10 retos climáticos que deberemos afrontar en este 2024

El calentamiento global, los eventos extremos o las sequías son algunos de los principales retos climáticos que se han de afrontar en este 2024.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las consecuencias y los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes en el planeta. El calentamiento global, los eventos extremos o las sequías son los signos más evidentes de un problema con unas graves consecuencias si no se toman las medidas adecuadas y oportunas. 

Poco a poco la conciencia ambiental va calando en todos los sectores de la sociedad. Los jóvenes están cada vez más implicados. Y las grandes empresas y los estados ya se contemplan como ejes de sus estrategias la reducción del impacto ambiental de sus actividades.

En este contexto, el próximo año se perfila como un punto de inflexión en la que se han de dar forma un buen paquete de medidas para mitigar el cambio climático. Y estos son los principales retos climáticos que deberemos afrontar en este 2024.

Sequía, falta de precipitaciones y gestión del agua 

Uno de los retos más inmediatos que se deben abordar en este 2024 es la sequía y la falta de precipitaciones, especialmente en algunos de España en particular y del planeta en general. 

En el caso de España, varios puntos de Cataluña, como la comarca de Ter Llobregat se encuentran en fase de preemergencia y el Gobierno catalán ya ha preparado la entrada en la fase de emergencia. 

Un plan en el que se contemplan importantes restricciones en todos los sectores aparte de las ya adoptadas. En concreto, en el turismo, la ganadería intensiva y los usos industriales se fijarán medidas para restringir nuevas actividades o ampliar las existentes. “El objetivo es no tensar más la demanda de agua y alargar al máximo su disponibilidad”, apuntan desde la Generalitat 

Por su parte, otros puntos del planeta también están padeciendo un periodo sin lluvias sin precedentes. Según la Agencia de Ayuda al Refugiado ACNUR, “la región del Cuerno de África atraviesa la sequía más grave y de mayor duración de la que se tiene registro”. 

Ante este fenómeno, millones de personas se han visto obligadas a desplazarse a países como Etiopía, Kenya y Somalia y  luchan por sobrevivir a la hambruna, la inseguridad, los conflictos y la escasez de agua convirtiéndose en refugiados climáticos. 

Por tanto, la mejora de la gestión de los recursos hídricos a nivel local y global es uno de los retos más importantes e inmediatos a abordar en 2024.

Incremento de la temperatura global 

El incremento de la temperatura global también es otro de los desafíos más complejos que se deben afrontar de una forma definitiva. El planeta da cada vez más señales de un calentamiento global muy acelerado cuya magnitud de las consecuencias son catastróficas a todos los niveles. 

El verano de 2023 ha sido el tercero más cálido desde que hay registros y el otoño de 2023 también ha sido el segundo más cálido de la serie histórica, sólo superado por el de 2022. Es más, siete de los diez otoños más cálidos pertenecen al siglo XXI. Este 2023 podría subirse al pódium del año más caluroso en la Tierra desde que hay registros. Signos más que evidentes del calentamiento acelerado del planeta. 

De hecho, según la Organización Meteorológica Mundial, la década de 2011-2020 fue la más cálida desde que hay registros, se está padeciendo una pérdida de glaciares y mantos de hielo sin precedentes y el aumento de nivel del mar se acelera.

Aumento de las emisiones de gases contaminantes 

A pesar del incremento de la concienciación ambiental y las advertencias de los expertos, el aumento de las emisiones de gases contaminantes sigue aumentando año a año. De hecho, las emisiones globales de carbono procedentes de combustibles fósiles han vuelto a aumentar en 2023, alcanzando niveles récord según los expertos de Global Carbon Project.

«Los impactos del cambio climático son evidentes a nuestro alrededor, pero las medidas para reducir las emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles siguen siendo dolorosamente lentas. Ahora parece inevitable que superemos el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París, y los líderes reunidos en la COP28 tendrán que acordar recortes rápidos en las emisiones de combustibles fósiles incluso para mantener vivo el objetivo de 2°C”, afirmó el profesor Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de Exeter, que dirigió el estudio.

Gestión de riesgos naturales derivados del calentamiento global 

Otro de los grandes retos ambientales cada vez más frecuentes y de mayor impacto en la sociedad son las catástrofes naturales, climáticas o relacionadas con los eventos meteorológicos cada vez más extremos. 

La virulencia de los incendios forestales, las olas de calor cada vez más prolongadas e intensas, las fuertes e históricas nevadas o las lluvias torrenciales son sólo algunos de los fenómenos climáticos y meteorológicos cuyo abordaje debe realizarse de una manera integral. 

En este sentido, la implicación de todos los agentes sociales y todos los sectores se presenta como la única solución efectiva no solo para intentar mitigar sus efectos también para minimizar sus consecuencias en la sociedad, en la economía y lo que es más importante en la calidad de vida y salud de las personas de todo el planeta. 

inundaciones en alemania

Movilidad sostenible 

En los últimos años, la movilidad sostenible ha pasado de proyectos pilotos e iniciativas a ser uno de los ejes principales de la administración, ya sea a nivel local, nacional o global. 

Y este 2024 va a suponer un antes y después en lo que a movilidad sostenible se refiere en muchas ciudades de España. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética señala que antes de 2023, tanto en los municipios de más de 50.000 habitantes se debe adoptar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para limitar la circulación de los vehículos de combustión. Es decir unas 150 ciudades en España. 

Sin embargo, se estima que sólo unas 20 ciudades tienen vigente esta zona tal y como se puede comprobar en el mapa interactivo de ZBE en España elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Por tanto,  muchas de ellas lo van a adoptar en 2024 ya que o está en trámite de aprobación o van a tener que elaborarlo. 

Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, el sector transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España y casi el 40% de las emisiones de los sectores difusos. Y de todos ellos, el transporte por carretera es el principal responsable del 95% de las emisiones. 

Conservación de la biodiversidad 

La pérdida de biodiversidad es un reto inminente que demanda acciones decisivas. La deforestación, la contaminación y la degradación del hábitat amenazan la diversidad biológica del planeta.

Además,el cambio climático  también está generando un calentamiento y la acidificación de los océanos que daña los ecosistemas marinos y un incremento de los fenómenos meteorológicos extremos causando importantes daños a la naturaleza y también al desarrollo sostenible de la sociedad. 

Ante estas consecuencias, se requieren estrategias de conservación más efectivas destinadas a la  restauración de ecosistemas degradados y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles para preservar la biodiversidad y garantizar la salud a largo plazo de nuestro planeta.

Estrategia de mitigación del cambio climático

La mitigación del cambio climático exige una acción concertada a todos los niveles. Al implementar estrategias de mitigación a nivel local y global hacia un futuro más sostenible. Para lograrlo, la colaboración, la innovación y la concienciación son las herramientas clave para abordar este desafío y garantizar un planeta sostenible para las generaciones futuras. 

De todas ellas, la transición hacia modelos de conservación y de sostenibilidad es uno de los ejes fundamentales por lo que es fundamental la investigación y desarrollo de tecnologías limpias, el desarrollo del empleo sostenible, la eficiencia energética así como al aumento de las campañas de concienciación , los cambio de estilos de vida más sostenibles o la gestión de residuos

Reducción de los combustibles fósiles

La reducción de los combustibles fósiles es otro de los grandes retos ambientales que se deben abordar de manera más inmediata. Y el año 2024 debe ser el periodo en el que se den forma las estrategias acordadas en la COP 28 de Dubái en las que se concluyó mediante un consenso global el comienzo hacia el abandono de combustibles fósiles para alcanzar la producción cero neta.

“El mundo necesitaba encontrar un nuevo camino. Y hemos encontrado ese camino con trabajo muy duro para asegurar un futuro mejor para nuestra gente y nuestro planeta. Deberíamos estar orgullosos de nuestro logro histórico”, apuntó el Presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, durante su discurso de clausura.

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Fomento de las energías renovables 

Parejo al abandono de los combustibles fósiles debe ir el fomento de las energías renovables. Un modelo energético en el que cada vez están implicados más países, más empresas y más particulares. 

Por ejemplo, otro de los grandes objetivos marcados tras la COP28 es triplicar la implantación y producción de las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030.

Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica ha puesto sobre la mesa cerca de 635 millones a más de un centenar de proyectos en toda España para impulsar la transición energética. Unos fondos destinados al fomento del autoconsumo y las comunidades energéticas; el impulso a la innovación y el desarrollo de vectores como el hidrógeno verde, la garantía de seguridad, el suministro energético o  la descarbonización del modelo, entre otros objetivos. 

Economía circular 

Por último, otro de los grandes desafíos es el fomento de la economía circular como modelo de producción para reducir la dependencia de los recursos naturales. De este modo, la economía circular supone un cambio de paradigma en la gestión, consumo, reciclaje y necesidades de todas las actividades humanas. 

Todos ellos, aspectos fundamentales no sólo para optimizar los recursos, sino también para mitigar los impactos ambientales del cambio climático.