Hace aproximadamente veinte años, el IPCC presentó un concepto conocido como «punto de no retorno» o «punto de inflexión». Este término se refiere a un momento crítico en el que un sistema, ya sea natural o humano, alcanza un umbral delicado. Una pequeña perturbación en este punto puede desencadenar cambios drásticos e irreversibles en su estado o desarrollo.
Lo alarmante es que, según las últimas investigaciones, incluso un aumento de temperatura de tan solo 1°C o 2°C podría ser suficiente para llegar a algunos de estos puntos de no retorno. Esto plantea serias preocupaciones en cuanto a los efectos del cambio climático.
Unos ejemplos claros de situaciones que podrían representar puntos de no retorno son la pérdida masiva de hielo en la Antártida y la continua deforestación en la región del Amazonas. Estos eventos, que una vez alcanzados los umbrales críticos, podrían tener consecuencias devastadoras para el equilibrio del planeta. Además, estudios recientes apuntan a que la probabilidad de que se alcancen estos puntos de no retorno es más alta de lo que se había previsto anteriormente.