¿Cuándo es el día más largo del año?

El solsticio de verano, tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur, indica la llegada del día más largo del año.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

¿Cuál es el día más largo del año? Muy sencillo, el día más largo del año, en el hemisferio norte, se produce con la llegada del verano. Paradójicamente, en ese momento, nuestro planeta se encuentra más lejos del Sol que cuando el hemisferio norte se encuentra en invierno. Os explicamos todas las curiosidades en torno a este momento del año.

¿Cuál es el día más largo del año? Siempre el solsticio de verano

El día más largo del año tiene lugar, siempre, en la fecha del solsticio de verano (de cada hemisferio). Al mismo tiempo, se produce el día más corto del año en el hemisferio opuesto (y la llegada de la estación opuesta).

Esto quiere decir, por tanto, que el día más largo del año, en el hemisferio norte, coincide con el día más corto del año en el hemisferio sur. En ambos casos, el mecanismo que lo provoca es el mismo. Se debe a la inclinación del eje terrestre.

El día más largo del año tiene lugar en el solsticio de verano.
La órbita de la Tierra alrededor del Sol. Crédito: Wikimedia Commons

El eje de nuestro planeta está inclinado 23,5º respecto al plano orbital (es decir, el plano imaginario en el que se mueve alrededor del Sol). De forma que, en diferentes momentos de su órbita, la superficie de la Tierra recibe cantidades diferentes de luz. Cuanto más cerca estemos de los polos, mayor será la diferencia. En el ecuador, no hay variación a lo largo del año, porque los días tienen aproximadamente la misma duración.

El eje de nuestro planeta está inclinado 23,5º respecto al plano orbital, por eso en diferentes momentos de su órbita, su superficie recibe cantidades diferentes de luz

En las regiones polares, sin embargo, la inclinación de la Tierra es lo suficientemente pronunciada para encontrarnos con un fenómeno muy inusual. En verano (en el hemisferio norte), la inclinación del eje provoca que el Sol nunca llegue a ponerse bajo el horizonte en el polo norte. Está iluminado durante seis meses.

Al llegar el invierno, el escenario se invierte. La inclinación provoca que el Sol nunca llegue a elevarse lo suficiente en esos seis meses.

Y por el camino, los equinoccios…

A lo largo del año, a medida que pasamos del día más largo al más corto del año, tiene que haber un momento, por tanto, en el que nos encontremos con un día con una duración idéntica a la de la noche. En el solsticio de verano, en nuestra latitud, tenemos unas 15 horas de luz diurna, y tan solo 9 horas de oscuridad. En el solsticio de invierno, las tornas se invierten y tenemos 15 horas de oscuridad y tan solo 9 horas de luz diurna.

Sombra del Sol durante el Solsticio de Verano. 12UTC.

En ambos equinoccios, en primavera y otoño, tenemos 12 horas de luz y 12 de oscuridad. Sin embargo, el equinoccio lo que nos indica, en ambos casos, es el momento en el que el Sol pasa sobre el ecuador terrestre. Aunque el día y la noche deberían tener una duración idéntica, no es así. Esto se debe a que la medida se realiza respecto al centro del Sol. Sin embargo, es el borde de la estrella lo último (o primero que vemos) en el horizonte.

Esto ha dado lugar a la aparición de otro término que, con los años, ha ganado cierta popularidad. Se trata del equilux. Lo que indica es la fecha en la que, al tener en cuenta este aspecto, así como el hecho de que la refracción atmosférica provoca que haya luz unos instantes después de la puesta de Sol, sí tenemos realmente días con tanta luz como oscuridad. El equliux sucede unos 2 o 3 días antes del equinoccio de primavera, y después del de otoño.

Y el afelio, el punto más alejado en la órbita de un planeta alrededor del Sol. La Tierra se encuentra en el afelio dos semanas después del solsticio de verano, más concretamente en torno al 4-5 de julio.

Noches más cortas… pero las mejores condiciones para observar el firmamento

El día más largo del año, en el hemisferio norte, indica la llegada del verano. Irónicamente, el verano nos trae las mejores condiciones para disfrutar del firmamento nocturno, a pesar de que las noches son más cortas. Con el verano no solo llegan temperaturas más agradables, incluso de noche, también las noches más despejadas. Así que es mucho más fácil que podamos disfrutar de cielos despejados durante estas fechas.

perseidas 2019
Una perseida, fotografiada en Egipto en 2017. Crédito: Wikimedia Commons/Ahmed abd elkader mohamed

En el hemisferio norte, además, la lluvia de las Perseidas es una gran protagonista de cada año. Su pico de actividad tiene lugar durante pleno verano, coincidiendo además con el periodo vacacional, por lo que es una oportunidad magnífica para disfrutar de una de las lluvias de estrellas más espectaculares del año. Eso sí, claro está, siempre que el resto de condiciones acompañen. Por un lado, que tengamos cielos despejados por otro lado, que la Luna acompañe.

Lo ideal, para disfrutar de cualquier lluvia de estrellas, es disponer de cielos despejados y que la Luna esté en fase de luna nueva. Así, al estar oculta bajo el horizonte, su brillo no ocultará los meteoros más tenues. La peor es, por supuesto, la fase de luna llena.

El satélite es visible durante toda la noche, ocultando constantemente los meteoros más tenues. Sea como fuere, el día más largo del año es motivo de alegría para mucha gente… ¡Ya sea por la llegada del verano o el comienzo de unas merecidas vacaciones!