Los expertos prevén un gran agujero de la capa de ozono en diciembre

El agujero de la capa de ozono suele cerrarse hacia finales de noviembre, cuando aumentan las temperaturas en la estratosfera.

Redacción

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El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida es un fenómeno esporádico. En condiciones normales, comienza a formarse a mediados de agosto y empieza a disminuir de forma constante a lo largo del mes de noviembre.

En 2023, el área del agujero de la capa de ozono se ha formado varios días antes de lo habitual. No sólo esto, sino que se mantiene ligeramente por encima de los 15 millones de kilómetros cuadrados desde finales de octubre.

La web del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) sigue de cerca su evolución y analiza sus posibles causas. Cada año, durante la primavera austral, comienzan a acumularse en la estratosfera sobre el Polo Sur sustancias que agotan el ozono.

La inusual prolongación del agujero de la capa de ozono de este año es similar a la de los agujeros de los últimos 3 años.

Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS)

Junto con la radiación solar, las temperaturas extremadamente frías y las nubes estratosféricas polares, provocan la formación de un agujero de la capa de ozono. Es decir, una drástica reducción de la concentración de ozono en la estratosfera.

El agujero de la capa de ozono suele cerrarse hacia finales de noviembre, cuando aumentan las temperaturas en la estratosfera.

Esto provoca un cambio en la dirección de los vientos en esa capa atmosférica y la ruptura del vórtice polar, que consiste en fuertes vientos que circulan en zonas altas de la atmósfera sobre la Antártida, aislando el aire frío sobre el Polo Sur.

agujero capa de ozono 2023 septiembre
Así lucía el agujero de la capa de ozono en septiembre de 2023. Fuente imagen: Copernicus Sentinel-5P (ESA)

¿Qué ha pasado con el agujero de la capa de ozono en 2023?

En 2023, el agujero de la capa de ozono tuvo un comienzo inusual con un aumento de tamaño más temprano. Su extensión lo convierte en el sexto más grande desde que existen registros con satélites (a partir de 1979), con una superficie total de 26,15 millones de km 2.

A pesar de que la superficie del agujero de ozono disminuyó de la manera habitual a principios de octubre, volvió a aumentar hacia finales de mes. Así mismo, ha mantenido una superficie de aproximadamente 15 millones de km 2 que se prevé que se mantenga hasta la primera semana de diciembre.

La inusual prolongación del agujero de la capa de ozono de este año es similar a la de los agujeros de los últimos 3 años. Desde 2020, estos se han ido cerrando mucho más tarde de lo habitual, entre mediados y finales de diciembre. Los agujeros de la capa de ozono han persistido tanto tiempo en estos años debido a unas temperaturas más frías que la media en la estratosfera y a un fuerte vórtice polar que ha perdurado hasta diciembre.

Se han identificado varios posibles factores responsables de que haya aumentado la intensidad del vórtice polar.

Entre ellos, destaca el vapor de agua inyectado en la estratosfera por el volcán Hunga-Tonga. También las oscilaciones de los patrones del viento en el hemisferio sur y el cambio climático. Sin embargo, habría que seguir investigando en este frente.

El éxito del Protocolo de Montreal da testimonio de lo eficaces que pueden ser las acciones para proteger el clima mundial.
Fuente imagen: Adobe Stock

La importancia del Protocolo de Montreal en este asunto

Vincent-Henri Peuch, director del CAMS, señaló la importancia del reconocido protocolo de Monteral recientemente.

«Desde la firma del Protocolo de Montreal, hemos reducido drásticamente la emisión de sustancias que agotan el ozono. Este hecho ha dado margen a la atmósfera para iniciar su recuperación. Se trata de un proceso largo en el que intervienen muchos factores cambiantes que deben vigilarse. Así se tiene una comprensión adecuada de la evolución de la capa de ozono. El éxito del Protocolo de Montreal da testimonio de lo eficaces que pueden ser las acciones para proteger el clima mundial».

El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), implementado a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio en representación de la Comisión Europea con fondos de la UE, apoya los esfuerzos internacionales para preservar la capa de ozono mediante su vigilancia continua y el suministro de datos sobre su estado actual.

Fuente imagen destacada: Copernicus ECMWF