Las playas con el agua más fría y el agua más caliente de España

Conoce las playas con el agua más caliente y más fría de España y los factores que determinan la temperatura.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

En verano, los destinos con playas son la opción preferente de vacaciones y el lugar de descanso para miles de personas. Pero, a la hora de elegir destino playero, hay que tener en cuenta múltiples aspectos, como la temperatura del agua.

Muchas personas prefieren las playas de agua fría de zonas como el océano Atlántico y otros las playas con temperaturas más suaves que ofrece el mar Mediterráno. 

No obstante, hay que tener en cuenta que la temperatura del agua depende en gran medida de las condiciones ambientales, de la época del año y de las propias características geográficas del entorno en el que se encuentran. 

Por ello, es conveniente conocer cuáles son las playas de España con el agua más fría y con el agua más caliente.  

La capacidad calorífica del agua del mar es mucho mayor que la del aire, unas 3.000 veces superior.

Playas con el agua más fría en España

Las playas con el agua más fría de España están en el Mar Cantábrico, costa Atlántica del norte y noroeste del país.

«Las aguas superficiales más frías de toda España para la media del periodo de 1981-2010 se encuentran en la zona marítima de Finisterre, con 15.5ºC», detalla Marta Almarcha, experta meteoróloga de ElTiempo.es. Por ejemplo, en 2022 el promedio marcó como temperatura baja los 16.0ºC en la zona marítima de Finisterre.

Según los datos para ese periodo, la provincia con las aguas más frías es Pontevedra con 15.2ºC, seguida por A Coruña con 15.3ºC, Lugo con 15.6ºC, Asturias con 15.7ºC y Vizcaya con 16.0ºC.

De este modo, entre las playas con el agua más fría están:

«Para considerar un agua fría, se compara con la media, que en el caso de Finisterre sería de unos 15.5ºC y si queda por debajo, se consideraría fría. El año 2022, el mínimo anual se dio en el litoral de Guipúzcoa entre el 26 y el 31 de enero, con unos 11ºC», explica Almarcha.

Playas con el agua más caliente

Por su parte, las playas con el agua más caliente de España están en las Islas Canarias, sur de las Baleares y el sudeste peninsular. 

«Las aguas superficiales más cálidas de toda España para la media del periodo de 1981-2010 se encuentran en la zona marítima de Canarias con 21.2ºC. Después estaría Cabrera con 19.3ºC, seguido de Palos con 19.1ºC y Cádiz con 19.0ºC», data Almarcha. 

En cuanto a zonas costeras, las zonas con las aguas más cálidas son las islas de El Hierro con 21.4ºC y La Gomera con 21.1ºC. En la Península, las aguas costeras más cálidas están en Alicante con una media de 19.2ºC seguida por Valencia y Murcia con 19ºC ambas.

«Los valores más altos en el 2022 se dieron entre el 10 y el 12 de agosto, con valores cercanos a los 30ºC en el mar Balear. Su máxima histórica se alcanzó el 11 de agosto alcanzando los 29.3ºC. También se registró un máximo histórico en una boya de Puertos del Estado en Valencia, con 29.94ºC el mismo día», rememora la meteoróloga. 

De este modo, entre las playas con el agua más caliente de España estarían: 

Factores de la temperatura del agua en la playa

La temperatura del agua de las playas depende de múltiples factores: las condiciones meteorológicas, la estación del año, las corrientes marinas o la orografía y geografía del lugar en el que se encuentran.

De este modo, los meses de verano son el periodo en el que el agua se encuentra más caliente y el invierno más fría. «A finales del verano el agua de la playa registra los valores más altos. Es cuando el mar absorbe una gran parte del calor del aire, por eso los picos de temperatura suelen darse a finales de verano», explica la experta.

Junio es el mes en el que se suelen encontrar las aguas con temperaturas más frías dentro de los meses de verano. Y normalmente, agosto suele ser el mes con las temperatura del agua más altas del mar en España, aunque sea julio el mes en el que de media hace más calor.

Dejando de lado las estaciones del año, el resto de factores están relacionados entre sí, por lo que la temperatura del agua de las playas varía de forma muy notable en una misma zona geográfica

Por ejemplo, en zonas como el Parque Natural de Cabo de Gata, en la que existen múltiples playas, calas como la de San Pedro, aislada del Mar de Alborán y cobijada de los vientos, tiene una temperatura más suave que la playa de los Muertos, un entorno con mucha más profundidad y con mayor afección por las corrientes marinas del mar Mediterráneo. 

«Cuando tenemos viento de poniente en la costa de Málaga, se produce upwelling y el agua superficial está más fría en esa zona», ejemplifica la experta. 

Condiciones meteorológicas en la playa 

Además hay que tener en cuenta las condiciones climáticas y meteorológicas. Así, cuando se suceden los días de altas temperaturas y la concatenación de olas de calor, la temperatura del agua de las playas es más alta. 

«La radiación solar es la encargada de calentar la superficie del mar y es mucho mayor en junio. La capacidad calorífica del agua del mar es mucho mayor que la del aire, unas 3.000 veces superior. Por eso, tras la alta insolación recibida a lo largo de todo el verano, cuando la atmósfera comienza a enfriarse, el mar se mantiene cálido durante más tiempo. Es decir el patrón de la temperatura de la superficie del mar está desfasado temporalmente respecto al de radiación», recalca Almarcha. 

Por el contrario, tras temporadas de bajas temperaturas y un periodo afectado por una masa de aire fría pueden producir un descenso en la temperatura del agua. 

Otro factor determinante en la temperatura del agua de la playa es su localización. A medida que la playa está en latitudes más cercanas al Ecuador, el mar es más cálido. 

Igualmente, la afección de las corrientes marinas afecta de manera determinante en la temperatura del agua. Una playa afectada por una corriente cálida o fría tendrá una temperatura más o menos fría. 

Por otro lado, la profundidad marina también tiene una relación directa. De esta manera, a mayor profundidad de playa, el agua es más fría. Por contra, cuanto menor es la profundidad el agua, se calienta más fácilmente por el efecto de la radiación solar sobre una lámina de agua más delgada

Además, la geografía del entorno es otro aspecto que contribuye de manera directa a la sensación de agua fría o caliente o por la influencia de la desembocadura de los ríos.

En concreto, una playa aislada y cobijada del viento y las corrientes marinas, es más probable que su temperatura sea más suave que las playas del entorno que estén más expuestas a las condiciones ambientales y las masas de agua de mar abierto.