datos para poder definir con más exactitud dónde se encontrará el asteroide. Esto provoca que tenga un margen de error de +/- 23 millones de kilómetros.

Es decir, el asteroide podría pasar desde a 7 a 53 millones de kilómetros… aunque existe una pequeña posibilidad de que, incluso, llegase a chocar con el planeta. ¿Cómo de pequeña? Se puede ver en la web de la NASA.

Concretamente, en el Centro para el estudio de objetos cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés). Los datos del asteroide están disponibles aquí. Si los revisamos, veremos que la posibilidad de impacto con la Tierra es de un 0,00074%. O lo que es lo mismo, una posibilidad entre 140.000. No es, ni mucho menos, un asteroide con el que haya que perder el sueño. Como los datos del asteroide son muy limitados, ni siquiera está claro en qué momento se producirá su perihelio. Se espera para el 2 de julio de 2022… pero con 3 días de margen.

Un asteroide que no es preocupante

Esa incertidumbre en cuándo se producirá el perihelio (es decir, cuando alcanzará el punto más cercano de su órbita alrededor del Sol) se debe a los pocos datos recopilados. Podría producirse hasta 3 días antes o después. El asteroide del 6 de mayo no ha sido observado desde 2009. Con más observaciones, y nuevos datos, se podrá refinar con mucha más precisión. Así que, de entrada, el asteroide no es preocupante. No sólo eso, podemos, si queremos, ponernos en el peor escenario posible. Es decir, en el de la colisión con nuestro planeta.

Asteroide 6 de mayo
La Tierra, observada por el satélite DSCOVR el 27 de junio de 2019. Crédito: NASA

¿Qué consecuencias tendría el impacto de un asteroide de entre 8 y 17 metros? Lo cierto es que sería poco destacable. El ejemplo más cercano que podemos encontrar es el del bólido de Cheliábinsk. El 15 de febrero de 2013, un asteroide, de unos 20 metros, se desintegró sobre la ciudad rusa. La ruptura del asteroide en la atmósfera provocó una onda sónica.

En total, unas 1.600 personas sufrieron heridas de diversa consideración (no hubo víctimas mortales) y los daños materiales fueron más bien cuantiosos (principalmente en forma de cristales rotos).

En el caso de 2009 JF1, como mucho podríamos esperar algo similar si tuviese 17 metros. Si bien hay que recordar que la mayor parte de la superficie de la Tierra está cubierta de agua. Es decir, es poco probable que se desintegrase sobre una población. Con un tamaño inferior, e incluso con ese, es posible también que, simplemente, se desintegre en la atmósfera, dejándonos una estrella fugaz muy brillante y bonita. Algún pequeño fragmento, quizá, podría llegar a tocar la superficie de la Tierra, sin causar daños especialmente destacables…

Mucha atención a las informaciones que se publican

Cada vez que nos encontremos una noticia de este tipo, es buena idea tener en cuenta varios factores, que nos ayudarán a saber si nos encontramos ante una noticia realmente preocupante. Por lo general, para captar nuestra atención, los titulares suelen comenzar con un «La NASA anuncia que un asteroide…».

En ese momento, ni siquiera necesitamos entrar a la noticia. Podemos ir, directamente, a la web de la NASA, y ver si en su portada (donde recopilan las noticias) aparece la supuesta noticia que se está publicando.

Lógicamente, la posibilidad de un impacto de un asteroide contra el planeta, si fuese real, estaría destacado en la portada. Por otro lado, aunque no se mencione a la NASA, sí nos mencionarán el nombre del asteroide o su tamaño. En ese caso, podemos acudir también al CNEOS y buscarlo allí. En el caso de 2009 JF1, estos son los datos que proporciona la NASA. Si pulsamos sobre Impact Probability (cumulative) en su web (aquí no funciona, al ser solo una imagen) veremos la posibilidad de impacto. Además, en Diameter está su tamaño: 0,010 km. Es decir, 10 metros.

Datos del asteroide 2009 JF1, recogidos en el Centro de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS). Crédito: NASA

Lo cierto es que los grandes asteroides, como el de la película de ficción «No mires arriba» los que más miedo dan, están bien controlados. No se espera ninguna gran colisión de esas características en, al menos, 150 años. Los preocupantes de verdad son los asteroides de unas decenas de metros (más grandes que 2009 JF1).

Suficientes para provocar daños a escala regional y además, más difíciles de observar porque son tremendamente tenues. Por lo que pueden pasar desapercibidos hasta, prácticamente, el último momento. Pero, sea como fuere, nada de qué preocuparse con 2009 JF1…