La Niña vuelve y ya tenemos fecha para su llegada

Este 2024 El Niño le pasa el relevo a La Niña que se encargará de revolucionar la meteorología de medio planeta.

Mario Picazo

Mario Picazo

A estas alturas del mes de abril El Niño, que se formó en 2023, está perdiendo intensidad. Los pronósticos apuntan a que hay probabilidad de que las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen a un estado neutro. Eso quiere decir que no habría anomalías de temperatura del agua resaltables.

Sin embargo, los pronósticos más recientes que ha elaborado la NOAA (Organización Nacional Atmosférica y Oceánica) apuntan a que entre junio y agosto la evolución sea la contraria.

Hay un 60% de probabilidad qué las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen hacia La Niña, es decir el enfriamiento de las aguas de la región con valores de temperatura por debajo de la media. 

La Niña
Evolución de las anomalías de la temperatura del agua del mar entre el 5 de febrero y el 7 de abril. Fuente: NOAA

Características de El Niño y La Niña

El Niño y La Niña son las fases cálida y fría respectivamente de un patrón climático recurrente que se extiende por el Pacífico tropical.  Se le conoce como El Niño-Oscilación del Sur, o “ENSO”, para abreviar y suele extenderse desde las costas de Perú y Ecuador hacia Australia y el sudeste Asiático. 

El patrón cambia de un lado a otro de manera irregular cada dos a siete años, provocando cambios que se pueden predecir relacionados con la temperatura de la superficie del océano. Esas anomalías de la temperatura del agua, alteran los patrones de viento y lluvia sobre todo en los trópicos. 

Aunque la señal de impacto es más notable entorno a la región donde se forma, también tienen una cascada de efectos secundarios globales que se reparten por todo los dos hemisferios de polo a polo. 

El Niño se despedirá progresivamente estos próximos 2 o 3 meses

Como referencia sobre la presencia de anomalías de la temperatura del agua en el Pacífico ecuatorial, se usan los datos de la llamada región 3.4. Está región ecuatorial en pleno océano ha visto como desde el pico de El Niño en 2023, la temperatura del agua se ha ido enfriando. 

Entre ahora y junio hay un 85% de probabilidad de que la temperatura del agua en el Pacífico ecuatorial evolucione a estado neutro y desparezca El Niño

Una de las señales más evidentes de que El Niño está llegando a su fin, no solo es el enfriamiento del agua. También suele ocurrir que los vientos alisios se debilitan más de lo normal.  Por otra parte se observa que ya no hay tanta lluvia y nubes en el Pacífico tropical central, ni condiciones más secas  de lo normal en Indonesia y Australia.

La Niña
Más allá de la superficie del Pacífico ecuatorial, a unos 300 metros de profundidad también aparece agua más fría de lo normal cuando se empieza a gestar La Niña. Fuente: NOAA

La Niña se espera ya para el arranque del verano 2024

Se enfría la superficie del Pacífico ecuatorial pero también hay evidencia de que se enfría el agua a mayor profundidad bajo la superficie del Pacífico tropical. Esa es una clara señal de que El Niño pronto dará paso a un estado neutral, con La Niña pisándole los talones. 

Al igual que ocurre con El Niño, una vez se forme La Niña,  provocará cambios en la circulación atmosférica global. La Niña tiende a generar una temporada de huracanes más activa en el Atlántico. Lo hace reduciendo la cizalladura vertical del viento, lo que facilita el crecimiento de las grandes nubes de desarrollo vertical que forman los huracanes. 

Hay un 60% de probabilidad qué las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen hacia La Niña este verano de 2024

El pronóstico de huracanes para esta temporada 2024 podría ser récord en cuanto a número e intensidad. Por una parte debido a la esperada presencia de La Niña, pero también por lo cálido que está el agua en el Atlántico respecto a la media. 

La Niña también podría ayudar a bajar la temperatura global en 2024 respecto a 2023 aunque dependerá de otras anomalías de temperatura oceánicas. A pesar del progresivo enfriamiento del Pacífico a partir del próximo verano, los expertos auguran que 2024 será de los más cálidos.

La Niña
Pronóstico del debilitamiento de El Niño entre abril y junio y la formación e intensificación de La Niña entre junio y diciembre.
Fuente: NOAA

Impacto del cambio climático humano en El Niño y La Niña?

A medida que aportamos más energía a atmósfera y océanos lo lógico es que a mayor temperatura el fenómeno de El Niño sea más intenso. La Niña por lo contrario debería generar temperaturas menos frías de lo que habitualmente provoca en la región ecuatorial del Pacífico. 

No todos los fenómenos de El Niño y La Niña son iguales. Algunos han llegado con más intensidad y mayor impacto a nivel regional y global afectando el clima de un buen número de regiones.  Habitualmente cuando la anomalía de temperatura es mayor, también lo es el impacto del fenómeno. 

En el caso de El Niño, los de 1972-73, 1982-83, 1997-98, 2015-2016 y 2023-24 han sido los más intensos del registro. Durante esos periodos, la anomalía de la temperatura en la región 3.4 (ver mapa) del Pacífico ecuatorial se situó por encima de los 2 grados centígrados. 

Con ese calentamiento en mente, un reciente estudio dice que El Niño podría ser un fenómeno mucho más devastador que La Niña. Dado que al calentamiento que trae el primero habrá sumar el exceso de calor que el océano tiene debido a la actividad humana su impacto podría ser más intenso. 

En el caso de La Niña, el efecto podría ser el contrario. El calentamiento global de origen humano podría ayudar a que el enfriamiento del agua que genera La Niña no fuera tan intenso y tuviera condiciones más próximas a la neutralidad. De ser así, es posible que su impacto fuera menor tanto en la región del Pacífico como en otras más remotas del planeta. 

*Fuente imagen destacada: NOAA