Hasta cuándo las lluvias y por qué no paliarán la sequía

Las tormentas y chubascos van a ser intensos en las próximas jornadas. No obstante, estas lluvias no acabarán con la sequía.

Roberto Granda

Roberto Granda

Durante el inicio de esta semana las tormentas y chubascos van a marcar el panorama, especialmente en el sureste peninsular. Serán allí intensas, con acumulados que podrían superar los 100mm en menos de 24h. Afectarán también a otras zonas, y en la recta final de la semana podrían volver a intensificarse. Sin embargo, estas lluvias no van a terminar con la sequía, especialmente en la vertiente atlántica. ¿Por qué?

Tenemos lluvia para, al menos, una semana

Las actuales tormentas y precipitaciones se deben a una depresión aislada en niveles altos (DANA) que se sitúa al sur del país. Desde esta posición, el sur y este peninsular quedan en su lado ascendente, donde se da la inestabilidad. Además, en el Mediterráneo se suman los vientos de levante en superficie.

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Previsión de precipitación acumulada hasta el final del miércoles. Fuente: Eltiempo.es

Con su desplazamiento al noreste, sumado a su agotamiento, las tormentas afectarán a más zonas pero irán perdiendo intensidad. No obstante, entre el jueves y el viernes una nueva DANA podría llegar desde el noreste, volviendo a intensificar la convección en amplias zonas del país.

Lluvias torrenciales, poco eficientes para la sequía

Las lluvias que tendremos estos días no van a eliminar la sequía, pero aliviarán algo la situación de cara al verano, al menos a nivel de embalses. ¿Por qué estas lluvias no son suficientes para terminar la sequía?

En primer lugar, por la cantidad de precipitación. En áreas atlánticas, la sequía es de larga duración y presenta un déficit acusado desde hace años. Así pues, se necesitarían varios meses con precipitaciones sobre la media para empezar a aliviar la situación, ya que la sequía no es sólo el nivel de los embalses.

Los avisos naranja por lluvias intensas (30 a 40 mm en una hora) abarcan áreas del sureste peninsular. Mapa: Eltiempo.es

En segundo lugar, por el tipo de precipitación. Las lluvias de estas jornadas van a ser convectivas, que suelen traducirse en grandes cantidades de lluvia pero en muy poco tiempo. Dicho de otro modo, son lluvias, por lo general, torrenciales.

Al ser lluvias torrenciales, la mayor parte de lo que precipita se desplaza por escorrentía superficial. Esto hace crecer ríos y arroyos, y puede ayudar a llenar embalses. No obstante, este tipo de lluvia es poco eficiente a la hora de penetrar la tierra. Esto se traduce en poca eficiencia para incrementar la humedad del suelo o para rellenar los acuíferos.

La sequía va más allá del estado de los embalses

Como ya se apuntó en el anterior apartado, la sequía va más allá del estado de los embalses en España. Si bien estas lluvias pueden incrementar las reservas de agua en algunas zonas del país, no paliarán la sequía.

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Estado de los embalses a fecha 16 de mayo. Fuente: Eltiempo.es

La sequía es un problema de mayor escala, que implica tanto las reservas superficiales como las subterráneas, la humedad de las primeras capas del suelo y los usos del agua. Este tipo de lluvias no ayudarán a incrementar la humedad del suelo en gran medida, por su carácter torrencial.

En el caso de los acuíferos, estos se encuentran en mal estado en muchas zonas. Para que puedan recuperar sus niveles, suelen necesitarse otro tipo de lluvias: lluvias frontales, más pausadas y continuadas, permitiendo una mayor infiltración hacia el subsuelo.