Del «estrés hídrico» al «horno ibérico»: el glosario del calor que necesitarás este verano

15 términos relacionados con el calor que te ayudarán a comprender mejor la meteorología y los pronósticos de este verano

Marta Almarcha

Marta Almarcha

Ya hemos inaugurado el verano de 2023. Y la previsión apunta a que este verano será abrasador, con temperaturas por encima de lo normal en la mayoría de España. Podríamos tener «olas de calor», a las que se sumarán fenómenos como el de la «sequía de larga duración», el «estrés hídrico» o «noches tropicales».

Conceptos vinculados al calor y las altas temperaturas con los que tendremos que familiarizarnos este verano. Desde la «canícula» a las «islas de calor». Hacemos un repaso de la terminología meteorológica más habitual durante el periodo estival en este «glosario del calor» elaborado por Eltiempo.es

El glosario del calor de ElTiempo.es que te acompañará este verano

1 – Estrés hídrico

Es un indicador que «mide el nivel de agua dulce en una región en proporción a los recursos de agua dulce disponibles

Se calcula como la razón entre el total de agua dulce extraída por los principales sectores económicos y el total de recursos hídricos renovables. El cálculo se hace teniendo en cuenta las necesidades ambientales de agua.

Este indicador también se conoce como intensidad de extracción de agua y se utiliza para medir los progresos de la meta número 6.4 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas)

Esta meta consiste en que para el año 2030, se debe aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos.

Ha de hacerse en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce. El objetivo final es hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua.

2 – Canícula

La canícula o periodo canicular, es el «período estadísticamente más caluroso del año. Es según la climatología en una región concreta, en el que la temperatura alcanza los valores más altos del año.»

Su duración en España abarca aproximadamente desde el 15 de julio al 15 de agosto, dependiendo de la localidad.

3 – Horno ibérico

Otro término importante del glosario de calor que se refiere a la Península Ibérica como «una región en la que se produce un aumento de las temperaturas muy significativo por varios factores en temporadas concretas.»

Se suele usar cuando sobre la península se sitúa una dorsal en capas altas de la atmósfera y una zona de altas presiones y estabilidad en superficie. Estas dorsales favorecen la subsidencia de masas de aire ya de por sí cálidas. Cuando descienden en altura, se comprimen y se calientan aún más, aumentando las temperaturas en superficie.

A esos factores se pueden sumar la alta insolación y/o ausencia de viento, favoreciendo aún más, el aumento térmico en la península. Y provocando así unos valores considerablemente altos según la época del año.

4 – Cúpula de calor

Conocido en inglés domo “heat dome”, se refiere a «un área de altas presiones que se sitúa sobre una región. Para que uno se haga una idea, es como si fuese una tapa sobre una olla durante varios días consecutivos, o incluso, semanas.»

De esta manera, el aire cálido que queda atrapado en ella, no se mueve de esa región. En estas situaciones, el aire cálido (que es menos denso y tiende a elevarse) se topa con esa cúpula de altas presione. Como consecuencia, se ve forzado a descender y, con ello, aumenta más su temperatura.

El suelo a su vez, también se calienta, perdiendo humedad y favoreciendo que se caliente aún más. Esta configuración puede aumentar el riesgo de incendios forestales, agravar épocas de sequía y de problemas de salud.

5- Isla de calor

Es un «fenómeno típico de zonas urbanas. Ocurre por las noches y, aunque puede ocurrir en cualquier época del año, sobre todo se da durante los meses de verano. Por las noches, materiales como el hormigón y el asfalto liberan gran cantidad del calor que han acumulado por el día.»

Además, las ciudades suelen carecer de espacios verdes, que podrían facilitar que las temperaturas no fueran tan altas. 

Se ha demostrado que este fenómeno aumenta con el tamaño de la ciudad. Algunos ejemplos son Madrid, Valencia y Zaragoza, donde las temperaturas mínimas son más elevadas que en zonas rurales.

Cabe destacar que este efecto no solo actúa durante el verano, en invierno también evita que algunos días se produzcan heladas en las grandes ciudades.

De hecho, según los estudios, este efecto es más acusado en situación de frío. También es más notable cuando hay gran estabilidad y no sopla el viento. Algunos efectos adversos de este fenómenos son el insomnio o la deshidratación.

6 – Noches tropicales

Es un término muy utilizado en los meses de verano en nuestro país. Se refiere a «aquellas noches en las que la temperatura mínima no baja de los 20ºC

Las zonas de nuestro país que tienen noches tropicales con más frecuencia son Canarias, con una media de 92 días al año y zonas costeras de la Península. Algunas de ellas de las provincias de Cádiz, Melilla o Almería. 

7 – Noches tórridas

Una noche tórrida o ecuatorial es aquella noche «en la que la temperatura del aire no desciende de los 25ºC. Las noches ecuatoriales tampoco son desconocidas en algunas zonas de España.»

Sin embargo, en los últimos años han ido ganando protagonismo, ya que se están produciendo con mayor frecuencia en las últimas décadas. Aparecen casi siempre en verano, y suelen ir muy ligadas a episodios muy cálidos, o durante de olas de calor.

Es frecuente que en zonas de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia, C. Valenciana, Cataluña, Aragón e Islas Baleares sufran alguna de estas noches todos los veranos.

Los expertos aseguran que la temperatura idónea para dormir oscila entre los 18ºC y los 21ºC. Por lo tanto, que durante las noches tórridas, el descanso es más complicado.

8 – La «sartén» de España

Este término del glosario de calor hace referencia a «los lugares de España que experimentan las temperaturas más elevadas. Estos puntos se suelen llevar los récord de temperatura máximas verano tras verano, rompiendo récords de temperaturas máximas y especialmente en la canícula.»

En nuestra geografía esta zona corresponde al valle del Guadalquivir, a una zona que une las provincias de Córdoba, Sevilla y Jaén. Aquí se suelen dar las temperaturas más altas de todo el país. Sobre todo en los meses estivales y allí se alcanzan y superan los 40ºC con bastante frecuencia.

Su geografía es la clave para esas altas temperaturas. Este valle, situado al sur del país, puede verse más fácilmente afectado por advecciones de aire cálido procedente de África.

Esta situación meteorológica es la que favorece temperaturas más elevadas en la zona. Además, con un mismo nivel de insolación, al ser un área más cerrada se calienta más al quedar el aire ‘confinado’ entre las laderas.

9 – Tobogán térmico

Nos referimos con tobogán térmico a «los altibajos que se producen en las temperaturas a lo largo de unos días consecutivos.»

Por ejemplo, cuando nos referimos a la evolución de las temperaturas máximas en una semana y, dentro de la misma, se esperan ascensos y descensos. Es a esto a lo que nos referimos cuando usamos la palabra tobogán, haciendo alusión a los parques infantiles.

10 – Radiación UV

La radiación ultravioleta (UV) es «la radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida aproximadamente entre los 400 nm (4×10-7 m) y los 15 nm (1,5×10-8 m)

Su nombre proviene de que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que los humanos identificamos como el color violeta. Esta radiación es parte integrante de los rayos solares y produce varios efectos en la salud.

La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. La exposición a los rayos del sol es el factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel.

Los rayos UVA y UVB, que son dos de los tres tipos principales de rayos UV, constituyen sólo una pequeña porción de los rayos solares. Pero, aún así, son la causa principal de los efectos dañinos del sol en la piel. Los rayos UV dañan el ADN de las células de la piel y éstos comienzan cuando este daño afecta el ADN de los genes, que controlan el crecimiento de las células de la piel.

11 – Ola de calor

En España, una ola de calor, se define como «un episodio de, al menos, tres días consecutivos en el que por lo menos el 10% de las estaciones meteorológicas registran valores por encima de la temperatura umbral.»

Este valor umbral se corresponde con el percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000. Por lo tanto, se deben cumplir tres criterios: intensidad, extensión y duración.

Existen otras definiciones, como la de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) define una ola de calor de otra manera. Es ola de calor cuando, «durante más de cinco días consecutivos, la temperatura máxima diaria excede en 5ºC a la temperatura máxima media».12 – Tormentas secas

12 – Tormenta seca

Las tormentas secas son «aquellas tormentas que no llevan asociadas precipitaciones y de producirse, son muy débiles. Lo que tienen asociado este tipo de tormentas es aparato eléctrico, es decir, rayos

Se producen cuando en niveles bajos de la atmósfera no hay suficiente humedad como para que la precipitación sea significativa o ni siquiera apreciable.

Sin embargo no es la única condición. Otra posibilidad de encontrarnos con tormentas secas es que haya precipitaciones pero que éstas se evaporen antes de llegar al suelo. Normalmente es por encontrarse con una capa de aire más seco al descender, en lo que se conoce como virgas de precipitación.

Estas virgas se muestran bajo las nubes, con el aspecto de una cortina de precipitación que no llega a alcanzar el suelo.

La caída de rayos asociados a tormentas es la primera causa de incendios no intencionados. Cuando además la tormenta es seca y no hay precipitación capaz de sofocar las primeras llamas, es más probable que el incendio se propague. Las rachas de viento asociadas a una tormenta también favorecen la propagación.

13 – Calima

La calima es un fenómeno meteorológico que «se produce en la atmósfera y está caracterizado por la presencia de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión. Sin embargo, son lo suficientemente numerosas para dar al aire un aspecto opaco. Como resultado se tiene un ambiente turbio y la contribución a la coloración amarillenta.»

Estas partículas suelen ser de polvo y arena, aunque también pueden estar formadas de cenizas y arcilla. El tamaño de éstas oscila entre unidades inferiores a las micras y decenas de micras.

Un ejemplo típico de calima es el que se da con frecuencia en las Islas Canarias (especialmente en Lanzarote y Fuerteventura) cuando los vientos de componente este arrastran polvo del desierto del Sáhara hasta el archipiélago.

14 – Incendios de sexta generación

«Son incendios de extrema virulencia y que resultan devastadores para la zona afectada, siendo incluso capaces de modificar las condiciones meteorológicas del entorno.»

Liberan una gran cantidad de energía y el foco de calor que provoca el incendio puede llegar a desarrollar nubes convectivas llamadas pirocúmulo. Estas últimas, en algunas ocasiones, pueden provocar otros incendios secundarios. Son muy difíciles de controlar y extinguir con los medios tradicionales.

Son muchas y diversas las causas que los provocan y no son exclusivas del cambio climático actual. Los cambios en la estructura de la vegetación y en los usos del suelo, las sequías y las altas temperaturas, son sólo algunas de ellas.

15 – Periodo de no retorno

También conocido como punto de no retorno o punto de inflexión. Se refiere a «un umbral crítico en el que una pequeña perturbación, puede alterar completamente el estado o desarrollo de un sistema.»

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ya introdujo el término hace 2 décadas. Con él afirmaban que las «discontinuidades a gran escala» en el sistema climático se consideraban probables sólo si el calentamiento global excedía los 5°C por encima de los niveles preindustriales.

Hoy en día, la información del IPCC sugiere que los puntos de no retorno podrían superarse incluso con 1ºC o 2°C de calentamiento.

La pérdida de hielo de Antártida o la deforestación del Amazonas son puntos de no retorno. Además, cada vez hay más pruebas de que estos eventos podrían ser más probables de lo que se esperaba.