Solsticio de verano 2023: ¿Qué es y cuándo tiene lugar en España?

El solsticio de junio de 2023 marca la llegada del verano al hemisferio norte y el invierno al hemisferio sur. En nuestro caso, como habitantes del hemisferio norte, también es la jornada en la que nos encontramos con el día más largo y la noche más corta del año.

El solsticio de junio casi siempre tendrá lugar entre el 20 y el 21 de junio.

¿Qué sucede en el solsticio de verano?

Oficialmente, el solsticio de verano tendrá lugar el 21 de junio a las 16:58 (una hora menos, a las 15:58 en las Islas Canarias). En ese momento, el Sol se encontrará justo sobre el trópico de Cáncer (en la latitud 23,5 grados norte).

Es decir, para un barco, aproximadamente, a 475 kilómetros al sur de la isla de El Hierro, en ese momento el Sol brillaría justo encima suyo. A partir de esta jornada, los días comienzan a acortarse y las noches a alargarse, rumbo al solsticio de diciembre.

Sin embargo, la diferencia de un día a otro es muy pequeña. Tomemos como ejemplo Madrid. En la jornada del 19 de junio, el Sol sale, aproximadamente, a las 6:44 y se pone a las 21:47. Concretamente, 15 horas, 3 minutos y 32 segundos.

En la jornada del 20 de junio, el Sol sale, aproximadamente, a las 6:44 y se pone a las 21:48. Concretamente, 15 horas, 3 minutos y 37 segundos. En la jornada del 21 de junio, aunque el horario no cambia, la duración del día se alarga tres segundos más.

El 22 de junio, sin embargo, la duración se acorta en dos segundos (15 horas, 3 minutos y 38 segundos) y, poco a poco, cada día será más breve. De tal manera que el 30 de junio tendrá una duración de 15 horas, 1 minuto y 15 segundos, 30 menos que en la jornada anterior.

El solsticio de junio casi siempre tendrá lugar entre el 20 y el 21 de junio. De hecho, en 2024, la llegada del verano se producirá en la jornada del 20 de junio, y sin embargo, será el 21 de junio tanto en 2025 como en 2026.

Solsticio de verano 2023: ¿por qué se acortan los días cuando se produce?

Si nos pica la curiosidad, podemos revisar la hora oficial de puesta y salida del Sol, en nuestra provincia, en la web del Observatorio Astronómico Nacional. Los días se acortan tras el solsticio de verano por la posición del Sol.

Desde ese instante, su altura máxima sobre el horizonte va descendiendo, a medida que nos encaminamos hacia el solsticio de invierno. En ese momento, el Sol se encuentra sobre el trópico de Capricornio (en la latitud 23,5º sur).

Naturalmente, no podemos olvidarnos de los equinoccios, donde el día y la noche tienen la misma duración, y que tiene lugar en dos ocasiones diferentes cada año. En 2023, por ejemplo, el equinoccio de septiembre tendrá lugar el día 23.

Pero, a esto hay que sumarle un aspecto que hemos mencionado en diferentes ocasiones. ¿Podemos decir que las casi 9 horas de oscuridad son… noche? Aunque estrictamente sí lo es, ya que el Sol se encuentra bajo el horizonte, no es tan simple.

Antes de la llegada de la noche en sí, pero tras la puesta del Sol, hay tres tipos de crepúsculos diferentes: el civil, el náutico y el astronómico. Cada uno está relacionado con la posición del Sol bajo el horizonte y, en consecuencia, diferentes niveles de oscuridad.

En términos generales, el crepúsculo civil marca el límite en el que la iluminación es suficiente, con buena meteorología, para poder distinguir claramente los objetos terrestres. En el náutico, la oscuridad es tal que la mayoría de actividades al aire libre ya no son posibles (sin iluminación artificial).

El crepúsculo cambia según donde nos encontremos

Si nos alejamos hacia el norte, en el solsticio de verano, por cada grado que avancemos, aproximadamente desde los 40 grados norte, el crepúsculo se alarga en doce minutos. Londres, por ejemplo, es un caso interesante.

Del 23 de mayo al 18 de julio, la capital de Reino Unido no llega a tener noche propiamente dicha, si no que sólo pasa por los crepúsculos. Es decir, tras la llegada del crepúsculo astronómico (que es casi tan oscuro como la noche), vuelve el crepúsculo náutico.

Si nos vamos todavía más al norte, y nos fijamos en Fairbanks, en Alaska, nos encontramos con que del 8 de abril al 2 de septiembre (y en la jornada del solsticio) tan sólo se llega al crepúsculo civil. Si nos vamos un poco más al norte, nos encontramos con la noche polar, es decir, no llega a haber crepúsculo.

Si, en su lugar, nos vamos hacia el sur, nos encontramos con el efecto opuesto. El crepúsculo dura menos y la noche llega más rápidamente. Por ejemplo, en la isla de El Hierro, el Sol se pone a las 21:10 y a las 22:43 ya nos encontramos en plena noche.

Como referencia, en Madrid, sin embargo, el Sol se pone a las 21:48 y la noche en sí no comienza hasta las 23:53, más de dos horas después. Evidentemente, si cruzásemos al hemisferio sur, cuanto más al sur, más larga sería la noche.

Al margen de esto, hay que recordar que la llegada del verano supone, también, la llegada de la época con las temperaturas más altas del año. Así como algunas de las grandes citas con el firmamento, como la lluvia de las Perseidas.