Marcas Responsables Talks: Estudio Lamela y la «arquitectura asumible»

Estudio Lamela tiene una trayectoria ya de 70 años, ininterrumpidos, haciendo arquitectura sostenible o «asumible».

Redacción

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Durante las últimas décadas muchos sectores han añadido el apellido «sostenible» a su actividad. De esta manera, encontramos «alimentación sostenible», «energía sostenible» o «movilidad sostenible».

Este distintivo ha llegado también a la arquitectura, área fundamental en la vida futura de la población mundial, para la que el cambio climático supone un absoluto desafío.

Una de las definiciones más aceptadas y utilizadas es la que reza que «la arquitectura sostenible considera el medioambiente y el impacto de cada construcción durante todo su ciclo de vida. Desde la edificación inicial al derribo, pasando por el uso. En consecuencia, emplea materiales respetuosos con el medioambiente y tiene muy presentes las condiciones del emplazamiento, los consumos energéticos eficientes y el ámbito de desarrollo

La arquitectura sostenible lleva «entre nosotros» desde la década de los 60-70. Para hablar sobre este tema, es necesario hablar con expertos sobre el tema como Carlos Lamela, confundador y presidente ejecutivo de Estudio Lamela, una de las firmas más reconocidas de arquitectura española y expertos en diseño de edificios sostenibles.

¿Qué es Estudio Lamela?

Estudio Lamela es un estudio de arquitectura. Fue fundado en 1954 por mi padre, Antonio Lamela. Él inició esta aventura el año en el que acabó la carrera y fue un arquitecto muy importante de su generación, que aportó mucho a la arquitectura española en su momento.

Estudio Lamela tiene una trayectoria ya de 70 años, ininterrumpidos, haciendo arquitectura, que es lo que sabemos hacer.

¿Cómo definiríais la arquitectura sostenible en Estudio Lamela?

Bueno, yo creo que dentro del ámbito de la arquitectura, nunca he estado muy de acuerdo con el apellido «sostenible». En mi opinión, es una mala traducción relativamente reciente del inglés. Este adjetivo surgió a finales de los años 70-80.

Si queremos hablar de arquitectura sostenible, yo la definiría más como arquitectura «admisible» o «asumible». Pero bueno, como todo el mundo lo conoce por arquitectura sostenible, es el vocablo que hay que utilizar. Aún así, creo firmemente que la palabra sostenible es un adjetivo imprescindible e inherente para la palabra arquitectura.

Desde mi punto de vista, la arquitectura siempre ha sido sostenible o asumible, siempre. Es en las primeras décadas del siglo XX cuando, con el movimiento de arquitectura internacional – lo que se llama el movimiento moderno – los arquitectos empiezan a despegarse de los parámetros normales en los que estaba constituida la arquitectura hasta ese momento.

Con ese cambio de mentalidad en arquitectura se produce una vuelta al origen en el oficio: se repiensa la disciplina tan bonita y tan interesante que tenemos. Digamos que vuelve a ser una disciplina que conecta con la tierra, con el hombre y su ser más íntimo.

Así mismo, para evitar la radiación solar directa y el sobrecalentamiento, se incorporaron protecciones solares en los lados oeste y este.
Fuente imagen: Web Estudio Lamela

¿Son los «edificios inteligentes» más sostenibles?

La relación de la sostenibilidad con la inteligencia es una herramienta más que puede ser muy interesante para, de alguna forma, dirigir, corregir y potenciar los diseños de los edificios. Es un proceso continúo que va mejorando y avanzando: las cosas que antes se hacían a mano, hoy se hacen de otra forma. Hemos sustituido los procedimientos analógicos por procedimientos digitales.

Tomemos, sin ir más lejos, el ejemplo de un termostato. Hoy en día nos parece algo ya un poco anticuado. Sin embargo, cuando los termostatos, (hace 50 o 60 años) salieron como elementos reguladores, aquello parecía una maravilla. Evidentemente, todo lo que sea automatizar para progresar y mejorar los edificios forma parte de lo que se podría denominar como «la buena arquitectura».

¿Cómo se determina el grado de sostenibilidad de un edificio?

La sostenibilidad, como todos los parámetros, se tiene que poder medir. Y se tiene que poder hacer porque hay que poder implementar y comercializar estos parámetros. En España (y en Europa) hay una serie de organismos que certifican una serie de cumplimientos con respecto a la sostenbilidad y el respeto al medioambiente. Los más conocidos son dos: el BREAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) y el LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Hay otros muchos más, pero yo diría que estos son los más utilizados como guía, en general, por la sociedad, por las empresas y por las instituciones.

En el diseño de la T4 es que se dio prioridad al uso de materiales respetuosos con el medioambiente, como el bambú, conocido por su rápida tasa de producción. Fuente imagen: Fuente imagen: Web Estudio Lamela

¿Se aplican en España los criterios de sostenibilidad en los edificios?

Sí, sin ninguna duda. Aunque cabe destacar que hay siempre sociedades en la que esta cultura está más aplicada y desarrollada. Por ejemplo, en las más evolucionadas – que son, quizás en este aspecto, las nórdicas – la sostenibilidad en las infraestructuras se percibe y ve de forma más clara. Los países mediterráneos estamos un poco por detrás pero ello no significa que no se hagan esfuerzos. Lógicamente, los países en vía de desarrollo o poco desarrollados, estas actitudes son mucho más benévolas.

¿Qué diferencia a la Torre Astro en términos de sostenibilidad?

Cuando se finalizó, la Torre Astro fue considerada el edificio verde más alto de Europa. Esta etiqueta describe el edificio así porque la sostenibilidad se tuvo muy en cuenta desde el primer momento. Nuestro estudio se encontró con un edificio con una estructura ya construida. El objetivo de Estudio Lamela fue proyectar una fachada e instalaciones completamente nuevas. El diseño actualizado se centró en evitar la insolación en verano o en los días de mucho calor y proteger de las inclemencias del invierno. Hay que tener en cuenta que Bruselas es un buen lugar para hacer un edificio pasivo porque la incidencia del sol no es tan alta como en otras ciudades del mundo.

El diseño actualizado de la Torre Astro se centró en evitar su insolación en verano y protegerlo de las inclemencias del invierno.
Fuente imagen: Web Estudio Lamela

¿Es importante la climatología al diseñar un edificio?

Por supuesto, es de las primeras cosas que tenemos en cuenta. Un ejemplo claro es el de la Torre Astro, que acabamos de comentar: el mayor consumo de un edificio es, normalmente, en las frigorías. En Madrid, este mismo edificio no hubiese sido pasivo porque hubiese tenido una demanda de aire frío muchísimo mayor y, como consecuencia, hubiera requerido mayor gasto energético. Sin embargo, el clima de Madrid fue el pilar fundamental a la hora de diseñar uno de los proyectos más emblemáticos y sostenibles de Lamela Estudio: la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En el aspecto de orientación y configuración de la parcela tomamos en consideración la orientación norte-sur y la topografía de la parcela mediante el análisis de la carta solar de Madrid. Este análisis tuvo en cuenta las variaciones estacionales de la radiación solar, adaptándose a los diferentes ángulos de incidencia solar durante el año.

¿Qué tuvo en cuenta Estudio Lamela para diseñar la T4 de Barajas?

La T4 fue concebida con un altísimo grado en sostenenbilidad y se implementó en ella una estrategia medioambiental integral basada en varios aspectos clave. Intentamos conseguir el máximo de iluminación natural. Para ello, elegimos amplias aberturas de vidrio con doble acristalamiento para favorecer la entrada de luz natural y reducir la dependencia de la iluminación artificial. Simultáneamente, se aseguró un alto aislamiento térmico. Así mismo, para evitar la radiación solar directa y el sobrecalentamiento, se incorporaron protecciones solares en los lados oeste y este. Además, Estudio Lamela diseñó también luminarias específicas en la cubierta para optimizar la iluminación natural.

No nos quedamos sólo ahí, el aparcamiento cuenta con una de las mayores cubiertas ajardinadas de Europa, proporcionando un aislamiento térmico eficaz. Tanto en verano como en invierno. Además, diseñamos aberturas para garantizar una adecuada ventilación. Sumado a esto, se implementó un sistema de refrigeración muy ingenioso que maximiza la eficiencia energética y reduce el consumo energético en las instalaciones. Las luminarias utilizadas son de bajo consumo energético, y se integraron espejos para optimizar la distribución de la luz, contribuyendo así a una mayor eficiencia.

Sin embargo, si hay algo que tuviera que destacar y que fue pionero en el diseño de la T4 es que se dio prioridad al uso de materiales respetuosos con el medioambiente, como el bambú, conocido por su rápida tasa de producción. De hecho, empleamos troncos de bambú con una edad de 4 o 5 años, que por su sostenibilidad.